Renault Clio Blue 1.5 dCi 85cv Zen versus Renault Clio 0.9 TCe 100cv Zen: El diésel gana en consumo

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La acertada estética de la generación precedente se continua en la recién llegada, con pequeños retoques que mejoran aún el diseño, pero con muchos cambios en el interior y propuestas nuevas en lo que a las mecánicas se refiere, como lo es la Tce de 100cv. Sigue siendo un modelo que entra por los ojos, y más, en algunos de los colores personalizados que ofrece, como el naranja de una de las unidades de prueba.

La gama inicial está compuesta por dos motores de gasolina (de 75cv y 100cv) y dos diésel (85 y 115cv). En breve llegará una versión bifuel, preparada para funcionar con gasolina y GLP y, más adelante, una híbrida no enchufable E-Tech, toda una novedad en los modelos de Renault.

Este Clio es el primer modelo de la Alianza Nissan-Renault que lleva la plataforma modular denominada CMF-B, que se empezó a desarrollar en 2014 y que también la montan el Captur y el Nissan Juke, que se comercializan este año (2020).

Tiene un 85% de piezas nuevas en comparación con la del anterior Clio; hay más acero de alta resistencia y algunas planchas que la componen están unidas mediante adhesivo estructural, lo que mejora el ajuste entre piezas. Se ha aislado mejor el compartimento del motor para reducir el ruido.

Las dos versiones probadas tienen un comportamiento excelente en vías abiertas a pesar de que la motorización de gasolina tiene poco menos de un litro de capacidad y la de gasoil rinde “solo” 85cv. Pero tanto esta potencia como los 100cv de aquél, les permiten un dinamismo poco frecuente. Se puede viajar en ellos de forma cómoda y segura en un intervalo de velocidad muy amplio. A veces parecen modelos de mayor tamaño.

Otras cosas que mejoran en el nuevo Clio son los asientos de buena calidad, el sistema de iluminación de tecnología led o la climatización automática opcional, que es capaz de alcanzar en poco tiempo la temperatura deseada y luego la mantiene sin hacer mucho ruido.

El habitáculo de estos Clio es un poco más amplio que el del modelo al que sustituyen, pero aun así siguen estando lejos de los mejores en este aspecto. A pesar de ello, hay espacio suficiente para que cuatro adultos de estatura superior a la media viajen de manera cómoda. El maletero, con 340 litros de capacidad, sí se encuentra entre los más grandes.

Interior muy mejorado

El nuevo Clio cambia más por dentro que por fuera. Los materiales tienen mejor aspecto que en el modelo anterior y el diseño del salpicadero es distinto. Ahora, instrumentación puede ser una tradicional de agujas o estar formada por una pantalla (de 7 o 10 pulgadas).

El diseño del salpicadero es completamente distinto al del modelo anterior. El nuevo parece algo mejor elaborado, con plásticos de mejor aspecto tanto a la vista como al tacto y superficies más originales.

En el centro del salpicadero también puede haber dos pantallas que puede ser de 7 o de 9,3 pulgadas. La de mayor tamaño está colocada en posición vertical, ligeramente orientada hacia el conductor y presenta una pequeña curvatura. Rompe con el clasicismo de las pantallas horizontales, siguiendo la tendencia marcada hace años por la firma estadounidense Tesla con sus impresionantes eléctricos, y una no menos espectacular pantalla.

Su funcionamiento es bueno y fluido. El sistema operativo, denominado Easy Link, es compatible con Android Auto y Apple CarPlay y tiene un funcionamiento intuitivo y sencillo de manejar. Aunque cualquiera de las dos pantallas permiten controlar muchas funciones, hay mandos físicos para las aquellas cosas que son más habituales. Así, hay botones para la calefacción de los asientos, si tiene la opción instalada, el bloqueo de puertas, el asistente de aparcamiento o las cámaras de visión exterior.

También están separados los mandos del sistema de climatización, que son idénticos a los del nuevo Dacia Duster. En la columna de dirección hay un mando que reúne varios pulsadores para controlar las principales funciones del sistema de sonido. Es muy cómodo y reduce mucho las distracciones, pues se controla muy bien al tacto.

