Este pasado domingo 5 de septiembre arrancó en el castillo de Manzanares El Real una iniciativa promovida por la Comunidad de Madrid para conocer un poco más sobre este histórico monumento de la localidad por la que se desarrollan en el palenque de su jardín interior exhibiciones de combates medievales.
Los visitantes podrán seguir disfrutando de estos espectáculos, que reproducen de manera muy fiel cómo eran este tipo de combates históricos, ya que se celebrarán a lo largo de otras tres jornadas: el sábado 11 de septiembre y el jueves 16 y el viernes 17 de octubre.
Las épicas batallas teatralizadas se podrán ver en dos pases cada uno de los días y de forma totalmente gratuita, eso sí, haciendo previamente reserva para poder asistir debido a la situación sanitaria actual.
Cómo son los combates
Las peleas que se reproducen en estos espectáculos incluirán a varios luchadores vestidos de época y controlados por un árbitro, que están acompañados de una persona que va narrando las escenas dando a conocer el público los diferentes elementos y armas que se utilizan, las técnicas, en qué consisten los diferentes duelos, etc.
Dichos combates, históricamente, incluían cinco modalidades distintas de las que las tres primeras podrán verse en el castillo de Manzanares El Real:
- Combate de 5 contra 5 luchadores.
- Combate de 10 contra 10 luchadores.
- Combate de 16 contra 16 luchadores.
- Combares de 21 contra 21 luchadores.
Historical Medieval Battles (HMB)
Para los que no lo conozcan, en Madrid existe actualmente un club, llamado Ursus Custodes, que se dedica específicamente a la práctica de este tipo de combates históricos y que se conocer como Historical Medieval Battles (HMB). Es considerado, de hecho, como un deporte de contacto.
Son precisamente los miembros de Ursus Custodes los que serán los encargados de hacer llegar estas épicas batallas a los visitantes que acudan hasta el castillo de Manzanares El Real durante estos días.
Protocolo de seguridad
El realismo de estas recreaciones llega al punto de que se establecen en ellas unas serie de protocolos de seguridad para los combatientes que incluyen una protección adecuada para ellos, además de que las armas utilizadas no cuentan ni con aristas ni con filos.
Aún así, la forma de hacerlo da imagen de auténtico realismo, con toda la crudeza de los auténticos combates que se desarrollaban en las batallas medievales.