Javier Sánchez: “Hoy en día seguimos siendo marionetas”; “Siento una enorme gratitud hacia nuestros antepasados”; “Me gustaría que mi libro lo leyeran especialmente los jóvenes”
Francisco Javier Sánchez Jiménez es farmacéutico militar, con una mente racional, recta y disciplinada en la que también tiene cabida el arte, las letras y la creatividad. Así, después de haber escrito numerosos artículos en revistas especializadas y varias obras de teatro, incluso en verso, ahora se atreve con su primera novela, El cordel de las marionetas. Este libro, editado por Atlantis, es un homenaje a todas aquellas personas normales cuyos nombres propios no aparecen en la Historia, pero que la llevaron a cuestas.
¿Qué ha querido contar en El cordel de las marionetas?
He querido contar la historia de personas sencillas, recuerdos de la vida de personas muy cercanas a mi familia, que vivieron entre 1928 y 1959, en los últimos estertores de la monarquía de Alfonso XIII, la República, la Guerra Civil, la post guerra y el régimen franquista. Cada uno de los personajes forma parte de un estamento social diferente y la vida les va uniendo en el dolor, el hambre, la injusticia y el sentirse manipulados por quienes establecían las normas. Eran como marionetas movidas por intereses que se disfrazaban de ideales.
Casi como ahora
Si, si, seguimos siendo marionetas, pero con una gran diferencia, y es que ahora la gente tiene mucho que perder. Vivimos en el Nirvana comparado con la que vivieron los personajes de esta novela. Para mi la novela es un homenaje a todos ellos.
Dice que les unía el dolor y el sufrimiento ¿Qué nos une ahora?
El paralelismo de la guerra con los tiempos actuales es sorprendente. Si miramos en la prensa las portadas del año 1935, salvo los nombres serian prácticamente los mismos.
¿Qué tenían de bueno los personajes de la novela?
Eran gentes sencillas, que incluso los más ricos eran básicos y sólo querían tener su vida solucionada, es decir, tener comida, cobijo y poco más. Se conformaban con muy poco. Ahora a nosotros nos cuesta conformarnos con todo lo que tenemos.
¿Cree que eran más felices que nosotros ahora?
Lo divertido de esta experiencia ha sido ponerme en la piel de otras personas. No es que fueran más felices, pero creo que tenían menos preocupaciones. La felicidad era llegar al día siguiente. El planteamiento de la vida era más simple. Conseguir una tortilla de mondadura de patata les daba la felicidad y ahora a nosotros no nos la da ni una comilona.
¿Qué ha aprendido de usted mismo al escribir el libro?
La enseñanza que he sacado es que creo que me he mejorado, porque he sabido valorar cosas que yo nunca había valorado. Sé lo que han tenido que vivir nuestros predecesores para darnos lo que nosotros tenemos ahora. Siento una sensación de absoluta gratitud hacia ellos.
Ha decidido que los beneficios del libro vayan destinado a la fundación SOLETE
Tenemos una nieta que nació en Boston con una encefalopatía isquémica. Tiene una parálisis cerebral grave y el coste de los tratamientos en EEUU es elevadísimo. Un año de tratamiento para la estimulación precoz son 80.000 dólares. De modo que qué mejor que lo que pueda sacar del libro pueda ayudar a Sol, que es como se llama mi nieta, que ahora tiene 14 meses.
¿Siempre ha vivido en Boadilla?
Sí, llevo viviendo en Boadilla con mi familia desde el 1979.
¿Cómo ha evolucionado el municipio?
Boadilla ha vivido una gran eclosión, sobre todo desde que se instaló la Ciudad del Santander. He conocido muchas épocas de alcaldes de Boadilla. Antonio González Terol hizo una labor magnifica que Javier Úbeda está continuando. Tengo mucha relación con el concejal de Deportes, David Mesa, y solo tengo palabras buenas palabras para Boadilla.
¿Siente que Boadilla da apoyo a la cultura?
Sí. En mi caso, David Mesa supo de mi libro y me ayudó a presentarlo el pasado 12 enero y llenamos el teatro. A la presentación acudieron cuatro concejales así que solo tengo palabras de agradecimiento. El Ayuntamiento me ha abierto siempre las puertas.
Ahora que vienen las elecciones ¿Qué les pediría a los políticos?
Que sigan como hasta ahora. Yo que tengo nietos pequeños, para ellos Boadilla es un paraíso.
¿A quién va dirigido el libro?
A todo el público, pero me gustaría que lo leyeran los más jóvenes, para que conozcan nuestra Historia. Deberían saber qué pasó. Cuando se le pregunta a un chaval quién era Adolfo Suarez y no saben contestar me da pena.
Estamos perdiendo el honrar a nuestros mayores
Si, y es por el desconocimiento. Las nuevas generaciones solo han vivido la bonanza.
¿Qué ha aprendido de sus padres que ha querido inculcar a sus hijos?
La cultura del esfuerzo y que las cosas no son gratis. Mis hijos siempre han sabido que tenían que ganarse la vida desde el primer día, y que nadie se la iba a resolver.
¿Está pensando en el siguiente libro?
Si, estoy dándole vueltas a una historia que tengo en la cabeza.
¿Qué diferencia hay entre las relaciones humanas de antes y las de ahora?
Antes eran absolutamente personales y directas. No se pretendía tener followers, lo importante era no fallarle a los tuyos.
¿Nos cuesta escuchar?
Sí, estamos encerrados en nosotros mismos.
¿Cuál es su personaje favorito?
Perico porque es un hombre honesto. Le molestaba enormemente la gente que tiraba la piedra y escondía la mano. Y Sarita. Ella es la valentía, con una capacidad de levantarse, aunque esté en el lodo más tremendo y salir adelante quedándose sin nada muchas veces.
¿Cómo ve la escena política actualmente?
Tengo la sensación de que sólo hay aficionados en el poder. Carecen de la categoría profesional, moral y social que se requiere y trabajan solamente por y para intereses propios.