Injmaculada Sánchez directora de EL SIGLO
Inmaculada Sánchez, directora de EL SIGLO
Elecciones, Sánchez, Calvo, Casado, Rivera, Iglesias
Sánchez e Iglesias vuelven a enfrentarse a un segundo examen de investidura mientras Casado y Rivera acarician la posibilidad de mejorar nota si hay prueba de ‘recuperación’ con nuevas elecciones.

A menos de un mes para que se agote el plazo para investir a un nuevo presidente, sigue habiendo un abismo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Sin contactos a lo largo del mes de agosto, ambos siguen embarcados en una carrera para hacer aparecer al otro como responsable de no haber llegado a un acuerdo. Sánchez descarta integrar a los morados en el Gobierno y tiene la intención de presentar un programa que les sea muy difícil rechazar, con la mirada puesta en unas encuestas que ya le colocan por encima del 30% y que lastran a sus rivales, incluido Podemos. Mientras, Iglesias y los suyos insisten en un Ejecutivo de coalición, confiados en que Sánchez no querrá correr el riesgo de unas elecciones para las que PP y Ciudadanos ya prevén alianzas.

 

Manuel Capilla.

No ha habido contactos durante el mes de agosto ni, de momento, se esperan de forma inmediata. En la más pura línea de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez está dejando a Unidas Podemos cocerse en su propia salsa, a la espera de que sea Iglesias quien incurra en contradicciones y no aguante la presión. Los portavoces socialistas ya han esbozado la agenda del presidente en los próximos días, en los que retomará los contactos con los grupos parlamentarios para volver a intentar articular una mayoría. Unidas Podemos vuelve a ser «socio preferente», pero de ninguna manera habrá ya una coalición con los de Pablo Iglesias.  O eso dicen los portavoces del PSOE, como Adriana Lastra: «Con una organización política que por segunda vez impide que un presidente socialista sea investido, podemos hablar de muchas cosas, pero la confianza necesaria para un Gobierno de coalición se quebró en aquella votación».

Durante la semana pasada, el sentir general en la Cámara Baja era el de que el próximo 23 de septiembre no habrá gobierno y que iremos a una repetición electoral. En los pasillos y en los corrillos de periodistas y diputados todo el mundo coincidía en que no hay muchos síntomas que inviten al optimismo. Y para muestra un botón: las votaciones de esta semana en la Diputación Permanente. Cierto es que Unidas Podemos ha aflojado la presión ligeramente sobre el presidente y le ha librado de comparecer para explicar lo sucedido con el Open Arms. Pero aún así será Carmen Calvo quien tenga que hacerlo, lo que no ha sido recibido de buen grado precisamente en el Ejecutivo. Y en cuestiones fundamentales como Cataluña o la política policial, el PSOE se alía con PP y Ciudadanos y Unidas Podemos con ERC, Junts per Catalunya o Bildu. Esto fue lo que ocurrió en las peticiones de comparecencia de Josep Borrell y Fernando Grande Marlaska, el primero para explicar un informe para medios internacionales en el que trata de contrarrestar el discurso independentista y el segundo para dar cuenta de los controles efectuados con motivo de la cumbre del G-7 en Biarritz. En las dos votaciones, los morados se sumaron a las fuerzas catalanas y vascas, y las comparecencias se rechazaron gracias a los votos de los populares y los naranjas.

Este escenario no parece el mejor para retomar la negociación donde quedó en julio, como quiere Iglesias. Así lo expresaba en rueda de prensa la portavoz y diputada Noelia Vera, que dejó claro que «la única comunicación que ha habido» con el PSOE «es a través de los medios de comunicación». De momento, según expresaba Vera Unidas Podemos se encuentra «a la espera» de firmar un acuerdo que haga posible un gobierno de coalición, al que Sánchez «se niega» cuando es «la única vía» como se ha demostrado en diferentes Comunidades Autónomas. Y es que en las filas moradas insisten en que la ‘vía portuguesa’, la de un acuerdo parlamentario, de programa, ya ha estado en marcha. Ha durado ocho meses y no ha sido capaz de sacar adelante los Presupuestos. Por eso hace falta, en su opinión, un Ejecutivo de coalición.

Sánchez “solo puso una condición, que yo no estuviera”, resumía Iglesias el jueves en la Ser. Un Iglesias que mientras criticaba la propuesta que recibió en julio –“sólo un ministerio, el de Sanidad, una vicepresidencia sin competencias y dos secretarías generales convertidas en ministerios, Vivienda e Igualdad”- admitía que habría acuerdo y gobierno si a esa oferta se le añadían las políticas activas de empleo, como el mismo expresó desde la tribuna del Congreso.

