Flores para honrar a nuestros antepasados

El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, seguido del Día de los Difuntos, para honrar a los fallecidos. Las tradiciones incluyen visitar cementerios y ofrecer flores, como crisantemos, margaritas o lirios, simbolizando respeto y amor

Flores para honrar a nuestros antepasados

El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, seguido del Día de los Difuntos, para honrar a los fallecidos. Las tradiciones incluyen visitar cementerios y ofrecer flores, como crisantemos, margaritas o lirios, simbolizando respeto y amor

Cada 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos. Se hace para honrar tanto a los santos conocidos como a los desconocidos. Y al día siguiente, el 2 de noviembre, el Día de los Difuntos, para honrar el recuerdo de todas aquellas personas de las que nos ha tocado despedirnos en esta terrenal vida.

Cuenta la historia que esta tradición se remonta a la antigua Roma, donde se celebraba el festival de Lemuria, en honor a los espíritus muertos. Durante tres días y sus noches, trataban de exorcizar a los malos espíritus de los difuntos para evitar que entraran en sus hogares. Se decía que Rómulo había instituido esta festividad que se celebraba durante el mes de mayo, para apaciguar el espíritu de Remo, a quien él había asesinado. De esta tradición surgió la filosofía lumeria que cree en la reencarnación y el karma.

La tradición cristiana, sin embargo, tiene su origen en el Siglo IV, con la persecución del emperador Diocleciano. El número de muertos creció por lo que era imposible celebrar una rememoración en nombre de cada uno de los fallecidos, y se estableció un día en común para el homenaje de todos ellos.

En España, la principal tradición en el Día de los Santos y en el de los Difuntos es visitar el cementerio, donde familiares y amigos rezan por las almas de sus seres queridos, limpian sus tumbas y las adornan con flores, que normalmente suelen ser crisantemos, margaritas, rosas, lirios, claveles o tagetes. Esta es una manera de honrar su memoria, y no importa tanto la estética o la belleza del centro o del ramo, sino el mensaje implícito que tiene, es por eso que se eligen este tipo de plantas.

  • Crisantemos: Es la flor más típica del Día de Todos los Santos. Simbolizan la alegría y el deseo de una larga y próspera vida. Además, también es una planta ideal para poner decorar nuestro jardín.
  • Margaritas: Simbolizan el amor y la lealtad y tienen el poder de alegrar como ninguna otra flor, de la manera más sencilla. Son perfectas para un día como este.
  • Rosas: Representan el amor, la valentía y el respeto. Las rosas florecen durante todo el año. Son ideales para la decoración del hogar y es también tradición regalarlas en el día de los enamorados.
  • Lirios: Los elegantes ramos de lirios son, sin duda, protagonistas en este día, ya que su aspecto y su fragancia va asociada a momentos de superación de una pérdida.
  • Claveles: Representan el afecto. Son la mejor opción si estás buscando algo sencillo y muy resistente. Podemos encontrarlos en una gran variedad de colores.
  • Tagete o clavel moro: También son muchas las personas las que optan por estas flores, ya que en la creencia mexicana se pensaban que tenía propiedades espirituales, porque ayudaban a guiar las almas de los difuntos. Esto mismo se cree de los cipreses, es por esta razón, cuentan algunos que los cementerios están llenos de cipreses, porque son árboles que ayudan a elevar a las almas, desde la tierra al cielo.

Últimamente, quizá por la mayor presencia de otras nacionalidades y religiones en nuestro país se han adoptado las costumbres de otros países como la que comentamos de México, que tiene su origen hace más de 500 años, y surgió de la unión de tradiciones de la cultura prehispánica con la católica. Lo que hacen es colocar altares con la foto del familiar fallecido y la del santo más importante y los decoran con pétalos de cempasúchil (cempoalxúchitl), velas, y comidaCon ello se celebra el retorno transitorio a la Tierra de los familiares y seres queridos fallecidos, quienes cruzan el Mictlán para estar ese día con los mortales.

Otra de las tradiciones que hemos adquirido es la noche de Halloween que tantas veces hemos visto en las películas norteamericanas. Sin embargo, esta festividad que hemos importado de Estados Unidos, tiene su origen en un festival pagano que se celebraba en Irlanda, Reino Unido y noreste de Francia, donde el 1 de noviembre conmemoraban la llegada del invierno y, por tanto, el fin de la cosecha. Los celtas creían que Samhain era una época en la que las almas de los muertos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares. De ahí la tradición del ‘truco o trato’. La gente iba de casa en casa haciendo “souling” —pidiendo panes pequeños llamados “pasteles del alma”— a cambio de una oración por los difuntos.

Las Jack-o’-lanterns (las tradicionales calabazas talladas usadas como linternas) son el símbolo norteamericano de Halloween. La gente en Irlanda y Escocia, originalmente, usaba remolachas o nabos.

