Los ‘jarrones chinos’ nos dan la bronca

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Los ‘jarrones chinos’ nos dan la bronca
Europa Press

Los ‘jarrones chinos’ nos dan la bronca

 

 

El Acento / Inmaculada Sánchez*

 

Felipe González dio a comer a Jordi Pujol el primer mordisco del IRPF que abrió la puerta al troceo autonómico del principal impuesto del país. José María Aznar, que tanto le criticó por ello, años después empezó a hablar catalán ‘en la intimidad’. Tanto uno como otro vivieron sus años de gobernantes completando sus mayorías insuficientes a base de contentar a nacionalistas catalanes o vascos, fuerzas políticas que, por cierto, nunca podrían convertirse en rivales directos de sus propios espacios electorales. Así ya se puede pactar, podrían decirles hoy Rivera o Iglesias.

Pero han sido los expresidentes quienes esta semana han dicho a los españoles las verdades del barquero: que hay que consolidar mayorías  –nadie había caído en la cuenta, pese a los recientes resultados electorales–; que “no hay centralidad” en la política española –nadie, tampoco, se había percatado de la existencia de Vox–; y que el país necesita con urgencia reformas y decisiones de altura –nadie tenía presente, hasta ahora, que lo de salir de la crisis y la desigualdad corriera prisa–. Así estamos.

González y Aznar se jalean mutuamente criticando a los políticos actuales mientras reclaman mayorías y centralidad para gobernar. Ellos, que gobernaron en el bipartidismo, parecen no darse cuenta de que el multipartidismo ha venido para quedarse y que las mayorías ya no se consiguen sólo ‘echando de comer’ a los nacionalistas.

La avispada patronal de la digitalización en España, Digital Es, presidida por Eduardo Serra, exministro de Defensa con Aznar (¡qué originales!), les había convocado a una mesa conjunta en un encuentro sobre la revolución digital y, además de bromear sobre lo preocupados que están por coincidir cada vez más en los planteamientos, aprovecharon para compartir diagnóstico de los males que asolan al país una vez que ellos están fuera de la cabina de mandos.

A la reivindicación de esa ‘centralidad’ mítica se ha sumado la soberbia intelectual de ambos expresidentes para llevar a González a mandar a los actuales dirigentes políticos al  “rincón de pensar”, cual infantes de guardería, y a Aznar a proclamar que desde hace cinco años “no se toma una decisión en España sobre una cuestión importante”. Si es que no sabemos andar solitos.

No tengo calibrado el interés actual de Sánchez o Casado en hacer vudú a sus antecesores para que mantengan la boca cerrada, dado que su reivindicación del espacio central puede cuadrar con sus vigentes estrategias, pero sí creo que Rivera e Iglesias les dirían cuatro cosas en una cena sin guardaespaldas. Lo mínimo: que si existen Podemos o Ciudadanos es porque los españoles se hartaron del PSOE y el PP. ¿A cuento de qué, por cierto?


*Periodista y directora de El Siglo desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas Cambio 16 y El Nuevo Lunes y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.