La ciudadanía reclama participar en el proyecto europeo

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Teresa Carreras.

La llegada del otoño ha encontrado a Sus Señorías, los miembros del Parlamento Europeo (MEP), trabajando. También, pero en este caso sin vacaciones, ha estado bregando con la realidad la alemana Ursula von der Leyen que se convertirá en la primera mujer al frente del Ejecutivo comunitario a pesar de no haber concurrido a las elecciones europeas. Von der Leyen ha estado trabajando para presentar, estos primeros días de octubre, al Parlamento Europeo una propuesta de equipo, equilibrado, ágil, moderno y que tenga la igualdad de género y la sostenibilidad como sus ejes troncales.
La política europea es un juego de equilibrios constantes y Von der Leyen intentó complacer a todos, primero para que la votaran y después para que aprueben su propuesta de equipo sin desembarazarse del todo del apoyo de la derecha populista, por lo que también tendrá sus deudas. Proponer un Ejecutivo con tres vicepresidencias de conservadores, socialdemócratas y liberales que fueron quienes la votaron. O denominar a una cartera “Protección del estilo de vida europeo” que incluye el tema migratorio, o a otra “Una Europa fuerte en el mundo” denota subrayar preferencias y corregir con mucho tacto algunos abusos de poder y las prácticas de opacidad de su predecesor Jean-Claude Juncker, cuyo mandato expira el próximo 31 de octubre.

EUROPA PRESS

Von der Leyen ha estado trabajando para presentar, estos primeros días de octubre, al Parlamento Europeo una propuesta de equipo equilibrado, ágil, moderno y que tenga la igualdad de género y la sostenibilidad como sus ejes troncales

Su primer desafío lo resolvió haciendo un verdadero encaje de bolillos hábil y de buen gusto. La candidata a la Comisión Europea superó el primer reto apartando al secretario general de la institución, el funcionario de mayor rango en la UE, Martin Selmayer (Bonn, 1970), alemán de la CDU, que ha ejercido durante muchos años el poder en la sombra de Jean-Claude Juncker a lo largo de toda su carrera. En Bruselas hay muchos selmayr, burócratas no electos, que en reuniones en los pasillos y despachos del Berlaymont a puerta cerrada marcan el rumbo de la primera institución de la Unión Europea olvidando las directrices que la ciudadanía les da en las urnas. El segundo fue crear su equipo. La Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo ha rechazado el nombramiento de los aspirantes de Rumania y Hungría, al considerar que sus declaraciones sobre activos financieros delatan “un conflicto de interés”. La negativa a estos candidatos ha sido el primer traspiés antes y durante los temidos ‘hearings’ (audiencias), es decir, los juicios políticos de las comisiones del Parlamento Europeo. El candidato español a Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, que también presentaba algunas dudas, ya tiene allanado el camino puesto que la Eurocámara ha avalado su declaración de bienes sobre sus acciones en empresas cotizadas.

Juncker se ha confesado en varias entrevistas últimamente un enamorado de España, aunque opina que el país debe recuperar la estabilidad política. No se puede dar lecciones cuando su quinquenio se saldará por haber alejado más que nunca las instituciones comunitarias de la ciudadanía europea, por haber practicado una políticas opacas, con un desprecio total a la transparencia que luego él exigía a los Estados miembros. La Comisión Juncker ha basado su estrategia en la inacción política y en escudarse en la no interferencia directa, pero sí lo ha hecho a través de su influencia ideológica y política indirecta. Por esto, Von der Leyen tiene la oportunidad de abrir puertas y ventanas y desde el principio marcar un nuevo estilo como primera mujer que presida el Ejecutivo comunitario.
Las asignaturas pendientes de la próxima presidenta de la Comisión Europea son los centenares de migrantes llegando a las costas europeas para pedir asilo, las mujeres que llenan las calles por la igualdad y contra la violencia machista y los centenares de miles de personas reclamando medias urgentes para parar el calentamiento global del planeta. En principio está previsto que el próximo 23 de octubre el Parlamento Europeo apruebe por mayoría la toma de posesión del nuevo Colegio de Comisari@s.


Miembro de la Junta de la Asociación de Periodistas Europeos de Cataluña (APEC) de la que ha sido presidenta durante nueve años. Periodista, licenciada en Ciencias de la Información y en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Desde 2006 es la directora del programa de radio ‘Cruïlla d’Europa, de Mataró Audiovisual, que actualmente se emite por la Red Audiovisual Local (XAL). Es la coordinadora de la Red Europea de la Plataforma GAMAG (Global Alliance on Media and Gender). Ha trabajado como periodista para TVE durante 25 años, siendo corresponsal en Bruselas (1989-1997) y directora de informativos (2001-2003). Es «Premio Europa» (1997) concedido por la Representación de la Comisión Europea en Barcelona y por la Red Europea de Mujeres Periodistas. Ha sido docente en el Departamento de Periodismo de la UAB, donde actualmente colabora.