El Acento/ Inmaculada Sánchez.
La derecha siempre ha sabido sumar mucho mejor que la izquierda. Y no por mayor destreza en matemáticas, sino por un sentido de supervivencia mucho más desarrollado históricamente que el de las éticas y plurales izquierdas.
Pablo Casado, devenido en ‘mediomarianista’ tras la segunda oportunidad con la que se ha encontrado de improviso por la inesperada convocatoria electoral de noviembre, se harta de repetir su propuesta de suma de las derechas en la papeleta electoral. Su propuesta de unidad no saldrá –imposible que salga con el actual Ciudadanos de Rivera–, pero como eslogan de campaña ya le está funcionando entre su clientela.
El etéreo icono de ‘España Suma’, indebida apropiación del nombre de nuestro país, dicho sea de paso aunque no de sorpresa, va añadiendo votos al PP en las encuestas a la par que insuflando ánimos a sus huestes. El gratificante espectáculo de la creciente división en las fuerzas de izquierda solo está haciendo el resto.
Que quien ha optado por la escisión, abonando la nutrida historia de divisiones en la izquierda, argumente su decisión en la supuesta ‘suma’ que lleva bajo el brazo y pretende confirmar el apellido ‘Más’ del que se ha dotado, ya es más que discutible
Para ampliar su regocijo, esta semana se ha presentado oficialmente Iñigo Errejón como tercera opción del bloque progresista. La literal traslación de su Más Madrid a la alternativa estatal habría alumbrado un ‘Más España’ como indeseada denominación para sus votantes y, fiel a su pragmático olfato político, el prófugo fundador de Podemos ha preferido bautizar su arriesgada apuesta con un ‘País’ más acorde a su templado carácter.
Que Casado llame a la unidad desde su atalaya de la derecha, tan poco acostumbrada a la división, tiene su lógica. Que quien ha optado por la escisión, abonando la nutrida historia de divisiones en la izquierda, argumente su decisión en la supuesta ‘suma’ que lleva bajo el brazo y pretende confirmar el apellido ‘Más’ del que se ha dotado ya es más que discutible.
Para no perder detalle del cada vez más profuso escenario político habrá que añadir que el salto estatal del errejonismo está siendo acunado por un nada disimulado apoyo de los grandes medios, similar al del que, en su día, disfrutó Albert Rivera. Desconfíe el flamante líder de apoyos tan interesados.
La izquierda se juega mucho este próximo 10 de noviembre tras la histórica decepción de las elecciones de abril. Recordemos que a la derecha se le dan mejor las sumas: no hay más que ver muchos de los gobiernos autonómicos y locales que nacieron tras las elecciones de mayo. Madrid, sin ir más lejos, justo donde Errejón decidió cambiar de equipo para competir en la Premier League.
Periodista y directora de El Siglo desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas Cambio 16 y El Nuevo Lunes y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.