Evita daños en tu motor: aprende a revisar el nivel de aceite en solo unos segundos

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Uno de los elementos más cruciales en el funcionamiento del vehículo es el aceite, dado que desempeña una función esencial en los mecanismos internos.

Con la progresiva disminución de las temperaturas es aconsejable verificar su estado actual. El control de los niveles y su manipulación representa una de las actividades más simples de llevar a cabo para aquellos interesados en el «bricolaje automovilístico».

En el camino pueden surgir dudas sobre los pasos a seguir para revisar el aceite del vehículo.

Inicialmente, ¿cómo determinar qué se encuentra en un nivel óptimo? Para este caso, la verificación es muy simple: únicamente es necesario ingresar la varilla del aceite en el tubo para confirmar que no está por encima ni por debajo de tres cuartos de lo señalado como “ideal”. ¡Cuidado! Recuerda realizar esta prueba en un terreno plano y con el motor frío para evitar que la indicación sea alterada.

Ahora bien, ¿cómo sé cuándo debo modificarlo? No existe una respuesta general, dado que lo crucial es considerar la sugerencia específica del fabricante. De manera típica, el momento usualmente queda establecido en los 10.000km o al transcurrir un año. Cuando se cumpla uno de estos dos factores, ¡ha llegado el instante propicio para realizar el cambio!

Entonces… ¿Qué tipo de aceite debo utilizar?. En primer lugar, ¡no te preocupes! Existe una amplia gama y clasificación de aceites, pero la información sobre cuál es el indicado para tu coche se encuentra en el manual del fabricante.

No obstante, ¿qué hay sobre esos números?: Cada envase de lubricante contiene un código que hace alusión a sus especificaciones. Los números representan la viscosidad o densidad del aceite. Este aspecto guarda una relación inversa con la temperatura, es decir, a mayor temperatura, menor densidad y viceversa. Por ejemplo, en un aceite 10W40, los dos dígitos anteriores a la W indican el grado de viscosidad en condiciones frías, que es de grado 10, mientras que los dos dígitos posteriores indican el mismo valor pero en condiciones de calor.

Finalmente, vamos manos a la obra. ¿Cómo llevar a cabo el cambio?: En primer lugar, nuevamente debemos colocar el vehículo en una superficie plana y acelerar ligeramente el motor, ya que se recomienda realizar esta tarea con el motor ligeramente caliente. A continuación, con la ayuda de una llave inglesa, desenroscaremos el tapón de salida del conducto de aceite, levantando previamente el vehículo con la ayuda de un gato. Antes de hacerlo, colocaremos un recipiente para recoger el aceite y evitar derrames en el pavimento. Después de aproximadamente 10 minutos y asegurándonos de que todo el líquido haya salido, cerraremos el tapón de salida, volveremos el vehículo a su altura habitual y rellenaremos el depósito con aceite nuevo. Una vez hecho esto, comprobaremos el nivel con la varilla para asegurarnos de que esté óptimo, ¡y listo!

A pesar de que finaliza aquí la sustitución del aceite, no podemos omitir un último y fácil acto: reciclar el aceite viejo. Es un elemento altamente contaminante y existen numerosos recipientes en áreas urbanas donde podemos colocar este sobrante para contribuir al cuidado del entorno.