La Comunidad de Madrid incorporará en 2025 dos perros especialmente entrenados para investigar las causas de incendios forestales. Estos canes, actualmente en formación dentro de la unidad canina de las Brigadas Especiales de los Agentes Forestales (BEIF), están siendo adiestrados para detectar acelerantes utilizados en la propagación del fuego.
El director de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM112), Pedro Antonio Ruiz, visitó el escenario de un incendio en San Sebastián de los Reyes para conocer de cerca las labores de estas brigadas.
El objetivo es seguir estrechando el cerco para conocer el origen de los incendios. “Lo más importante es poder sacar conclusiones, sobre todo del origen de los incendios, para poder implementar medidas preventivas”, explicaba Ruiz.
El director del ASEM112 reconocía que “estamos en un 80% de incendios cuya causa conocemos, hemos subido un 3%. Cada año intentamos reducir el porcentaje, por eso se implementará dentro del cuerpo de agentes forestales una unidad canina, que irá creciendo, y que ayudará a mejorar esos números con el trabajo de los perros a la hora de localizar pruebas, como acelerantes u otras causas del incendio”.
Los agentes caninos pueden detectar y diferenciar más de 50 olores distintos a varios cientos de metros de distancia, cubriendo una labor que ni la más sofisticada tecnología disponible puede realizar. Al igual que los perros entrenados para localizar drogas, dinero o explosivos, estos canes reciben un completo entrenamiento durante más de un año, participando en simulacros en escenarios reales, como el llevado a cabo en San Sebastián de los Reyes.
Las cifras de las BEIF
Durante 2023, su trabajo permitió identificar a los responsables de 67 incendios forestales, abriendo 14 procedimientos penales y esclareciendo el origen del 85% de los 248 fuegos registrados.
De estos, el 38% fueron intencionados, y su origen se vinculó principalmente con actividades relacionadas con la fauna silvestre, la agricultura, la ganadería y la caza, especialmente en épocas de bajo riesgo, como finales de invierno y principios de primavera. “Desgraciadamente, el porcentaje que ha aumentado este año ha sido el de incendios provocados, algo que no que no esperábamos y que nos obliga a aumentar la prevención”.
Uno de los factores que incrementó estos incidentes fue la actuación de un presunto pirómano, relacionado con 32 incendios en áreas de alto valor ecológico, como El Escorial, Zarzalejo y Navalagamella. La Administración autonómica se ha personado como acusación particular en este caso.
Causas de los incendios forestales
Además de los incendios intencionados, las negligencias representan el 25% de los casos, motivadas por prácticas como la quema de residuos agrícolas, el uso de maquinaria en el monte o actos vandálicos, como la quema de pelusas de chopos.
Por otro lado, un 17% de los incendios fueron accidentales, un 15% tiene un origen desconocido, un 3% fueron causados por rayos y un 2% por la reactivación de fuegos anteriores.
Colaboración con la Fiscalía de Medio Ambiente
El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid colabora estrechamente con la Fiscalía de Medio Ambiente en jornadas técnicas para abordar delitos contra la naturaleza.
Causar un incendio de manera intencionada o por imprudencia está tipificado como delito en el Código Penal. Cuando existe sospecha de un acto delictivo, tanto los agentes forestales, como policía judicial, elaboran un informe técnico y remiten sus diligencias a la Fiscalía y a los juzgados.
Metodología de investigación
Paralelamente a las labores de extinción, los equipos de investigación, compuestos por 21 agentes y dos unidades especializadas, se desplazan al lugar del incendio. Allí recogen pruebas fundamentales, localizan el punto exacto de ignición y recopilan evidencias para determinar las causas del fuego.
Toda esta información es debidamente custodiada para contribuir al esclarecimiento de los hechos.
