Isabel Díaz Ayuso, La esperanza del PP
Con su investidura cada vez más cerca, el poder territorial que atesorará la convertirá en una de las baronesas más importantes del PP. / EUROPA PRESS

Política / Virginia Miranda

Liberal, polémica y sin complejos, Ayuso se erige en arma de Casado frente al PSOE

El PP confía en que, a diferencia de Pedro Sánchez, Isabel Díaz Ayuso logre ser investida presidenta. Ella de la Comunidad de Madrid, cuna del liberalismo desacomplejado que practicó Esperanza Aguirre y que tanto la candidata regional como Pablo Casado aprendieron de jóvenes para ahora replicarlo en un intento por recomponer la formación conservadora. Movidos por la consabida defensa de los principios y valores de los que la otrora lideresa hizo bandera, su origen popular compartido les ha vuelto a unir en su cruzada contra la izquierda y en su batalla contra las nuevas huestes de la derecha. Tan polémica y controvertida como su mentora política, la futura jefa del Gobierno de la Puerta del Sol aspira a ser el arma de oposición más efectiva contra los socialistas. A diferencia de su antecesora, que lo fue de su propio líder nacional.

Las candidaturas del PP más sorprendentes para el 26-M fueron las de Madrid. Porque ninguno de los dos aparecía en las quinielas, no porque no tuvieran toda la lógica casadista. José Luis Martínez-Almeida no tenía el peso político de otros nombres que desfilaron por las apuestas a alcalde, pero se había trabajado la designación desde que tomara el testigo de Esperanza Aguirre en el Ayuntamiento y empezara a hacerle oposición a la carismática Manuela Carmena. Isabel Díaz Ayuso tenía un currículum de muy baja intensidad en la formación conservadora, pero gozaba del atributo más valorado en Génova, 13: la afinidad personal e ideológica con Pablo Casado.

Como le ocurriera a Esperanza Aguirre, la irrupción de Isabel Díaz Ayuso en la política madrileña ha estado acompañada de declaraciones poco ortodoxas

Apenas se sabía nada de esta periodista de formación que, tras desempeñar labores de comunicación digital en los equipos de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, tuvo un golpe de suerte en 2011, cuando quedó vacante un escaño en la Asamblea de Madrid y ella, que se había quedado fuera del Parlamento regional en las elecciones autonómicas de aquel año, consiguió entrar unos meses después.

En la siguiente legislatura, la que dio comienzo en 2015, fue portavoz adjunta del grupo popular en la Cámara autonómica hasta su nombramiento como viceconsejera de Presidencia y Justicia del gobierno regional, cargo que compatibilizó con el de responsable del área nacional de comunicación digital del Partido Popular.

La apuesta personal

Por duración y categoría, la carrera de otros dirigentes como el alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, persona muy próxima a Casado y de origen también aguirrista, parecía más adecuada para el reto de conservar el Gobierno de la Comunidad de Madrid cuando las encuestas daban un buen pronóstico a la suma de Ángel Gabilondo y de Íñigo Errejón. Pero el líder del PP decidió asumir un riesgo personal –así lo interpretaron entonces fuentes conservadoras– nombrando candidata a Díaz Ayuso, uno de los rostros más desconocidos de cuantos le acompañaron el 20 de junio del pasado año a Génova, 13 a entregar sus avales para el congreso extraordinario donde fue elegido presidente del partido.

Hoy, aquella desconocida es la futura presidenta de la Comunidad de Madrid. No lo ha conseguido a la primera, pero sus eventuales socios de Ciudadanos y Vox –está por ver cómo y en qué medida lo son– parecen más que dispuestos a encontrar una fórmula que enmascare los acuerdos que la formación naranja está alcanzando con la ultraderecha y que permita a los de Abascal mantener el tipo frente a los intentos de veto naranjas.

Tras el fracaso de la inédita primera sesión de investidura sin candidato, las tres derechas se mostraron dispuestas a buscar el acuerdo según una fórmula tolerable para todas las partes y que, a día de hoy, parece aproximarse a la propuesta de la propia candidata popular; que el acuerdo se manifieste de forma verbal en la sesión de investidura y sea recogido por el diario de sesiones.

