En los últimos años, como también ha sucedido en muchos otros municipios, Casarrubuelos ha perdido parte de sus lechuzas debido, fundamentalmente, a la desaparición de los lugares tradicionalmente utilizados por estas aves para anidar (las lechuzas no construyen nidos, sino que son cavernícolas y establecen sus nidos aprovechando todo tipo de oquedades en edificios de entornos rurales como campanarios, graneros, etc.).
En ese sentido, para ayudar a preservar y aumentar las lechuzas, la localidad madrileña ha querido participar en el Proyecto Alba Fase 3 de Brinzal, una organización sin ánimo de lucro creada en 1986 y declarada de Utilidad Pública, que se dedica al estudio, conservación y rehabilitación de rapaces nocturnas.
Durante 2020 y 2021, Brinzal está ejecutando el proyecto “Estudio de los factores limitantes y construcción de un modelo espacial predictivo para la conservación de rapaces nocturnas con tendencias poblacionales regresivas: la lechuza común y el mochuelo europeo” (Proyecto Alba Fase 3), que cuenta con el apoyo con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad, y que tiene el objetivo de optimizar los esfuerzos dedicados a la conservación de estas especies, a través del conocimiento de los factores implicados en su disminución.
En colaboración con el Ayuntamiento de Casarrubuelos, Brinzal colocó en mayo dos cajas-nido para contrarrestar la carencia de espacios naturales de anidamiento para estas aves en Casarrubuelos, consiguiéndose que anidase una lechuza que puso cinco huevos, de los que han sobrevivido 4 ejemplares, habiéndose hecho seguimiento a esta nueva familia durante estos meses y habiéndose identificado y registrado a estos nuevos ejemplares para poder seguir su evolución en adelante.
La idea desde ambas partes es continuar con esta iniciativa para ayudar a que el máximo número de lechuzas puedan anidar en Casarrubuelos y sacar adelante a sus crías.
La lechuza común
La lechuza común (Tyto alba) y el mochuelo europeo (Athene noctua) son dos especies de rapaces nocturnas unidas a los medios agrarios, que están experimentando una creciente regresión en sus poblaciones en el centro peninsular debido, sobre todo, a la intensificación agrícola, al cambio de los modos de vida en los municipios y a la disminución o desaparición de los espacios naturalmente utilizados por estas aves para su anidamiento.
El último censo de lechuza (2018) muestra una disminución cercana al 70% en la Comunidad de Madrid en los últimos 20 años. Hace una década se estimó en un 40% el descenso del mochuelo en España.