El sedentarismo laboral puede acortar tu vida: conoce cómo prevenirlo

245

El progreso tecnológico ha representado un importante adelanto en nuestras vidas, sin embargo, a numerosas personas también les ha condenado a permanecer gran parte de su día laboral sentados frente a un ordenador. Esta carencia de movilidad en el entorno de trabajo ese conoce como sedentarismo laboral y acarrea consecuencias perjudiciales para nuestra salud.

En España, el sedentarismo laboral provoca dolor de espalda en siete de cada diez trabajadores y el dolor de espalda crónico lumbar afecta al 17% de las mujeres y al 10% de los hombres. Prevenirlo mediante distintas tácticas y actividades físicas representa un reto que aporta ventajas tanto a las empresas como a los empleados.

Pasar la mayor parte de nuestra existencia sin apenas movimiento no solo se reduce al horario de trabajo, sino que en ocasiones se prolonga durante el tiempo libre, lo que conlleva que pasemos una gran parte de nuestra vida en sedentarismo. Estos largos lapsos de inactividad repercuten negativamente tanto en la salud corporal como en la mental. Veamos algunas de sus consecuencias:

Aumento de peso y obesidad

La quema de calorías durante el periodo que una persona está sentada o inactiva es considerablemente más baja en comparación a cuando está de pie o en movimiento. Por lo tanto, en una posición sedentaria, se consume una cantidad inferior de calorías y se experimenta un incremento mayor de peso. El incremento de peso exagerado incrementa el peligro de sobrepeso, el cual, a su vez, está vinculado con varios inconvenientes de salud, como enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y desajustes metabólicos.

 

 

Enfermedades del corazón

La falta de actividad prolongada disminuye la circulación sanguínea y promueve la acumulación de grasa en las arterias, lo cual aumenta la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, hipertensión y accidentes cerebrovasculares. Además, la ausencia de movimiento puede dificultar la regulación de los niveles de colesterol y azúcar en la sangre.

 

Trastornos musculoesqueléticos

Una postura incorrecta puede ocasionar complicaciones musculoesqueléticas como molestia lumbar o tensión muscular. Igualmente, la ausencia de movimiento puede derivar en la disminución y debilitamiento de los músculos de la espalda y el vientre, empeorando el malestar crónico.

Efectos en la salud mental

Es obvia la relación entre la salud mental y la falta de actividad física. El hecho de quedarse sentado por largos periodos puede incrementar los niveles de estrés, ansiedad y depresión. Se ha corroborado que la ausencia de movimiento impacta en la producción de endorfinas, las cuales son conocidas como las «hormonas de la felicidad». Esto puede generar un estado de ánimo bajo y una sensación general de malestar y descontento.

Aumenta el peligro de padecer enfermedades crónicas

La falta de actividad física está asociada con un mayor peligro de adquirir enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, afecciones cardíacas, ciertos cánceres y trastornos del metabolismo. Asimismo, puede interferir con la adecuada regulación de los niveles de azúcar en la sangre y afectar procesos metabólicos fundamentales.

Disminución de la esperanza de vida

Algunas investigaciones han demostrado que las personas que permanecen mucho tiempo sentadas presentan un incremento en el peligro de fallecimiento temprano en comparación con aquellas que mantienen una mayor actividad.

Tácticas para combatir la sedentarismo laboral

Afortunadamente, tenemos a disposición estrategias efectivas para contrarrestar los impactos del sedentarismo laboral y mantenernos dinámicos incluso si tenemos un empleo sedentario. Algunas de estas técnicas son las siguientes:

Evitar la inactividad

Para evitar estar inactivo, es recomendable hacer breves descansos cada media hora, en los que se puede estirar el cuerpo, dar un paseo o hacer ejercicios simples.

Optimizar la comodidad

Modificar la altura del escritorio y la ubicación de la silla contribuye a sostener una postura más saludable. Así se logra evitar la tensión en los músculos y articulaciones con el fin de prevenir complicaciones a largo plazo.

Mesa para trabajar de pie

Hay disponibles mesas de altura ajustable, de forma que es posible emplearlas tanto en posición sentada como de pie. Cambiar de postura disminuye la presión en la espalda y el cuello, y trabajar de pie puede incrementar la vitalidad, a la vez que promueve la circulación sanguínea.

Encuentros dinámicos

Realizar encuentros caminando en patios internos puede ser una maravillosa forma de incluir la actividad en la rutina del trabajo. Además de los beneficios corporales, las reuniones dinámicas promueven la inventiva y generan un entorno más cooperativo.

Maximizar la eficiencia del tiempo

Automatizar la gestión de las tareas puede convertirse en una gran aliada. Al optimizar algunas tareas se puede encontrar tiempo para hacer ejercicio durante la jornada laboral, especialmente si la compañía dispone de un gimnasio o una sala para practicar pilates o yoga.