Regalo de aniversario

Más allá de esta fórmula, poco más se ha sabido en esta semana de negociaciones discretas. Una semana que, según sus protagonistas, podría haber sido la definitiva. Esto es, la semana en que Díaz Ayuso podría haber sido investida presidenta. Y, sin embargo, podrían haber pesado razones de índole nacional para que se haya preferido esperar.

Eran varios los medios que estos días apuntaban el interés de los populares por contraponer su posible investidura en la Asamblea de Madrid con la –a día de hoy– improbable del PSOE en el Congreso. Es decir que, con fecha aún por determinar al cierre de esta edición, si Pedro Sánchez no logra los votos suficientes para ser presidente este 25 de julio Pablo Casado podría exhibir unos días después el músculo político de un nuevo bastión territorial nada menos que en la Comunidad de Madrid y con una persona de su entera confianza. Si todo marcha según lo previsto, la primera casadista llegará al cargo días después del aniversario del líder popular al frente de la formación conservadora, que se celebra este 21 de julio.

Pablo Casado
Días después de celebrar su primer año como líder del PP, Casado recibirá la mayor recompensa a su resistencia frente a los críticos. / EUROPA PRESS

El regalo está pensado además para que Casado le de varios usos; para adoptar una actitud contestataria frente a Pedro Sánchez –sea cual sea la fecha de su investidura– desde el Gobierno autonómico con mayor peso político en todo el Estado, para sacar ventaja comparativa frente a Albert Rivera y su pretendido liderazgo en la oposición y para desembarazarse las presiones de los barones que casi le convencen tras las generales de que en el centro está la virtud.

Así y de materializarse las investiduras de Madrid y Murcia no tendrá que atender las voces que le piden prudencia y nombrará por fin portavoz en el Congreso a Cayetana Álvarez de Toledo. En una recuperada estrategia de mano dura –Casado se ha puesto en modo hombre de Estado mientras asiste como espectador a las cada vez más enconadas diferencias entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias– y también en previsión del duelo en la derecha que desde Ciudadanos comandará Inés Arrimadas, curtida frente a los independentistas en el Parlament y siendo Cataluña el más que probable terreno donde populares y ‘naranjas’ habrán de medir sus fuerzas.

Retazos de Aguirre

Para Esperanza Aguirre este será un doble motivo de satisfacción. Casado y Ayuso, surgidos de las Nuevas Generaciones del PP de Madrid donde la exlideresa creó escuela, han revitalizado el liberalismo desacomplejado del que ella hizo gala hasta el último de sus días en primera línea, que abandonó por exceso de acumulación de casos de corrupción en su entorno de colaboradores más cercanos.

Esperanza Aguirre
La investidura de Ayuso será un doble motivo de satisfacción para Aguirre, que verá cómo las políticas recuperadas por Casado se pondrán en práctica desde su antiguo despacho. / EUROPA PRESS

La relación entre Aguirre y Ayuso trasciende la esfera política. De manera anecdótica, cuando la experta en comunicación digital gestionó la cuenta de Pecas, el perro de la expresidenta de la Comunidad de Madrid que durante un tiempo pretendía darle un toque divertido a su campaña a la alcaldía.

Pero también existen similitudes en los orígenes de ambas políticas que, a pesar de estar plagados de polémicas, han superado las críticas y la condescendencia eso sí con algunas dificultades; la primera necesitó de un tamayazo para gobernar en la Comunidad de Madrid y a la segunda le está costando que sus apoyos encuentren una puesta en escena aceptable para sus electores.

La campaña electoral no ha sido fácil para Ayuso. Propuso considerar “al concebido no nacido como un miembro más de la unidad familiar” en la política de ayudas reconociendo a renglón seguido no haber pensado qué hacer si el embarazo no llegaba a término, lamentó la entrada en vigor de Madrid Central porque “los atascos eran parte de la vida” de la ciudad y dejó plantado en el último momento a un foro empresarial que se negó a limitar la presencia de periodistas.

Después de haber caldeado el ambiente antes del 8-M asegurando que el discurso feminista es “totalitario” e intenta “adueñarse de las mujeres, colectivizarlas y dividirlas” o de fichar como número dos de su lista a David Pérez, que en 2016 y siendo alcalde de Alcorcón dijo que las feministas “son muchas veces mujeres frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas”, el escarnio al que fue sometida Ayuso la llevó a colegir que la prensa la malinterpretaba de forma malintencionada porque es mujer.