 

Documentos de ida y vuelta

En las filas moradas han visto como el documento que remitieron hace unos días, con propuestas para retomar la negociación y varias opciones para integrarse en el Ejecutivo, ha pasado desapercibido mediáticamente y ha sido ignorado por Sánchez. ¿Qué propone Podemos en este documento? Políticamente, no hay gran novedad en las 119 páginas de las que consta el documento. Pero el texto sí recoge algunas cuestiones a las que el Gobierno se ha resistido como: la derogación de la reforma laboral de 2012; la adopción de medidas para limitar los precios del alquiler de viviendas; o el establecimiento de un impuesto para la banca.

Aunque lo más interesante son las propuestas de reparto de carteras, que parten de la última que recibieron por parte del Ejecutivo, en julio, con una vicepresidencia y tres ministerios, Sanidad, Vivienda e Igualdad. En la primera propuesta piden los ministerios de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Sanidad y Consumo y Vivienda y Economía Social. En la segunda, Transición Ecológica; Ciencia, Innovación y Universidades y Vivienda. En la tercera, ofrecen: Transición Ecológica; Ciencia, Innovación y Universidades y Agricultura. Por último, en la cuarta, Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Ciencia, Innovación y Universidades y Cultura.

Mientras, será el martes cuando Sánchez presente el documento fruto de las reuniones con todo tipo de colectivos y asociaciones que ha venido manteniendo en las últimas semanas. Un documento que, según explican desde el PSOE “debiera ser la base de un acuerdo programático que facilite la investidura”. Parece allanar el camino para el acuerdo el hecho de que este documento, “se basa” en el ya presentado por el partido en julio, ‘España avanza’, en las propuestas recogidas entre estas asociaciones y colectivos y, ojo, en el texto que redactó y presentó Unidas Podemos el 20 de agosto, ‘Propuestas para retomar el diálogo’.

 

Garzón cierra filas con Iglesias

Yolanda Díaz, Diputada de Podemos
Yolanda Díaz, Diputada de Podemos, se ha incoporado al equipo negociador con el Gobierno socialista

Buena parte de la estrategia de Sánchez de dejar pasar el tiempo y, con ello, a Iglesias y a los suyos cocerse en su salsa pasaba por dejar margen para que alzaran la voz los socios de Unidas Podemos descontentos con cómo se llevaron las negociaciones en julio y que, incluso, no entienden el empecinamiento en un gobierno de coalición. Esos descontentos, agrupados en IU y En Comú Podem, entienden que en julio se les marginó y que la dirección y el principal negociador, Pablo Echenique, no fueron transparentes con ellos. Para cortar las críticas de raíz, Iglesias ha decidido incluirlos en el equipo negociador. Así, aparte de Echenique y Ione Belarra, el equipo negociador está integrado también por Jaume Asens(En Comú Podem), Yolanda Díaz (Galicia En Común), Enrique Santiago(PCE) y Juantxo López de Uralde (Equo).

Uno de los líderes de Unidas Podemos más críticos en julio con cómo se habían llevado las cosas, el coordinador de IU, Alberto Garzón, escribía en Twitter esta semana: “28 de agosto. Han pasado cuatro meses desde las últimas elecciones generales. En este tiempo el PSOE ha dedicado tres días, y a disgusto, para negociar con otros grupos un posible Gobierno. Cualquiera diría que no tienen ganas más que de repetir elecciones”.

Quizá lo más positivo para los votantes progresistas que suspiran por un acuerdo –sea cual sea- y que ven como se escapa la posibilidad de un entendimiento inédito entre las izquierdas, sean algunos de los comentarios que circulan en esos corrillos de periodistas y políticos que apuestan por la repetición electoral. Y es que como bien decía esta semana Noelia Vera, los únicos contactos que en estas semanas se han producido han sido a través de los medios de comunicación. Es a través de ellos –o, mejor dicho, a través de sus periodistas- como se habría trasladado a los morados la posibilidad de cerrar un acuerdo programático ahora y que algunos de sus miembros se incorporaran al Ejecutivo mediada la legislatura. Una posibilidad que no tiene muchos visos de prosperar, pero que da una idea de que propuestas, haberlas haylas. Y de que habría también una cierta creatividad para –teóricamente- tratar de llegar a un acuerdo.