Mantenimiento preventivo para el invierno: qué debes hacer

Mantenimiento preventivo para el invierno: qué debes hacer

Es fundamental que los conductores se preparen para enfrentar condiciones climáticas desafiantes en la carretera durante el invierno.

La conducción puede volverse peligrosa debido al frío, a la nieve y al hielo, además de generar daños en el vehículo o un desgaste prematuro del mismo, ya que se expone a condiciones extremas.

Con el fin de mantenerlo en perfectas condiciones y asegurar la seguridad de todos los conductores en cualquier momento, te detallamos las directrices a seguir y los comportamientos que se deben cumplir para su correcto rendimiento.

  • Mantenimiento preventivo

Aunque es un mantenimiento que se debe realizar anualmente antes de la llegada del invierno, son numerosas las personas que lo descuidan, actuando solamente cuando se produce algún desgaste o rotura, lo que resultará en un gasto mayor. Y es que un porcentaje considerable de las dificultades que ocurren en esta temporada se pueden prevenir con una revisión preventiva.

  • Batería

Debido a las bajas temperaturas, este elemento puede sufrir alteraciones y, por lo tanto, es necesario revisarlo con frecuencia, ya que los dispositivos eléctricos tienen un alto consumo energético. Con el fin de evitar un desgaste excesivo, es recomendable apagar todos los sistemas a bordo, como la radio, la calefacción o las luces, que es uno de los elementos más demandantes.

  • Ruedas

Con el fin de garantizar la adhesión del vehículo, es necesario que los neumáticos se encuentren en óptimas condiciones, con una profundidad de dibujo no menor a tres milímetros y una presión adecuada que se debe medir cuando están fríos. Las cadenas o los neumáticos de invierno se convierten en los compañeros ideales para asegurar una mayor seguridad en las vías.

  • Líquidos

Es importante inspeccionar los niveles del líquido refrigerante, aceite, limpiaparabrisas y frenos en una superficie plana y con el motor frío. En cuanto a los frenos, dado que la distancia de frenado se incrementa en terrenos resbaladizos, resulta crucial que las pastillas y los discos de freno estén en condiciones óptimas y no muestren un notable desgaste, de modo que se pueda frenar suavemente sin correr el riesgo de movimientos involuntarios.

  • Arrancar a bajas temperaturas

Con el fin de comprender lo esencial del procedimiento de arranque, es necesario entender que el lubricante del motor, cuando está frío, se halla en el cárter y su consistencia es muy densa. Al encender el automóvil, toma un poco de tiempo para distribuirse por completo en el motor y calentarse, en ese momento todas las piezas se lubrican adecuadamente. En ese punto es posible comenzar la conducción suavemente, sin aceleraciones que aumenten las revoluciones y una vez que el motor alcance una temperatura de al menos 50ºC, se puede conducir con normalidad. Estas son prácticas en las que se debe enfatizar más si el vehículo ha estado inmovilizado durante varios días en la calle.

Además, es recomendable limpiar el vehículo con más frecuencia para evitar que la sal que se dispersa en el asfalto afecte a las partes más expuestas, como la parte inferior del vehículo. También es conveniente evitar que las escobillas del limpiaparabrisas estén en contacto con el parabrisas.

Para asegurar una conducción segura en invierno, es importante preparar adecuadamente el vehículo y tener en consideración que es fundamental adoptar una conducción prudente.

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La conducción puede volverse peligrosa debido al frío, a la nieve y al hielo, además de generar daños en el vehículo o un desgaste prematuro del mismo, ya que se expone a condiciones extremas.

Con el fin de mantenerlo en perfectas condiciones y asegurar la seguridad de todos los conductores en cualquier momento, te detallamos las directrices a seguir y los comportamientos que se deben cumplir para su correcto rendimiento.

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Aunque es un mantenimiento que se debe realizar anualmente antes de la llegada del invierno, son numerosas las personas que lo descuidan, actuando solamente cuando se produce algún desgaste o rotura, lo que resultará en un gasto mayor. Y es que un porcentaje considerable de las dificultades que ocurren en esta temporada se pueden prevenir con una revisión preventiva.

  • Batería

Debido a las bajas temperaturas, este elemento puede sufrir alteraciones y, por lo tanto, es necesario revisarlo con frecuencia, ya que los dispositivos eléctricos tienen un alto consumo energético. Con el fin de evitar un desgaste excesivo, es recomendable apagar todos los sistemas a bordo, como la radio, la calefacción o las luces, que es uno de los elementos más demandantes.

  • Ruedas

Con el fin de garantizar la adhesión del vehículo, es necesario que los neumáticos se encuentren en óptimas condiciones, con una profundidad de dibujo no menor a tres milímetros y una presión adecuada que se debe medir cuando están fríos. Las cadenas o los neumáticos de invierno se convierten en los compañeros ideales para asegurar una mayor seguridad en las vías.

  • Líquidos

Es importante inspeccionar los niveles del líquido refrigerante, aceite, limpiaparabrisas y frenos en una superficie plana y con el motor frío. En cuanto a los frenos, dado que la distancia de frenado se incrementa en terrenos resbaladizos, resulta crucial que las pastillas y los discos de freno estén en condiciones óptimas y no muestren un notable desgaste, de modo que se pueda frenar suavemente sin correr el riesgo de movimientos involuntarios.

  • Arrancar a bajas temperaturas

Con el fin de comprender lo esencial del procedimiento de arranque, es necesario entender que el lubricante del motor, cuando está frío, se halla en el cárter y su consistencia es muy densa. Al encender el automóvil, toma un poco de tiempo para distribuirse por completo en el motor y calentarse, en ese momento todas las piezas se lubrican adecuadamente. En ese punto es posible comenzar la conducción suavemente, sin aceleraciones que aumenten las revoluciones y una vez que el motor alcance una temperatura de al menos 50ºC, se puede conducir con normalidad. Estas son prácticas en las que se debe enfatizar más si el vehículo ha estado inmovilizado durante varios días en la calle.

Además, es recomendable limpiar el vehículo con más frecuencia para evitar que la sal que se dispersa en el asfalto afecte a las partes más expuestas, como la parte inferior del vehículo. También es conveniente evitar que las escobillas del limpiaparabrisas estén en contacto con el parabrisas.

Para asegurar una conducción segura en invierno, es importante preparar adecuadamente el vehículo y tener en consideración que es fundamental adoptar una conducción prudente.

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