El 6 de diciembre de 1900 falleció en Córdoba el banderillero Rafael Sánchez Gómez “Poleo”. Era sobrino de Rafael Molina “Lagartijo”.
Sexto y último festejo de la Feria de Quito (Ecuador) celebrado el 6 de diciembre de 1967. Se lidiaron toros ecuatorianos, seis de la ganadería de Chalupas y tres de Pedregal para nueve toreros. Dámaso Gómez abrió el cartel y le cortó dos orejas a su toro, tuvo que matar el que correspondió a Mariano Cruz que resultó cogido. Dos orejas cortaron también Andrés Vázquez y Manuel Benítez “El Cordobés”; Diego Puerta dio la vuelta al ruedo y se ovacionaron las faenas de Victoriano Valencia, Manuel Cano “El Pireo” y Pedrín Benjumea. Armando Conde fue silenciado al concluir su trasteo.
El 6 de diciembre de 1970 se inauguró la plaza de toros de Las Palmas (Canarias) con una capacidad para 14.000 localidades. El ganado llevó el hierro del maestro Paco Camino. Hicieron el paseíllo Gregorio Sánchez, Paco Camino y José Fuentes que tuvieron una tarde en tono gris. En el intermedio actuó el rejoneador Ángel Peralta que resultó el único triunfador al ser premiado con las dos orejas y el rabo. No hubo alguacilillos y los peones cortaron algunas orejas entre pitos del público.
El famoso escritor y crítico taurino César Jalón Aragón, que firmó sus crónicas taurinas con el seudónimo de “Clarito” falleció en Madrid el 6 de diciembre de 1985 cuando contaba 96 años de edad. Comenzó su carrera periodística en el semanario The Kon Leche pasando luego a la sección taurina del diario El Liberal hasta llegar al diario Informaciones de Madrid. Además, fue Ministro de Comunicaciones en los gobiernos que presidió Alejandro Lerroux durante la II República. También escribió en el semanario El Ruedo.
El torero español Julián López “El Juli” confirmó la alternativa en la Plaza México el 6 de diciembre de 1998. Miguel Espinosa “Armillita Chico” le cedió el toro Torbellino nº 58 de la ganadería de De Santiago con Mario del Olmo como testigo. “El Juli” saludó desde el tercio al concluir la faena; con el sexto, Platero, realizó una faena que se jaleó desde los tendidos con gritos de ¡torero-torero! y, pese a tener que utilizar el descabello, se le premió con una oreja y fue sacado a hombros por el público.