Sin duda, con el paso del tiempo las tradiciones se mezclan y lo importante en este día es honrar la memoria de los que nos han dejado. Elije tu flor para este día porque con ella estas dando un mensaje. ¿Cuál quieres que sea el tuyo?

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Cada 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos. Se hace para honrar tanto a los santos conocidos como a los desconocidos. Y al día siguiente, el 2 de noviembre, el Día de los Difuntos, para honrar el recuerdo de todas aquellas personas de las que nos ha tocado despedirnos en esta terrenal vida.

Cuenta la historia que esta tradición se remonta a la antigua Roma, donde se celebraba el festival de Lemuria, en honor a los espíritus muertos. Durante tres días y sus noches, trataban de exorcizar a los malos espíritus de los difuntos para evitar que entraran en sus hogares. Se decía que Rómulo había instituido esta festividad que se celebraba durante el mes de mayo, para apaciguar el espíritu de Remo, a quien él había asesinado. De esta tradición surgió la filosofía lumeria que cree en la reencarnación y el karma.

La tradición cristiana, sin embargo, tiene su origen en el Siglo IV, con la persecución del emperador Diocleciano. El número de muertos creció por lo que era imposible celebrar una rememoración en nombre de cada uno de los fallecidos, y se estableció un día en común para el homenaje de todos ellos.

En España, la principal tradición en el Día de los Santos y en el de los Difuntos es visitar el cementerio, donde familiares y amigos rezan por las almas de sus seres queridos, limpian sus tumbas y las adornan con flores, que normalmente suelen ser crisantemos, margaritas, rosas, lirios, claveles o tagetes. Esta es una manera de honrar su memoria, y no importa tanto la estética o la belleza del centro o del ramo, sino el mensaje implícito que tiene, es por eso que se eligen este tipo de plantas.

  • Crisantemos: Es la flor más típica del Día de Todos los Santos. Simbolizan la alegría y el deseo de una larga y próspera vida. Además, también es una planta ideal para poner decorar nuestro jardín.
  • Margaritas: Simbolizan el amor y la lealtad y tienen el poder de alegrar como ninguna otra flor, de la manera más sencilla. Son perfectas para un día como este.
  • Rosas: Representan el amor, la valentía y el respeto. Las rosas florecen durante todo el año. Son ideales para la decoración del hogar y es también tradición regalarlas en el día de los enamorados.
  • Lirios: Los elegantes ramos de lirios son, sin duda, protagonistas en este día, ya que su aspecto y su fragancia va asociada a momentos de superación de una pérdida.
  • Claveles: Representan el afecto. Son la mejor opción si estás buscando algo sencillo y muy resistente. Podemos encontrarlos en una gran variedad de colores.
  • Tagete o clavel moro: También son muchas las personas las que optan por estas flores, ya que en la creencia mexicana se pensaban que tenía propiedades espirituales, porque ayudaban a guiar las almas de los difuntos. Esto mismo se cree de los cipreses, es por esta razón, cuentan algunos que los cementerios están llenos de cipreses, porque son árboles que ayudan a elevar a las almas, desde la tierra al cielo.

Últimamente, quizá por la mayor presencia de otras nacionalidades y religiones en nuestro país se han adoptado las costumbres de otros países como la que comentamos de México, que tiene su origen hace más de 500 años, y surgió de la unión de tradiciones de la cultura prehispánica con la católica. Lo que hacen es colocar altares con la foto del familiar fallecido y la del santo más importante y los decoran con pétalos de cempasúchil (cempoalxúchitl), velas, y comidaCon ello se celebra el retorno transitorio a la Tierra de los familiares y seres queridos fallecidos, quienes cruzan el Mictlán para estar ese día con los mortales.

Otra de las tradiciones que hemos adquirido es la noche de Halloween que tantas veces hemos visto en las películas norteamericanas. Sin embargo, esta festividad que hemos importado de Estados Unidos, tiene su origen en un festival pagano que se celebraba en Irlanda, Reino Unido y noreste de Francia, donde el 1 de noviembre conmemoraban la llegada del invierno y, por tanto, el fin de la cosecha. Los celtas creían que Samhain era una época en la que las almas de los muertos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares. De ahí la tradición del ‘truco o trato’. La gente iba de casa en casa haciendo “souling” —pidiendo panes pequeños llamados “pasteles del alma”— a cambio de una oración por los difuntos.

Las Jack-o’-lanterns (las tradicionales calabazas talladas usadas como linternas) son el símbolo norteamericano de Halloween. La gente en Irlanda y Escocia, originalmente, usaba remolachas o nabos.

Sin duda, con el paso del tiempo las tradiciones se mezclan y lo importante en este día es honrar la memoria de los que nos han dejado. Elije tu flor para este día porque con ella estas dando un mensaje. ¿Cuál quieres que sea el tuyo?

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