La Plataforma por el Entorno Natural de Tres Cantos ha pedido al Ayuntamiento que lleve a cabo una serie de medidas con motivo de la situación en la que ha quedado el arbolado de la ciudad después de la intensa nevada caída al paso de la borrasca Filomena por nuestro país.
En ese sentido, desde esta plataforma han conminado al Consistorio a:
- Adoptar un modelo de gestión natural de nuestros espacios verdes y económicamente mucho más barato que garantice su uso y disfrute por parte de la ciudadanía de Tres Cantos, y la persistencia en el tiempo de sus valores naturales.
- Abordar una evaluación cuantitativa y cualitativa de acceso público de los daños producidos por la borrasca Filomena.
- Actuar en el marco de la Ley 8/2005 de Protección del arbolado urbano con estricto cumplimiento de sus preceptos.
Tal y como han explicado, «la nevada del 8 y 9 de enero ha afectado gravemente al arbolado urbano de Tres Cantos. Un gran número de árboles han perdido una parte importante de su copa o incluso han caído al ser incapaces de soportar el peso de la nieve acumulada. Esto no sólo supone un riesgo para personas y edificios, sino que también implica un gran coste en trabajos de jardinería y arboricultura», además de que, han dicho, » por la magnitud de los daños y la cantidad de árboles afectados, el coste se incrementa debido a que el Ayuntamiento de Tres Cantos ha externalizado los servicios de jardinería y mantenimiento urbano».
Las graves consecuencias sobre el arbolado urbano se explican, según han denunciado, «por la mala salud de estos árboles, derivada de la falta de espacio para desarrollarse, la ubicación errónea de algunos ejemplares, la inadecuada selección de especies, la falta de cuidados y los inapropiados métodos de mantenimiento».
En ese sentido, han expuesto, «una combinación de especies exóticas (no originarias de esta parte de Europa) que necesitan gran cantidad de agua para mantenerse saludables en nuestra zona climática y años de gestión del arbolado urbano deficiente, han dado lugar a ejemplares débiles con troncos demasiado desnudos, copas desequilibradas y raíces poco profundas» y, por ello, han apuntado, «los efectos de esta falta de salud ya eran evidentes antes de la nevada, con un número creciente de árboles muertos por vendavales o sequías prolongadas, debilitados como consecuencia de una arboricultura agresiva y del aumento de zonas embaldosadas en los jardines urbanos».
Por todo ello, han concluido, «necesitamos una gestión adecuada de los parques y jardines de Tres Cantos para hacer frente a futuros eventos climáticos extremos, que se prevén más frecuentes en los próximos años. Una gestión más eficiente y mucho menos costosa pasaría por utilizar especies autóctonas, que necesitan menos cuidados, junto con una buena planificación de podas regulares que optimicen la geometría de los árboles. El gran presupuesto necesario para mantener jardines a lo largo de la superficie de Tres Cantos se puede reducir drásticamente empleando especies más adecuadas, aprovechando la vegetación natural y potenciando sus valores ecológicos. Estos pequeños cambios en la gestión ayudarían al arbolado a soportar de mejor forma fenómenos meteorológicos como Filomena».