La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, ha anunciado esta semana la apertura del proceso de impeachment contra Donald Trump; o lo que es lo mismo, un proceso para destituir al presidente.
El impeachment consiste en que la Cámara de Representantes presenta una serie de cargos contra el presidente y después se celebra un juicio político en el Senado, que es donde se decide si es destituido del cargo. Esto ha ocurrido en tres ocasiones más en la historia de EE UU pero en ninguna de ellas se destituyó al presidente.
Esta vez el detonante ha sido la presión que ejerció Trump sobre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que investigase al candidato de la oposición, el demócrata Joe Biden, de cara a las elecciones generales de 2020.
Esto ocurrió durante una llamada telefónica en julio de este año; la Casa Blanca ha revelado el contenido de esa llamada en la que se escucha cómo el presidente de EE UU pidió a Zelesnki que colaborase con el fiscal general de Estados Unidos para investigar los negocios de Hunter Biden, hijo del candidato demócrata.
A pesar de esto Trump sigue negando que hubiese ningún tipo de presión al igual que el presidente de Ucrania, que ha declarado que fue una conversación “normal”.
