Lucas González Gómez es un músico, cantante y compositor gaditano nacido en 1982. Conocido por formar el dúo Andy y Lucas han triunfado por España y por el mundo con sus canciones. El 10 de octubre dieron su adiós a los escenarios, de momento, con el proyecto Andy y Lucas, en Madrid.
Recientemente, además de haber llevado la parte empresarial de la carrera musical con Andy, se ha embarcado en la nueva escuela de música Son de Amores que está situada en Yuncos.
¿Qué es lo que te ha llevado a hacerte con la escuela de música Son de Amores
Pues trabajo con un batería que se llama Pino Rovereto, con el que hemos estado de gira, y hablando un día sobre lo gratificante que debe ser tener una escuela para que los niños y la gente aprenda de música. Además estaba cansado ver como los niños y las personas más jóvenes sabían quienes eran artistas como los Beatles o Michael Jackson. Yo lo que quiero es inculcar esos valores aquí, en la escuela, que aparte de que aprendan música también se empapen de la música que ha inspirado lo que se hace hoy. El caso es que me puse en contacto con Pedro, el antiguo gerente de esto, que se traspasaba, hablamos y vine a verla y así fue todo.
¿Qué instalaciones y qué se va a encontrar los alumnos cuando vengan a esta escuela?
Tiene una amplia sala de baile y otra más pequeña. Tenemos clases de piano, de batería, de bajo, de guitarra española, de guitarra eléctrica, clases de canto, también tenemos clases de teatro, y vamos poco a poco porque también queremos meter las clases de instrumentos de viento.
¿Cómo elegisteis el nombre para la escuela?
Es lógicamente nuestra canción más conocida de Andy y Lucas, Son de Amores. Es un homenaje a esa canción pues le puse ese nombre.
¿Qué es lo más duro de dedicarse a la música?
Los viajes tan lejos de tu familia. Las lo más duro para mí, estar lejos de tu familia, que te pille en la otra parte del mundo y que te llame tu hijo que tiene la fecha del fin de curso y tú no puedes estar. Por ese lado, en ese aspecto es un poco duro para mí.
¿Cuál sería el secreto o el sacrificio que hay que hacer para llegar a lo más alto en la música, como estás tú?
Yo siempre he sacado las uñas. He sido un tipo que desde muy joven todo lo que me he propuesto lo he trabajado mucho. Nadie me ha regalado nada. He aprovechado muy bien las oportunidades. Yo aprendí a tocar la guitarra de manera autodidacta. Con las primeras maquetas y los primeros discos no salía de la habitación de casa de mis padres ni para comer. Era aprender, aprender, aprender. Hacer una canción, romperla y tirarla a la papelera…. Lo que pasa es que también se tienen que alinear los astros como es que llegue una discográfica y que crea en ti, que al público le guste lo que tú haces. Conozco a mucha gente con talento que se ha quedado por el camino.
¿Cuáles son los valeros que quieres transmitir?
Con mi forma de ser y con esta escuela son valores que sobrepasen a la propia educación musical en sí, que sea también valores como el respeto. Si se tiene que corregir a alguna criatura en el sentido de que de los buenos días por ejemplo o con los móviles…. esto no va a ser un cuartel, ¡ni mucho menos!, pero es verdad que se debería trasmitir esos valores de educación que traspasaran lo que es la simple música.
¿Cómo crees que ha sido la acogida en Yuncos de esta escuela?
Llevamos más de 200 alumnos inscritos. Creo que son muchos alumnos y vamos a ver hasta que cupo podemos llegar, hasta que no haya más horas de ningún día. Estamos pensando en abrir por la mañana porque se está quedando corto lo que son las clases, entonces pues queremos pensar en todas las personas que hay en Yuncos, en lo que es la comarca. Salvando las distancias, Rafa Nadal tiene una escuela, yo no soy Rafa Nadal lógicamente, pero nunca se sabe. Empezamos con esta escuela y puede coger prestigio. Imagínate que en el día de mañana salga de aquí por ejemplo un chico que sea batería y acabe haciendo giras internacionales. Para mí sería muy gratificante. Tenemos los profesores correctos y de prestigio para que por lo menos aprendan bien.
¿Cuál es tu relación con la comarca de La Sagra?
Toda. Yo al principio viví en el Señorío de Illescas y de ahí me pasé a vivir en Yeles que es donde resido ahora. Lo que son los municipios de esta zona se cogen de la mano. Por ejemplo Yuncos ya se está dando la mano con Illescas. Illescas se está dando la mano con Yeles, o sea, que cuando nos demos cuenta entre los polígonos y demás esas tres poblaciones van a ser una. Es como si hablas de Leganés y Getafe, que están tan juntos que solo les separa un edificio.
