Cerca de 500 personas se reunieron en Bonilla de la Sierra, una de las localidades más hermosas de España, para mostrar su rechazo a los proyectos mineros en el Valle del Corneja.
Este evento, celebrado el 19 de abril, fue organizado por la Asociación Vive el Valle del Corneja y la Plataforma No a la mina en el Valle del Corneja. También reunió a 18 alcaldes y 13 concejales de diferentes municipios de la zona, quienes firmaron un manifiesto en defensa del patrimonio común y del modelo de desarrollo que respeta el medio ambiente y el bienestar de las comunidades.
A pesar del frío y el viento, los asistentes expresaron su oposición a las minas a cielo abierto que podrían perjudicar el valle. Llevaban cencerros, panderos y tambores para ser escuchados, y se reunieron bajo las campanas de la iglesia local.
El alcalde de Bonilla, José Antonio Orgaz, alentó a la comunidad a seguir luchando por su territorio, afirmando que “nuestras vidas no se compran ni se venden. Todos nosotros somos el Valle del Corneja y no vamos a permitir en ningún momento que nos lo rompan.” Orgaz celebró el compromiso que asumen los 19 municipios “sin colores de ningún tipo, solamente pensando en el Valle”.
Manifiesto
Durante el acto, se leyó el manifiesto que expresa la firme intención de los alcaldes de proteger el medio ambiente y la cultura del valle. Rechazan categóricamente la minería a cielo abierto, señalando que estas actividades no son compatibles con su modo de vida sostenible y el futuro que desean para las próximas generaciones.
Varias voces se escucharon en el evento. Biólogos, como Paco García, advirtieron sobre la rica biodiversidad del valle y la posible extinción de especies. Expertos en química, como Rodolfo Manuel, hablaron sobre los graves riesgos para la salud que presentan las minas, incluyendo el cáncer por el polvo que generan. Jóvenes ganaderos, como Cristian y Flori, describieron la mina como una «catástrofe» que pondría en peligro su sustento. Artistas jóvenes, como Vega Almohalla, también se comprometieron con la causa a través de la música, evocando la belleza de la tierra natal en sus letras.
La música en vivo también formó parte del acto. Letizia Izrego interpretó «Bella corneja», una canción que defiende el valle, y Laura González Castro, del grupo Corneja Folk, cantó «No me iré», resaltando la conexión emocional con la vida rural. Este grupo de folk busca concienciar sobre la despoblación y la importancia de las raíces.
Librado Casero recitó un poema titulado «No a la mina», y el evento concluyó con un fuerte cierre musical que mostró el compromiso colectivo por la defensa del territorio.
A lo largo de la jornada, todos los presentes dejaron en claro su deseo de proteger su hogar y el patrimonio natural del Valle del Corneja frente a las amenazas de la minería.