HACIENDO KILÓMETROS
El que no tengamos una temporada taurina regular no nos exime de recorrer España cual si fuéramos matadores de postín. Los festejos de temporada van encadenándose y puedes pasar una semana en una capital disfrutando de su gastronomía y monumentos. Este año, los festejos van saltando “de mata en mata” y si terminamos el día 21 de agosto en Esquivias (Toledo), al siguiente el cartel de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) tenía demasiados atractivos como para dejar de asistir. Y se cumplieron las perspectivas, la corrida anunciada como “Magallánica” juntaba a la mítica ganadería de Miura con tres toreros muy capaces. Esto de las corridas anunciadas como “magallánicas”, “teresianas”, “pinzonianas” o “picassianas” no deja de ser algo pintoresco pero que no tiene ningún sentido taurino. El señorío de siempre lo han tenido las tradicionales Goyesca de Ronda y la Goyesca del 2 de mayo de Madrid. La plaza de Sanlúcar se inauguró hace 120 años con una novillada de Miura, por eso, esta tarde tenía un significado especial y respondió el ganado premiándose al segundo, Africano-97, con la vuelta al ruedo. Manuel Escribano saludó tras dos faenas de poder y aliño; Pepe Moral fue capaz de cortarle una oreja al tercero y Daniel Luque, en estado de gracia, cortó cuatro orejas.
Y de Sanlúcar a Astorga distancia más larga que la de Santurce a Bilbao que dice la canción, total son casi mil kilómetros de nada. Los toros de García Jiménez tuvieron la clase suficiente para que Uceda Leal mostrara la suya y su torería y Sebastián Castella su valor y quietud; cortaron tres orejas cada uno saliendo por la puerta grande sin que su compañero “El Fandi” tuviera suerte en su lote. Como había festejo al día siguiente 24 se pudo descansar y disfrutar de una población que tiene monumentos que invitan a no viajar al extranjero; para comenzar, la Catedral no tiene que envidiar a ninguna de dentro ni de fuera de nuestras fronteras y lo mismo el palacio Episcopal o ¿hay que ir a Segovia a ver el Alcázar? Los toros de El Pilar tuvieron todos los requisitos del toro bravo y eso se nota en la labor de los toreros. Repetía Uceda Leal en el puesto de “Finito de Córdoba” que se hizo daño en una mano entrenando y repitió parcialmente su éxito anterior al cortar una oreja; el francés Juan Leal redondeó la tarde cortando cuatro orejas y se sumó a la fiesta el peruano Joaquín Galdós que paseó una oreja del tercero e indultó al quinto, Potrico nº 64 de dinastía emblemática.
Se suspendió el festejo de rejones en Astorga y los dos carteles del 28 y 29 de agosto en Alcalá de Henares lo que facilitó el ir a los dos festejos esos días en Mérida que, por la ruta de la plata, está a tiro de piedra, no llega a los quinientos kilómetros. El 28 se rindió un homenaje a Borja Domecq Solís, ganadero de Jandilla, fallecido por causa del Covid-19 el pasado marzo pero el verdadero homenaje se lo dedicaron sus toros que tuvieron la casta y bravura que su criador quiso imprimir a su vacada; tanto Morante como “El Juli” cortaron una oreja y el tercero en el cartel, José María Manzanares se llevó el lote en el sorteo, indultó a un gran toro, su primero, Palangrero nº 48 y le cortó las dos orejas al sexto. Al dar la vuelta al ruedo portando los trofeos simbólicos sacó a Borja Domecq Noguera, actual director de la ganadería para que compartiera ese momento que recordaba más que nunca a su padre. La tarde siguiente no se quedó atrás y triunfó la ganadería de García Jiménez y los tres toreros que salieron a hombros, Enrique Ponce con las dos orejas del cuarto, “El Fandi” con las del segundo y Miguel Ángel Perera que paseó una oreja de cada toro.
Para terminar el mes, qué mejor que volver por Toledo a la localidad de Añover de Tajo que anunció dos festejos los días 30 y 31 de agosto. El primer día los toros fueron de Murteira con Sergio Serrano (una oreja al primero), Juan Leal, ovacionado en sus dos toros y José Garrido que cerró el festejo cortando las dos orejas al sexto. El 31 fueron novillos de una ganadería de reciente formación, San Isidro, del aficionado Raúl Tenorio. Dejó muy buenas sensaciones el novillero colombiano Leandro Gutiérrez en su debut con los del castoreño; se ha formado en el Centro Internacional Taurino de Alto Rendimiento (CITAR) donde el director Pedro Alonso Marañón y el profesor Luis Miguel Encabo están llevando a cabo una labor muy importante. La faena ante el sexto tuvo mucha verdad, largura de muletazos y temple de ahí el premio de las dos orejas. Sus compañeros Francisco Montero y Rubén Hernandez fueron aplaudidos.
Y ya veremos qué nos depara septiembre con las nuevas directrices en cuestiones sanitarias.
- Agulla