¿Qué es lo que más te llama la atención de esta comarca?
Aquí he hecho muy buenos amigos y muy leales, que es lo que me llama. Aquí encontré el amor. Mi mujer, aunque sea de Jaén, ha tenido negocios en Illescas y los dos hijos de mi mujer son, como se dice aquí, bolos, así que fíjate lo unido que estoy a la comarca. Me gusta saber de su gente, de sus fiestas, de sus patronas y patrones, las costumbres. Al fin y al cabo yo también soy español, que lo mío también está ahí unos kilómetros más abajo.También es verdad que hay ciertas palabras que aquí se utilizan entre otras cosas.
¿En qué sitios te has encontrado más cómodo o te han sorprendido actuando?
Difícil, depende el calor que tengas. por ejemplo a principios de año hicimos una gira por Europa que nos sorprendió por completo. Me embarqué en ello, porque la verdad es que he sido el empresario de la gira. Estaba en mi casa y me pregunté, todo el mundo va al otro lado del charco pero con la cantidad de latinos y españoles que hay por Europa ¿porqué no ir a varias ciudades?. Hoy está ya todo conectado. Fuimos a Berlín, Bruselas, París, Dublín, Edimburgo y Londres. No te puedes hacer una idea. Me quedé alucinado porque están en un sitio y te preguntas, ¿quién va a escuchar Andy y Lucas en Berlín? Era la sala Exodos, una sala chulísima para 1.500 personas y estaba hasta arriba, llena de hijos de inmigrantes españoles e incluso españolas casadas con alemanes y los alemanes vinieron a vernos. Fue un sitio muy recogido y tuvo mucho encanto.
¿Qué te llevo a coger las riendas empresariales de Andy y Lucas?
A nosotros lo que nos sucedió hace bastantes años es que Sony nos dio la carta de libertad, de lo cual estamos súper agradecidos a esta compañía porque sin ellos no estaríamos aquí. Me volví a sentar con distintas discográficas y la verdad que era todo el rato dar, dar, dar pero poco recibir. Lo pensé, me senté con Andy y le comenté… mira sabes que somos solventes pero en este caso me gustaría llevarlo a mí por mi parte, yo pongo el dinero y después se descuenta todo. ël confió en mí y yo confío mucho en nuestro producto.
¿Qué es lo más duro de ser empresario de uno mismo?
Las horas que le echas y lo difícil que es llegar a las instituciones. Para moverse y producir un espectáculo hay que pagar por todo. Menos mal que somos un grupo de hacer muchos sold outs pero que no se piense la gente que te hace multimillonario porque hacer por ejemplo dos días el Movistar Arena tiene unos gastos tremendos, porque solo de alquiler ya te van casi a los 100.000 euros. El que meta 2.000 o 3.000 personas allí ya se puede buscar una horca para suicidarse porque no da para pagar esa gran cantidad de dinero del alquiler. También hay gasto en catering, en la producción que se van otros 100.000. Además si quieres este camerino vale 2.000 más, un dineral.
¿Cuáles son las ventajas y satisfacciones de hacer el trabajo uno mismo?
Yo me lo guiso y yo me lo como. Yo me busco todo, con los medios de comunicación por ejemplo me busqué todo, me hice un sumario de medios de la comarca por ejemplo y me empecé a mover. Voy a pulmón También tengo que decir que Illescas me arropó mucho. Se portaron mu bien conmigo al poder hacer el la plaza de toros nuestro concierto y estoy muy agradecido. Ha sido una gira que he ido a pelo, no he tenido ningún patrocinador de un millón de euros, que ha sido con esto, esto esto y con las recaudaciones se ha ido recuperando.
¿Cómo te ves en el futuro, más como empresario, como músico?
Lo primero que tengo que hacer es curarme de mis males y mis cosas, que son unas cuantas las que tengo, aunque las disimulo muy bien. Ójala que dentro de 4 o 5 años podamos volver. El parar ha sido por una causa mayor porque me han reñido desde mi familia hasta mi entorno porque a ver si en vez de tres pastillas que me tengo que tomar y los tratamientos que estoy siguiendo van a pasar a 5, entonces hay un momento que uno tiene que frenar porque si no…. por ejemplo, el WhatsApp hay veces que son las 12 de la noche y estoy ahí respondiendo y no he atendido a mi familia y no he tenido tiempo para mí. Van pasando así los días y años y se ha visto reflejado en mi salud.