El próximo sábado 25 de enero, Colmenar Viejo lleva a cabo uno de los acontecimientos más anticipados de cada año: ‘La Vaquilla’, declarado de Interés Turístico Nacional en 1986.
“La Vaquilla es, sin duda, una de las fechas marcadas en el calendario de los colmenareños. Este año, nuevamente, bailarán los pañuelos y chascarán las hondas las 24 Vaquillas que recorrerán nuestras calles desde las 16:00h. Esperamos que sean muchos los vecinos y visitantes que acompañen a los vaquilleros en esta fiesta», subrayó el concejal de Festejos, Nacho Aceña Alcázar.
A las 17:00 horas dará inicio, en la Plaza del Pueblo, el espectáculo de las 24 Vaquillas que participan, el cual será visible desde una grada con aproximadamente 600 asientos, donde se ofrecerá sopa caliente a los presentes.
En los días venideros, se dará a conocer la agenda final de la Fiesta de La Vaquilla, además de revelar quién será la persona que, en esta ocasión, se encargará de pronunciar el pregón del acontecimiento.
La Vaquilla
Los antecedentes de esta festividad, parecen que llevan hasta la Antigüedad romana o, quizás, hasta la Prehistoria. En su obra sobre el Carnaval, el antropólogo e historiador Julio Caro Baroja narraba que los jóvenes de Roma, ataviados con pieles de bestias y cuernos, perseguían a las mujeres en un gesto que simbolizaba un esfuerzo por revivir la fertilidad después de la estación invernal.
Aunque no se cuenta con documentación escrita en Colmenar Viejo, todo indica que la festividad de La Vaquilla ha estado presente desde los inicios permanentes de esta Villa, alrededor del siglo XIII.
Normalmente, las familias de los vaqueros se juntan para ataviar a la Vaquilla: una estructura de madera con varias costillas y palos envueltos en los que se cuelgan pañuelos, además de tener en la parte delantera dos cuernos.
Este conjunto se embellece con bellos mantones de Manila, pañuelos de seda y flores, ya sean naturales o de papel; y el área frontal de la Vaquilla se adorna con pendientes, colgantes y broches.
De una vivienda o establecimiento se origina cada Vaquilla, que se compone de un mayoral, vaquilleros y taleguero.
A través de diversas calles de la localidad, cada una de ellas lleva a cabo un trayecto hasta alcanzar la Plaza del Pueblo, donde, una por una, muestran su esplendor y vibrante colorido mediante un singular baile que imita embestidas hacia los vaquilleros.
Después de la muestra, el lugar de salida es nuevamente ocupado por las Vaquillas, donde se representa su muerte con tres disparos al cielo y pérdida de sangre.