ANAPRI hace balance de la ocupación de cajas nido en la Suerte Ampanera

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La Asociación Naturalista Primilla (ANAPRI) ha hecho un balance de los resultados de ocupación de cajas nido en la Suerte Ampanera 2020.

Desde el año 2012 tienen colocadas cajas nido en la finca de producción ecológica ‘La Suerte Ampanera’, en Colmenar Viejo con el objetivo principal de crear las condiciones necesarias para que criaran varias especies de aves.

Según han explicado, «al ser un encinar joven, no existían huecos naturales para que varias especies de aves trogloditas puedieran criar» a lo que han añadido que «a lo largo de los años, hemos ido colocando cajas adaptadas a cada especie, cosa que se logra con la dimensión de la caja nido y con el diámetro de entrada adecuado. Con esta acción conseguimos aumentar la biodiversidad de la finca y, con un mayor número de cajas preparadas para aves insectívoras, conseguimos un control biológico de posibles plagas de insectos, manteniendo el arbolado saneado».

Actualmente la finca cuenta con 81 cajas nido, 2 para cárabo, 4 para lechuza, 4 integradas en majanos de piedra para mochuelo/abubilla, 11 medianas para autillo/abubilla/estornino y 60 pequeñas.

Las grandes, «de momento no han tenido éxito», han dicho a la vez que apuntan que «igual que las de mochuelo y lechuza, que han sido colocadas este año, si bien, en las de lechuza hay confianza de que sean ocupadas en años posteriores después del hacking de este año. Las medianas, de momento solo las ocupan estorninos, más oportunistas y numerosos que las otras dos especies objetivo».

En las pequeñas, hace algún año, han asegurado, «decidimos reducir el diámetro de entrada en la mayoría, para favorecer la ocupación de insectívoros puros como herrerillos. De no haber reducido las entradas, la mayoría estarían ocupadas por gorriones, más fuertes y generalistas en su alimentación, lo que reducía las posibilidades de conseguir un mayor control de gusanos y orugas que pueden atacar a los árboles». Sin embargo, han lamentado, «el daño colateral es que impedimos también la reproducción de carboneros comunes», pero, han dicho, «aún así hay 10 cajas con abertura apropiada para estas especies, de las que 5 han sido ocupadas por gorriones comunes y 2 por carboneros».

En total, de las 60 cajas pequeñas, 41 han sido ocupadas, lo que supone el 68,3%. Ha habido una caja ocupada por agateador, 2 por herrerillo capuchino, y 31 por herrerillo común.

De las 31 cajas ocupadas por herrerillo común han tenido éxito reproductor 24 cajas, lo que supone el 77,4% y han volado un total de 172 polluelos, con una media de 7,17 pollos por nido. En 7 cajas, equivalente al 22,6%, se ha malogrado la reproducción. Se han encontrado puestas sin eclosionar y pollos muertos en el nido y, han señalado, «aunque la causa de estos fracasos es difícil de precisar, la presencia habitual en la finca de depredadores como gineta y gavilán, pueden estar detrás de ello».

Por todo ello, han concluido, «tras un gran esfuerzo y empeño, en pleno estado de alarma, conseguimos los permisos necesarios para que no se perdiera un año en la toma de datos continuados que llevábamos realizando durante 8 años seguidos. Desgraciadamente, para cumplir estrictamente con las normas de seguridad, no nos han podido acompañar en estas jornadas los socios de ANAPRI».