En general, el puesto de conducción está muy conseguido y permite que personas de diversa talla se acomoden con facilidad porque los recorridos de los asientos y del volante son amplios.

Sin embargo, la visibilidad que tiene el conductor a su alrededor no es todo lo buena que sería deseable. Primero, porque el salpicadero es prominente, también porque los pilares del parabrisas están muy tumbados y son muy gruesos, y molestan en los giros, y por último, porque hacia atrás hay poco cristal y mucha carrocería, y si se suben los reposacabezas, queda muy poco cristal.

Para ayudar al conductor en las maniobras se puede instalar una cámara trasera de aparcamiento e incluso un sistema de visión de 360 grados. Este no da una imagen de buena calidad, pero es muy útil, por ejemplo, para dejar el coche bien centrado entre líneas de un aparcamiento en batería.

Espacio habitable

El espacio para los viajeros es más que suficiente, pues el Clio actual ha crecido y todas sus cotas, también. Hay más anchura que en el anterior, y el espacio para las piernas en las plazas traseras, también, manteniéndose la altura, que ya era muy buena. Eso sí, detrás no hay espacio suficiente para que tres personas viajen con un mínimo de comodidad, circunstancia que se da en la mayoría de sus alternativas.

El maletero de las versiones de gasolina tiene 340 litros de capacidad, 40 más que en el del Clio precedente, y es uno de los más grandes de entre aquellos modelos que tienen una carrocería de tamaño similar. Los de las versiones diésel, en cambio, tienen 25 litros menos (315 en total) debido al espacio que ocupa el depósito de AdBlue.

Aunque ninguna de las dos versiones probadas lo tenía, algunas pueden contar con una tabla divisoria que se puede colocar en dos alturas distintas. Al hacerlo en la superior se crea un doble fondo y además sirve para crear una superficie de carga plana al abatir los respaldos de los asientos traseros; y al hacerlo en la inferior se obtiene el máximo volumen de carga. Bajo el piso hay una rueda de repuesto de tamaño convencional.

Además, según la firma gala, en el habitáculo hay otros 26 litros de capacidad distribuidos en huecos portaobjetos, cuatro más que en el modelo anterior. Es especialmente grande y aprovechable la guantera, que además está iluminada, aunque no climatizada ni tapizada. A excepción del hueco que hay por delante de la palanca de cambios, en el que además puede haber un cargador inalámbrico, como era el caso de la unidad de gasolina probada, ninguno tiene un fondo de goma para que los objetos no hagan ruido al moverse.

Motores muy solventes

A pesar de que el Clio actual tiene una plataforma completamente distinta a la del modelo anterior, sus reacciones y las sensaciones al volante no difieren demasiado. Se trata, por lo tanto, de un vehículo con una conducción sencilla y agradable.

La mecánica de 100cv procede de un motor tricilíndrico, que resulta muy acertado. Es totalmente solvente para viajar aunque, a veces, para obtener una buena aceleración hay que hacerlo funcionar a un régimen medio o alto. En ciudad no resulta especialmente suave en su funcionamiento, porque vibra un poco y le cuesta más salir desde parado que al diésel de 85cv.

Este motor diésel es agradable por su funcionamiento tanto en ciudad como en  carretera, y por su bajísimo consumo. Puede parecer que 85cv se quedan algo cortos, pero cunden bastante y son suficientes para circular fuera de la ciudad de forma ágil. Sin embargo, por muy bien que vaya y por poco que gaste, es difícil de aconsejar debido a su elevado precio. También resulta austero en el gasto la mecánica de gasolina, con promedios inferiores a los 6 litros a los 100km.

Sus mandos principales, dirección, suspensión y pedales, oponen poca resistencia al uso, y la palanca de cambios tiene recorridos largos. Al principio, esta suavidad en el manejo de los mandos puede dar la impresión de fragilidad, pero basta usarlo unos días para acostumbrarse en poco tiempo, y darse cuenta de que las marchas entran siempre tan rápido como se desea y que el coche va por donde se le dirije con gran precisión. Es fácil que el conductor se encuentre muy cómodo a sus mandos.

