El pasado 2 de junio Mazda Motor Corporation anunció su compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono en todas sus plantas de aquí al año 2035, en línea con el objetivo de hacer realidad una cadena de suministro totalmente neutra en carbono para 2050.
Mazda piensa que todos los fabricantes de automóviles tienen la responsabilidad irrenunciable de contribuir a frenar el calentamiento global. Para ello deben reducir las emisiones de CO2 en todas las etapas del ciclo de vida de los vehículos: fabricación, transporte, uso del vehículo y reciclaje al final de su vida.
La compañía se ha implicado activamente en varias iniciativas dirigidas a alcanzar cero emisiones netas de carbono, definiendo tres áreas prioritarias en las que trabajará estrechamente con sus socios, para que todas sus fábricas sean neutras en carbono en 2035, fijando sus objetivos en la conservación de la energía, en la adopción de energías renovables y finalmente en la introducción de combustibles neutros en carbono para el transporte interno.
La primera de estas áreas se centra en los esfuerzos de conservación de la energía durante los procesos de fabricación de los vehículos, en los que se emiten grandes cantidades de CO2. Por ejemplo, reducción de la energía térmica mediante el desarrollo de pinturas con polimerización a baja temperatura y mejora de la eficiencia de conversión de energía mediante la optimización de la tecnología de los procesos.
En cuanto a la adopción de energías renovables, Mazda es consciente de que no solo es importante avanzar hacia la neutralidad en carbono de la empresa, sino también contribuir al desarrollo de la economía de los lugares en donde se ubican sus fábricas. La empresa está estudiando distintas vías de descarbonización, como la generación de energía libre o con baja intensidad de carbono en sus propias plantas o la compra de electricidad a suministradores de energías renovables.
En lo que respecta a la introducción de combustibles neutros en carbono, la compañía nipona ya trabaja en la adopción de este tipo de combustibles para su transporte interno con el Consejo de Hiroshima para la colaboración entre la industria del automóvil, la comunidad académica y las administraciones públicas, que es un organismo que promueve la aplicación práctica de biocombustibles de nueva generación.
El objetivo de Mazda es continuar avanzando con seguridad hacia el gran reto de conseguir que toda su cadena de suministro sea neutra en carbono en el año 2050.