Con la oposición de la Fiscalía y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y habiendo transcurrido poco más de un año de su ingreso en prisión, Iñaki Urdangarin ha salido de la cárcel de Brieva (Ávila), donde cumple condena de cinco años y 10 meses de prisión en el caso Nóos por varios delitos de corrupción.
A petición del reo, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León le permite salir dos días a la semana para que ejerza tareas de voluntariado en Hogar Don Orione, de la congregación religiosa Pequeña Obra de la Divina Providencia dedicada a la ayuda a personas con discapacidad.
En esta fundación, ubicada en Pozuelo de Alarcón (Madrid) a 103 kilómetros de la cárcel, el marido de la infanta Cristina podrá hacer frente a la “desocialización” que comporta la “situación de aislamiento” en la que cumple su condena, dice el auto. Allí acudirá el exduque de Palma los martes y los jueves acompañado de su escolta –sufragada por el Estado por ser familia directa del Rey– “en compensación con el excepcional régimen de vida”. Dice el juez que “el recurrente puede que haya elegido ingresar en el Centro Penitenciario de Ávila que, como es sabido, es centro de mujeres, pero quien ha decidido que siga allí es la Administración” y considera necesario establecer “mecanismos correctores de tal situación”.