Los líderes autonómicos del PP con poder territorial han sido críticos con Pablo Casado, que se verá ‘liberado’ de presiones orgánicas y políticas tras formar Gobierno en Madrid

Situaciones similares se vivieron en tiempos de Aguirre como titular de Cultura del Ejecutivo de José María Aznar. El programa satírico de Telecinco Caiga quien caiga, con un formato pionero en los 90 dirigido por el Gran Wyoming, hizo mofa de ella. Durante mucho tiempo, artistas, periodistas y ciudadanos interesados por la cultura –eso sí, mainstream– le reprocharon que no conociera al cineasta Santiago Segura. Hasta surgió un malintencionado bulo sobre una supuesta confusión entre José Saramago y una tal Sara Mago. En este punto, Aguirre supo transformar la crisis –de imagen– en oportunidad –conocimiento entre el electorado–. Eso y dos diputados tránsfugas del PSOE la convirtieron en presidenta de la Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso no fue tan consciente de que sus polémicas declaraciones la habían situado en un escaparate electoral inmejorable. Y no lo fue porque para ella fue una sorpresa que, con la suma de Cs y Vox, era la candidata con más posibilidades de ser investida presidenta. Para ella y para Pablo Casado, que respiró aliviado después del varapalo de las generales.

La nueva ‘Esperanza’ del PP tiene ahora para el presidente nacional del partido una connotación positiva. Esa sí que es una característica genuina de Ayuso; durante cuatro años de oposición y más de cinco años de Gobierno, Mariano Rajoy tuvo en Madrid y el PP regional uno de sus mayores quebraderos de cabeza políticos y focos de oposición interna. Toda una lección para Casado, que está tomando precauciones para que la batalla entre la planta primera y la séptima de Génova, 13 no se vuelva a repetir.

Asuntos por aclarar

No ha tocado poder e Isabel Díaz Ayuso ya tiene varias polémicas sobre la mesa. Varias polémicas en una porque todas tiene que ver con un préstamo y unas donaciones de su padre, ya fallecido, que están por aclarar.

Los socialistas en la Asamblea de Madrid registraban hace un mes una petición de información en la Cámara autonómica y el grupo de Más Madrid pedía un pleno extraordinario sobre Avalmadrid, además del expediente completo de préstamos de esta entidad a la familia de la candidata del PP a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.

Según elconfidencial.com, esta sociedad semipública aprobó en marzo de 2011, cuando la aspirante a la presidencia autonómica se dedicaba a labores de comunicación en el PP de Esperanza Aguirre, la concesión de un préstamo de 400.000 a la empresa Mc Infortécnica, en la que participaba el padre de Ayuso y que aportó como garantía una nave de un pueblo de Ávila escriturada en 26.388 euros y tasada en 213.000. Según el digital, la deuda no fue saldada y ahora ascendería a 544.000 euros. Eldiario.es añadía que los técnicos de Avalmadrid alertaron de que la nave que se puso como garantía era ilegal y manifestaron sus dudas sobre la capacidad de la empresa para devolver el préstamo.

Además, según infolibre.es, la popular podría enfrentarse a un delito de cooperación necesaria en un presunto alzamiento de bienes por haber aceptado la donación de un piso de sus padres en el madrileño barrio de Chamberí evitando el embargo de los acreedores. Este pasado jueves, el mismo periódico digital añadía que Ayuso posee el 50 por ciento de la sociedad Sismédica S.L., una empresa cuya actividad principal es el alquiler de bienes inmuebles que incumple la obligación de presentar cuentas en el Registro Mercantil desde hace cuatro años. Según el diario, se hizo en 2012 con las participaciones de la compañía que perteneció a su padre seis meses después de recibir el inmueble por el mismo método.

Según un portavoz de la dirigente popular en declaraciones a infolibre.es, la empresa carece de actividad desde hace “cuatro años” –el mismo tiempo que lleva sin presentar las cuentas, una obligación legal–, “no tiene propiedades” y ella “sólo es accionista”, de modo que “no tiene responsabilidades en la gestión”.