Lo mejor del Clio es que transmite una sensación de seguridad y estabilidad muy altas en carreteras rápidas, propia de modelos más grandes. El aislamiento acústico del habitáculo está bien resuelto en las dos variantes. Las tres fuentes principales de ruido (motor, rodadura y aire) llegan bien filtradas al interior y no suponen un problema de cara a realizar viajes de varias horas.

Gasolina vs gasoil

El motor de gasolina vibra más al ralentí, cosa nada extraña al ser de tres cilindros, y tiene menos fuerza para salir desde parado y al principio cuesta un poco dosificar su potencia con total precisión. Es un propulsor al que poco a poco se le va cogiendo el tranquillo, pero que al principio no resulta del todo agradable.

El diésel es una delicia por lo poco que vibra y porque siempre parece dispuesto a las órdenes que el conductor hace con el acelerador. Además, su entrega de potencia se puede dosificar a la perfección. Es un motor muy agradable, cuyo mayor inconveniente es el precio y el estigma actual hacia los motores de este tipo.

La ventaja del gasolina de 100cv frente al dCi de 85cv es de precio y de prestaciones máximas. Con el Clio TCe se puede viajar a un ritmo mayor, aunque para que ello sea posible, hay que estar más pendiente del cambio de marchas de cinco relaciones. En cuestas pronunciadas es necesario reducir de velocidad para no perder velocidad. Si la orografía no tiene grandes complicaciones se puede viajar en la marcha más larga de forma casi constante, a buen ritmo y con un bajo nivel de ruido.

Como el desarrollo en quinta es muy largo, el motor normalmente gira a un régimen bajo y cuando se levanta el pie del acelerador no da mucha retención. Eso contribuye a la impresión que tiene el conductor de que el coche mantiene con facilidad un ritmo elevado.

El diésel da menores prestaciones que el de gasolina, pero se trata de un propulsor que, por su forma de entregar la potencia, cunde mucho y exige poca atención a su conductor en el uso del cambio de marchas, pues a veces responde casi igual vaya en una marcha determinada, en la anterior más corta o en la siguiente más larga.

En el consumo también hay una diferencia notable, en este caso a favor del dCi, cuyo consumo medio está normalmente por debajo de los 5 litros. No es fácil que gaste más de 6, salvo que se conduzca a un ritmo elevado o que el recorrido sea desfavorable. Durante la prueba el consumo medio se quedó en 4,6 l/100km. El del Tce es más alto en todo momento, quedándose en 5,9 l/100 km de ordenador, y cuando se circula mucho por la ciudad o se conduce a ritmo elevado, el consumo suele estar por encima de 7,0 l/100 km.

Muy completos en confort y seguridad

Hay cuatro niveles de equipamiento disponibles, denominados Life, Intens, Zen y R.S Line. Todos tienen, entre otros elementos, un programador de velocidad con limitador, reconocimiento de señales de tráfico, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas, faros de leds o un sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas.

Opcionalmente, puede tener muchos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, entre los que se encuentran una alerta por cambio involuntario de carril, un detector de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de mantenimiento de carril, programador de velocidad activo y cámaras de ayuda en las maniobras que proporciona una visión de lo que hay alrededor del vehículo. También puede tener un programador de velocidad activo con función de asistente en atascos, que las unidades probadas aún no tenían.

Hay varias líneas de diseño para el interior, 11 colores para la carrocería, alguno de ellos son novedad, como el llamado Naranja Valencia, del Tce de 100cv y tres paquetes decorativos para la carrocería: rojo, naranja y negro. Las llantas puede ser de hasta 17 pulgadas.

Una cosa que distingue a las versiones más equipadas del resto es el número de pantallas y su tamaño. En los modelos más básicos, no hay pantalla; en las versiones intermedias hay una de 7 pulgadas y, en las tope de gama, hay una de 9,3, opcional para algunas de ellas. Ambas dan un resultado correcto. En la de mayor tamaño, que llevaban las dos unidades probadas, la estructuración de los menús es lógica y sencilla, tiene una resolución buena, y se ve siempre con nitidez, incluso cuando la luz del sol incide directamente sobre ella.

