Entrevista a Virginia López-Gil: “En España hay oportunidades, pero están mal pagadas”

Entrevista a Virginia López-Gil: “En España hay oportunidades, pero están mal pagadas”

Virginia López-Gil es madrileña, estudió Ingeniera de Software en U-tad, y hoy trabaja en la empresa Xebia Data, en Ámsterdam, donde se encarga de transformar y guiar a las empresas para que puedan utilizar mejor sus datos.

A sus 29 años ya puede presumir de haber trabajado en empresas tan importantes como Accenture o Google. Asegura que cuando era pequeña no tenía un referente en el que mirarse. Y tener a alguien motivador es muy importante. Por eso le parece estupendo que haya un día específico para dar visibilidad a las mujeres en el mundo de la Ciencia y de la Tecnología.

P. ¿Qué querías ser de pequeña?

R. En un primer momento quise ser veterinaria, pero después de tener un perro supe que no era lo mío. Cuando llegó el momento de decidir no tenía claro que estudiar. Mi padre que es ingeniero fue el que me empujó a hacer Telecomunicaciones. En la carrera me di cuenta de que me apasionaba la programación. Hoy en día se sigue viendo la Ingeniería como algo lógico y no artístico, y yo creo que si tiene una parte de creatividad. Para mi programar es como un juego.

P. Así que estudiaste Telecomunicaciones

R. Cursé sólo el primer año. Después me pasé a hacer Ingeniería Informática en la universidad pública. No fue una buena experiencia. Estaba desactualizada, estudiaba con los libros de mi padre una carrera en la que todo cambia a cada momento. Finalmente encontré mi sitio en la U-tad, donde el 85% de la carrera era programación, que es lo que a mi me gusta.

P. ¿Cuál fue tu primer contacto con la tecnología?

R. Yo creo que mi primer contacto fue como el de cualquier otro niño. Mi padre nos compraba videojuegos y tuve un ordenador desde muy pequeña. Él me dijo que la Ingeniería informática tenía muchísimas salidas. Desde trabajar para un banco haciendo análisis de datos, una aplicación móvil, una pagina web, marketing… Creo que es un sector donde hay muchas oportunidades y yo no puedo estar mas contenta de haber elegido este camino y sentirme valorada. Tengo amigas que han hecho carreras distintas a la Ingeniería y no se sienten valoradas en sus trabajos. Trabajan mucho y ganan muy poco.

P. Tu te has tenido que ir a trabajar fuera de España ¿Por qué?

R. En España hay oportunidades, pero están mal pagadas. Yo estuve trabajando en España cinco años y ahorré lo mismo que aquí en Ámsterdam en tres meses. En España me daba para mi casa, comer y el transporte. Apenas ahorraba, y eso que no salía porque trabajaba mucho. Ahora tengo mejor calidad de vida. En Holanda apuestan mucho por la tecnología. En España no he conocido ninguna empresa que dedique un día para la investigación. En Ámsterdam cada quince días tenemos una tarde libre para charlar sobre tecnología. Al final la gente que realmente quiere aprender se va a empresas que tienen esa mentalidad. En España no la hay.

P. ¿Tenemos mucho que aprender de otros países?

R. Si, al menos en este aspecto me temo que si.

P. ¿Valoras la posibilidad de volver a España?

R. No, a España ya no vuelvo. Echo de menos el sol, la comida, mis amigos mi familia, pero la calidad de vida que tengo aquí, la posibilidad de ahorro, de conseguir laboralmente lo que me proponga, no lo cambio por nada.

P. ¿Qué porcentaje de mujeres hay en las universidades de Ciencias respecto a los hombres?

R. Cuando estudié en la universidad pública éramos tres mujeres de 150 alumnos. Ya en el mercado laboral, en las empresas en las que he trabajado somos también muy pocas. En Holanda te puedo decir que el porcentaje de mujeres que estudian tecnología es más elevado que en España. Y en India llegan incluso al 40% de mujeres.

P. ¿En qué puede influir que una niña elija o no una carrera tecnológica?

R. Aún no he llegado a la conclusión, pero me encantaría saberlo. También es cierto que habría que ver qué cantidad de jóvenes estudian lo que les va a reportar dinero y quienes estudian lo que verdaderamente les apasiona.

P. Ha salido publicado en los medios que muy pocas mujeres llegan a doctorarse en el área de las TICS ¿Por qué?

R. En España no sé, pero en Holanda con todas las mujeres con las que he trabajado tenían su doctorado. Tengo la suerte de trabajar con mujeres muy preparadas y con carreras brillantes.

