Vitamina D, indispensable para la salud

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La vitamina D es una molécula indispensable para el desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo. Se trata de uno de los micronutrientes más importantes para la salud de las personas, especialmente durante los primeros años de vida.

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D es una vitamina liposoluble imprescindible para el desarrollo y funcionamiento de nuestro organismo. Se sintetiza en la piel gracias a la acción de la luz solar, pero también podemos obtenerla a través de los alimentos que lo contienen de manera natural (pescados grasos: atún, salmón y caballa) o que han sido suplementado por ella (huevos, mantequilla, margarina, …).

¿Qué funciones tiene en el organismo?

La vitamina D actúa como reguladora de infinidad de procesos corporales, actuando sobre nuestro cuerpo. Un déficit de esta vitamina puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la osteoporosis, obesidad, hipertensión, infecciones, etc….

De todas sus acciones la más importante se relaciona con la salud ósea. La vitamina D es esencial para la absorción intestinal y el mantenimiento de niveles correctos de calcio y fósforo, minerales que intervienen en la formación y mantenimiento de las estructuras óseas del cuerpo, como son los huesos y dientes. Imprescindible para el crecimiento y desarrollo óseo en niños.

“Hay muchas razones por las que se puede producir un estado carencial de Vitamina D”, explica la doctora Ana Ortiz, gerente del Área de Salud de Farmasierra, “pero no es lo mismo que se produzca por una baja exposición solar que por problemas de malabsorción intestinal (celiacos, intolerantes a la lactosa, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, …), renales, hepáticos o que esté asociado al tratamiento con diferentes fármacos. Por eso, para recuperar los niveles óptimos de esta vitamina, es necesario conocer la situación de partida y saber el perfil del paciente, así como diferenciar entre la vitamina D2 (de origen vegetal y menos efectiva) y la vitamina D3 (de origen animal y la más activa)”.

En los últimos años, la deficiencia de vitamina D entre la población general y más sensiblemente en la edad pediátrica está aumentando. La falta de exposición solar, el uso de protectores solares y en ocasiones una ingesta inadecuada, son algunas de las causas.

Hay dos periodos de la vida que se consideran críticos en la obtención de la máxima mineralización del hueso y en los que es especialmente importante tener un adecuado aporte de vitamina D: la etapa infantil (0-3 años) y la adolescencia.

Se recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina D, la exposición solar razonable y la práctica de actividad física al aire libre para normalizar los niveles de vitamina D. En su defecto, los científicos aconsejan complementar la dieta con un aporte extra de vitamina D, especialmente en el caso de los bebés.

Tener unos buenos niveles de vitamina D contribuye a una mayor resistencia muscular, reduciendo el riesgo de caídas asociadas con la inestabilidad. Es sabido que las caídas son un factor de riesgo de fracturas óseas en los hombres y mujeres de ≥ de 60 años.

La vitamina D, además, fortalece, el sistema inmunitario, manteniendo nuestras defensas en plena forma. Y desempeña un valioso papel en la secreción de insulina (prevención diabetes) y regula el sistema cardiovascular y la presión sanguínea.

Vitamina D en los alimentos

Hay pocos alimentos de la dieta que contengan y puedan aportar la ingestión diaria recomendada (IDR) de vitamina D. Pero, sobre todo, se pueden encontrar en alimentos de origen animal como el pescado azul salmón, caballa, arenques, sardinas, yema de huevo, vísceras, o alimentos lácteos enteros, y en algunos alimentos de origen vegetal, como en ciertos hongos, plantas y levaduras.La carne, las aves de corral y el pescado blanco aportan cantidades insignificantes, mientras que los cereales, las verduras y las frutas no contienen nada de vitamina D.En determinadas situaciones la síntesis cutánea no es del todo eficaz. Esto unido a que los alimentos naturales contienen escasa cantidad de vitamina D, hace que gran parte de la población esté en riesgo de presentar una insuficiencia de este micronutriente. Por ello, en muchos casos se hace recomendable la ingesta de alimentos funcionales y de suplementos.

Aporte diario necesario

La cantidad de vitamina D que necesitamos aportar diariamente a través de la dieta o suplementos para mantener unos valores óptimos es de 25-hidroxivitamina D, aunque siempre depende de diversos factores individuales, como la edad, el sexo y las particularidades de cada individuo.

Factores de riesgo 

La deficiencia de la vitamina D está asociada con un amplio número de trastornos, por ejemplo, musculoesqueléticos (osteoporosis, caídas, fracturas), trastornos autoinmunes, diabetes mellitus tipo 2, trastornos cardiovasculares, neurológicos y psiquiátricos, o el cáncer, entre otros.

Además de los factores obvios que limitan la cantidad de vitamina D en el organismo, como puede ser la falta de exposición a la luz solar o una dieta deficiente, existen oras causas más complejas como algunas enfermedades o algunos medicamentos pueden afectar la absorción de vitamina D en el cuerpo.

La intoxicación por vitamina D, aunque es muy poco frecuente, puede ser grave: nunca se deben tomar medicamentos con vitamina D por nuestra cuenta. Siempre se debe consultar con el médico o farmacéutico.