‘El armario de mis amigas’. La tienda de segunda mano que está rompiendo estereotipos de moda

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Susana Castromil, y las hermanas María y Pilar García son tres pozueleras que están más de moda que nunca y han tenido una idea maravillosa en aras de la sostenibilidad.

Su proyecto se llama ‘El armario de mis amigas’ y consiste en recoger la ropa que la gente ya no usa y darles una segunda vida. La diferencia con plataformas como Wallapop o Vinted es que una se puede acercar a su local y ver, tocar y probarse la ropa antes de comprarla. La otra gran diferencia es que las ganancias que reciben de la venta, las reparten con la propietaria de la prenda y con una ONG.

Hablamos con estas tres mujeres cuya mejor arma publicitaria es el boca a boca. María es el alma mater del proyecto. Susana es la responsable de producto, la encargada de la selección, valoración y etiquetado. Y Pilar es la que tiene el contacto directo con la clienta. Un trío que funciona a la perfección.

P.-¿Cómo surge esta idea María?

R.- Surgió cuando yo estaba en Estados Unidos. Allí me juntaba con mis amigas y cada una llevaba lo que ya no usaba y hacíamos intercambio. Al llegar a España empecé a hacerlo con mis amigas de aquí. Empezamos siendo cuatro, pero el grupo cada vez crecía más con amigas de amigas. Recibíamos tanta ropa que decíamos: “qué hacemos con esto”. Así es como decidimos montar este negocio.

P.-¿Tiene futuro una tienda de segunda mano en Pozuelo?

R.- Creíamos que iba a costar, pero si tú te vas a París, a Nueva York o a Londres, las tiendas de segunda mano se encuentran en buenas zonas. Hay que romper con la idea de que la segunda mano va unida a la necesidad económica. Eso no es cierto. Todas hemos sido adictas a Zara, donde hemos entrado y nos hemos comprado un vaquero sin haber estrenado otro. Nos llega mucha ropa con etiqueta. Nos gustaría que este fuera un sitio de referencia. Donde la gente venga a comprar ropa. Cada día tenemos cosas nuevas. Dentro de una hora voy a sacar 100 prendas nuevas. Además, tenemos grupos de WhatsApp por tallas. Se pueden reservar prendas por privado.

P.- ¿Cuál es el criterio que seguís para elegir la ropa?

R.- Tiene que ser vendible, es decir, en perfecto estado. Es cierto que antes cogíamos todas las prendas, pero ahora somos mucho más selectivas, con lo que la calidad ha aumentado mucho. No somos una tienda de segunda mano al uso. No ofrecemos vintage, ni lujo exclusivo. El problema que hay en España es el reparo a la hora de comprar ropa de segunda mano. Sin embargo, tú vas a un hotel y no sabes la cantidad de gente que ha dormido con esas sábanas o vas a esquiar y te pones las botas que se han puesto cientos de personas.

P.- ¿Cuánto se puede ahorrar una persona comprando estas prendas respecto de las originales de las tiendas?  

R.- Pues alrededor de un 70 %. Depende del estado, la marca, el estilo de la prenda.  Todos estos factores hacen que la prenda pueda rebajarse entre un 50 y un 70% respecto al precio en tienda.

P.- ¿Se pueden encontrar complementos?

R.- Sí, se puede encontrar cualquier tipo de complementos, zapatos, bolsos, pañuelos, cinturones, etc..

P.-¿Cuántas prendas podéis llegar a tener?

R.- Más de 10.000 prendas que van rotando cada día.

 

P.- ¿Tenéis venta online?

R.- Estamos esperando a que nos den el Kit Digital para desarrollar la página Web. Tenemos clientas de otras provincias y vendemos mucho a través de Instagram.  Aquí el trato es mucho más cercano. Les ayudamos, les asesoramos, les vestimos y nos reímos. Al final lo de amigas es cierto, porque se forma un círculo muy grande de mujeres que entre nosotras surgen sinergias.

P.- Así que hacéis labor de personal Shopper

R.- Si. A Pilar le gusta mucho la moda y mucha gente viene le dicen que tienen un evento y que quieren que les haga el look completo.  Pilar, además, es la que se encarga de los directos que hacemos cada jueves en Instagram.

P.- ¿Qué hacéis con la ropa que no es seleccionada?

R.- Hay personas que se la llevan de nuevo, pero otras nos las dejan y nosotras se las damos a diferentes asociaciones como Cáritas. No siempre se las damos a las mismas, vamos rotando y la elige la clienta que más ha tenido ese trimestre. Cuando estalló la guerra de Ucrania, por ejemplo, muchas clientas nos dijeron que, en lugar de vender sus abrigos, los donáramos. Este negocio para nosotras es súper satisfactorio porque sabemos que podemos ayudar a la gente. Hemos tenido la suerte de trabajar con asociaciones y fundaciones como Aladina, por ejemplo, con familias de presos políticos, enfermas de cáncer, etc..

P.- ¿Cómo recibe la persona el dinero de la venta de sus prendas?

R.- Cada tres meses le ingresamos en la cuenta bancaria, la parte proporcional que le corresponde de la venta de sus prendas.

P.- ¿Por qué no estáis a pie de calle?

R.- Porque es imposible pagarse un local.

P.- ¿Qué ayudas recibís por parte del Ayuntamiento de Pozuelo por ser mujeres emprendedoras de 40 años?

R.- Ninguna. Durante la campaña electoral de mayo del año pasado nos visitaron todos, pero nadie nos echa una mano.

P.- ¿Qué es lo que busca la clienta?

R.- Depende. Algunas vienen por la sostenibilidad y otro tipo de clienta que viene buscando grandes firmas de moda a precio más económico.

P.- ¿Cuál es el horario?

R.- Tenemos abierto de lunes a viernes de 11 a 14 horas y de 17 a 19horas y los sábados de 11 a 13 horas.