P. ¿Se les toma tan en serio como a los hombres?

R. Sí. En España tuve un par malas experiencias con clientes que no me tomaron en serio. No sé si por mi edad o por ser mujer. Mi objetivo es siempre trabajar en empresas con buena cultura. Porque al final, la cultura es el alma de la empresa, y por tanto de la gente que trabaja en ella. Creo que las mujeres muchas veces pedimos opinión de como lo estamos haciendo, y creo que eso se puede entender como debilidad. Pero yo creo que es sensibilidad.

P. ¿En qué consiste exactamente tu trabajo?

R. Ahora mismo estamos generando muchos datos en todo el mundo. Las empresas dan mucho valor a esos datos y yo trato de hacer que los datos sean accesibles a las empresas. Por ejemplo, cuando tú ves Netflix y te sale una recomendación para ver según tus gustos, pues eso es lo que hace el científico de datos.

P. ¿Cuál es tu objetivo laboral?

R. Me gusta saber cada día más y disfrutar de mi trabajo. Estar feliz y estar aprendiendo. Me da miedo dejar de aprender si me quedo en un mismo sitio, porque la tecnología cambia a pasos agigantados. No puedes quedarte desactualizado, ni estancado. Mi metodología es estar a la última.

P. ¿Qué les recomendarías a las mujeres y niñas que no estudian Tecnología por miedo?

R. Incluso con todo ese miedo, les diré que es super reconfortante. Estamos muy valoradas. Y con una carrera de Ciencias puedes construir el futuro que quieras. Este no tiene que ser un mundo de hombres. De hecho, la primera programadora del mundo fue una mujer. Tenemos la capacidad de hacer lo que nos propongamos.

P. ¿Qué opinas del uso que hacemos del teléfono móvil?

R. El móvil tiene algo horrible y es que distrae el cerebro de muchas cosas importantes.

P. ¿Y de las redes sociales?

R. Yo no tengo redes sociales, sólo tengo Linkedin. En el fondo lo que publicas deja de ser tuyo y puede afectar a tu futuro. La gente debería tener mucho cuidado. No soy amiga de las redes sociales porque no me aportan mucho, pero es un hobbie para la gente que debería tener cuidado, quita mucho tiempo.

P. ¿Qué haces cuando no trabajas?

R. Leer, ver películas, y salir con mis amigos y con mi prometido. Además, tengo un perro que requiere toda mi atención.

P. ¿Tu prometido es holandés?

R. Es irlandés, pero nos conocemos aquí en Holanda

P. ¿Cuál es el avance que estamos por ver?

R. Cómo tener un chat a través de Youtube, por ejemplo.

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Virginia López-Gil es madrileña, estudió Ingeniera de Software en U-tad, y hoy trabaja en la empresa Xebia Data, en Ámsterdam, donde se encarga de transformar y guiar a las empresas para que puedan utilizar mejor sus datos.

A sus 29 años ya puede presumir de haber trabajado en empresas tan importantes como Accenture o Google. Asegura que cuando era pequeña no tenía un referente en el que mirarse. Y tener a alguien motivador es muy importante. Por eso le parece estupendo que haya un día específico para dar visibilidad a las mujeres en el mundo de la Ciencia y de la Tecnología.

P. ¿Qué querías ser de pequeña?

R. En un primer momento quise ser veterinaria, pero después de tener un perro supe que no era lo mío. Cuando llegó el momento de decidir no tenía claro que estudiar. Mi padre que es ingeniero fue el que me empujó a hacer Telecomunicaciones. En la carrera me di cuenta de que me apasionaba la programación. Hoy en día se sigue viendo la Ingeniería como algo lógico y no artístico, y yo creo que si tiene una parte de creatividad. Para mi programar es como un juego.

P. Así que estudiaste Telecomunicaciones

R. Cursé sólo el primer año. Después me pasé a hacer Ingeniería Informática en la universidad pública. No fue una buena experiencia. Estaba desactualizada, estudiaba con los libros de mi padre una carrera en la que todo cambia a cada momento. Finalmente encontré mi sitio en la U-tad, donde el 85% de la carrera era programación, que es lo que a mi me gusta.

P. ¿Cuál fue tu primer contacto con la tecnología?

R. Yo creo que mi primer contacto fue como el de cualquier otro niño. Mi padre nos compraba videojuegos y tuve un ordenador desde muy pequeña. Él me dijo que la Ingeniería informática tenía muchísimas salidas. Desde trabajar para un banco haciendo análisis de datos, una aplicación móvil, una pagina web, marketing… Creo que es un sector donde hay muchas oportunidades y yo no puedo estar mas contenta de haber elegido este camino y sentirme valorada. Tengo amigas que han hecho carreras distintas a la Ingeniería y no se sienten valoradas en sus trabajos. Trabajan mucho y ganan muy poco.