Además, como está colocada en la parte superior de la consola no es necesario apartar mucho tiempo la vista de la carretera para consultar la información que muestra. Este sistema multimedia incluye un sistema de navegación y una conexión a internet gratuita durante tres años que permite la recepción de actualizaciones de software y de mapas, realizar búsquedas mediante Google Search y consultar el precio del combustible de las gasolineras cercanas, el estado del tráfico o la previsión meteorológica. Otra función exclusiva de este sistema multimedia es que permite elegir entre varios modos de conducción.

La instrumentación también puede ser de varios tipos en función del nivel de equipamiento elegido. La más sencilla es convencional, con dos indicadores de agujas separados por una pequeña pantalla. La opción intermedia es una pantalla de 7 pulgadas que permite cambiar la forma de visualizar la información e incluso personalizar algunos datos. Las unidades probadas llevaban la instrumentación más completa, también es una pantalla, pero de 10 pulgadas, con más definición y con capacidad para mostrar las indicaciones del sistema de navegación.

En cualquier caso la calidad de imagen es acertada, no la mejor posible, y en general hay dos peculiaridades, una positiva y otra negativa. La primera es que a la vez aparecen en la pantalla hasta cinco funciones diferentes (navegador, teléfono, audio…), y la mejorable es el manejo del volumen (se puede hacer desde los pulsadores satélites en la columna de dirección), que necesita de dos toques para poder subirle o bajarle. Con un botón se solucionaría.

CLIO DE GASOLINA

FICHA TÉCNICA

Motor

999 cc. Motor de gasolina de 3 cilindros en línea, inyección indirecta con turbo e intercooler. Caja de cambios manual de 5 marchas. Tracción delantera. Potencia: 100 cv. Start&Stop.

Prestaciones y consumos

Velocidad máxima: 187 km/h. Aceleración de 0 a 100 km/h: 11,8.

Consumo mixto en prueba: 5,9 l/100 km. Consumos oficiales. Mixto: 5,2 l/100 km. Urbano: 6,8 l/100 km. Extraurbano: 5,4 l/100 km.

Emisiones de CO2

117 gr/km (Euro6).

Dimensiones y capacidades

Longitud: de 4.050 mm. Anchura: 1.798 mm. Altura: 1.677 mm. Peso en vacío: 1.178 kg. Capacidad maletero: 340 litros. Capacidad del depósito de combustible: 42 litros.

LO MEJOR

Confort de marcha. Equipamiento. Imagen exterior. Acabados interiores. Seguridad.

LO PEOR

Plaza central. Pequeñas vibraciones. Algunas funciones de la pantalla táctil.

PRECIO: 18.280 euros

(Aparte quedan los descuentos de la marca, las posibles subvenciones oficiales y el equipo opcional)

CLIO DIÉSEL

FICHA TÉCNICA

Motor

1.461 cc. Motor diésel de 4 cilindros en línea, inyección directa, common rail, con turbo e intercooler. Caja de cambios manual de 6 marchas. Tracción delantera. Potencia: 85 cv. Start&Stop.

Prestaciones y consumos

Velocidad máxima: 178 km/h. Aceleración de 0 a 100 km/h: 14,7.

Consumo mixto en prueba: 4,6 l/100 km. Consumos oficiales. Mixto: 4,2 l/100 km. Urbano: 4,9 l/100 km. Extraurbano: 3,6 l/100 km.

Emisiones de CO2

111 gr/km (Euro6).

Dimensiones y capacidades

Longitud: de 4.050 mm. Anchura: 1.798 mm. Altura: 1.677 mm. Peso en vacío: 1.277 kg. Capacidad maletero: 340 litros. Capacidad del depósito de combustible: 39 litros. Depósito de AdBlue: 12 litros.

LO MEJOR

Consumo. Confort de marcha. Equipamiento. Imagen exterior. Acabados interiores. Seguridad.

LO PEOR

Plaza central. Algunas funciones de la pantalla. Precio alto sin descuentos. 

PRECIO: 20.100 euros

(Aparte quedan los descuentos de la marca y el equipo opcional)