Rivera enseña los dientes a Ayuso

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Toma de posesión de Ayuso y Aguado.
Aguado, socio de Ayuso, dice que se investigará Avalmadrid "caiga quien caiga". / EUROPA PRESS

E. S. 

Albert Rivera acaba de darle una desagradable sorpresa al Partido Popular. El ‘caso Avalmadrid’ ha abierto una profunda crisis de confianza en el seno de la Comunidad donde su vicepresidente, Ignacio Aguado, apoya la comisión de investigación que afecta de manera directa a su presidenta, Isabel Díaz Ayuso. Ciudadanos está tratando de hacer equilibrios subido como está en la cuerda floja de unas encuestas desfavorables, donde el poder territorial aparece en un extremo y el recobrado discurso de la regeneración aguarda al otro lado.

A pesar de que Albert Rivera trate de quitar hierro a la caída de Ciudadanos en las encuestas durante su primera aparición pública tras un largo mes de desconexión –“la gente está harta de votar”, decía el pasado lunes en Onda Cero–, el partido parece haber hecho una lectura crítica de sus pactos de Gobierno con el PP y la anuencia de Vox en comunidades autónomas y ayuntamientos ahora que ha decidido alterar el orden de los factores para propiciar un cambio o, más bien, un regreso a su primigenio discurso de la regeneración.

“España suma, pero la corrupción resta”, decía en su primera entrevista tras las vacaciones. Lo hacía unas horas antes de saberse que Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes eran imputadas en el caso Púnica por varios delitos de corrupción y un día antes de que Cs en Madrid anunciara que apoyará la comisión de investigación sobre las supuestas irregularidades de la empresa semipública Avalmadrid, registrada por PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos-Izquierda Unida Madrid en Pie en la Asamblea regional y cuyo plato fuerte será el polémico crédito concedido al padre de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad y socia de Gobierno del líder naranja en la región, Ignacio Aguado.

Tras orientar su política hacia Cataluña y la formación de gobiernos con el PP, la caída en las encuestas aconseja a Cs recuperar el discurso contra la corrupción

“En la Comunidad de Madrid no puede haber ni la más mínima duda, ni la más mínima sospecha de cualquier tipo de irregularidad”, ha justificado el portavoz de Cs en la Cámara autonómica, César Zafra, quien preguntado por la posibilidad de que declare la propia presidenta para dar explicaciones sobre el crédito de 400.000 euros que Avalmadrid concedió en 2011 a una empresa participada por su padre y que nunca fue devuelto, ha asegurado que “todo el mundo sabe que en Ciudadanos no nos va a temblar la mano en llamar a nadie”.

“Queremos conocer lo que ha pasado le pese a quien le pese, y caiga quien caiga. Vamos a llegar hasta el final”, ha insistido también el propio Aguado en rueda de prensa, poniendo el énfasis en expresiones –“no nos va a temblar la mano”, “caiga quien caiga…”– que inciden en la idea de tolerancia cero frente a la corrupción que tan buenos resultados dio a los ‘naranjas’ en encuestas y elecciones antes de que la crisis territorial alterara sus prioridades.

En plena crisis institucional este fue un elemento diferenciador que permitió a Albert Rivera dar el salto desde Cataluña al resto de España en 2015 y que, volcado como ha estado contra el secesionismo desde el 1-O y, sobre todo, en tocar poder de la mano del PP sacrificando su propósito de la regeneración, ha quedado diluido entre las prioridades políticas de Cs pero no entre las de sus electores, que están empezando a castigar en los sondeos tantos cambios de guión en el partido naranja.