P. Tu te has tenido que ir a trabajar fuera de España ¿Por qué?

R. En España hay oportunidades, pero están mal pagadas. Yo estuve trabajando en España cinco años y ahorré lo mismo que aquí en Ámsterdam en tres meses. En España me daba para mi casa, comer y el transporte. Apenas ahorraba, y eso que no salía porque trabajaba mucho. Ahora tengo mejor calidad de vida. En Holanda apuestan mucho por la tecnología. En España no he conocido ninguna empresa que dedique un día para la investigación. En Ámsterdam cada quince días tenemos una tarde libre para charlar sobre tecnología. Al final la gente que realmente quiere aprender se va a empresas que tienen esa mentalidad. En España no la hay.

P. ¿Tenemos mucho que aprender de otros países?

R. Si, al menos en este aspecto me temo que si.

P. ¿Valoras la posibilidad de volver a España?

R. No, a España ya no vuelvo. Echo de menos el sol, la comida, mis amigos mi familia, pero la calidad de vida que tengo aquí, la posibilidad de ahorro, de conseguir laboralmente lo que me proponga, no lo cambio por nada.

P. ¿Qué porcentaje de mujeres hay en las universidades de Ciencias respecto a los hombres?

R. Cuando estudié en la universidad pública éramos tres mujeres de 150 alumnos. Ya en el mercado laboral, en las empresas en las que he trabajado somos también muy pocas. En Holanda te puedo decir que el porcentaje de mujeres que estudian tecnología es más elevado que en España. Y en India llegan incluso al 40% de mujeres.

P. ¿En qué puede influir que una niña elija o no una carrera tecnológica?

R. Aún no he llegado a la conclusión, pero me encantaría saberlo. También es cierto que habría que ver qué cantidad de jóvenes estudian lo que les va a reportar dinero y quienes estudian lo que verdaderamente les apasiona.

P. Ha salido publicado en los medios que muy pocas mujeres llegan a doctorarse en el área de las TICS ¿Por qué?

R. En España no sé, pero en Holanda con todas las mujeres con las que he trabajado tenían su doctorado. Tengo la suerte de trabajar con mujeres muy preparadas y con carreras brillantes.

P. ¿Se les toma tan en serio como a los hombres?

R. Sí. En España tuve un par malas experiencias con clientes que no me tomaron en serio. No sé si por mi edad o por ser mujer. Mi objetivo es siempre trabajar en empresas con buena cultura. Porque al final, la cultura es el alma de la empresa, y por tanto de la gente que trabaja en ella. Creo que las mujeres muchas veces pedimos opinión de como lo estamos haciendo, y creo que eso se puede entender como debilidad. Pero yo creo que es sensibilidad.

P. ¿En qué consiste exactamente tu trabajo?

R. Ahora mismo estamos generando muchos datos en todo el mundo. Las empresas dan mucho valor a esos datos y yo trato de hacer que los datos sean accesibles a las empresas. Por ejemplo, cuando tú ves Netflix y te sale una recomendación para ver según tus gustos, pues eso es lo que hace el científico de datos.

P. ¿Cuál es tu objetivo laboral?

R. Me gusta saber cada día más y disfrutar de mi trabajo. Estar feliz y estar aprendiendo. Me da miedo dejar de aprender si me quedo en un mismo sitio, porque la tecnología cambia a pasos agigantados. No puedes quedarte desactualizado, ni estancado. Mi metodología es estar a la última.

P. ¿Qué les recomendarías a las mujeres y niñas que no estudian Tecnología por miedo?

R. Incluso con todo ese miedo, les diré que es super reconfortante. Estamos muy valoradas. Y con una carrera de Ciencias puedes construir el futuro que quieras. Este no tiene que ser un mundo de hombres. De hecho, la primera programadora del mundo fue una mujer. Tenemos la capacidad de hacer lo que nos propongamos.

P. ¿Qué opinas del uso que hacemos del teléfono móvil?

R. El móvil tiene algo horrible y es que distrae el cerebro de muchas cosas importantes.

P. ¿Y de las redes sociales?

R. Yo no tengo redes sociales, sólo tengo Linkedin. En el fondo lo que publicas deja de ser tuyo y puede afectar a tu futuro. La gente debería tener mucho cuidado. No soy amiga de las redes sociales porque no me aportan mucho, pero es un hobbie para la gente que debería tener cuidado, quita mucho tiempo.

P. ¿Qué haces cuando no trabajas?

R. Leer, ver películas, y salir con mis amigos y con mi prometido. Además, tengo un perro que requiere toda mi atención.

P. ¿Tu prometido es holandés?

R. Es irlandés, pero nos conocemos aquí en Holanda

P. ¿Cuál es el avance que estamos por ver?

R. Cómo tener un chat a través de Youtube, por ejemplo.

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