Comenzará este verano el consistorio de Majadahonda una iniciativa contra las fiestas de botellón con el fin de prevenir y evitar el uso de bebidas alcohólicas y disturbios en las vías públicas y parques de la localidad.
Durante el periodo de vigencia, hasta el 1 de octubre, se enfocará especialmente en salvaguardar la integridad de los menores.
Tres ámbitos abarcan esta iniciativa.
En el primero, enfocado en la supervisión de los negocios que venden bebidas alcohólicas, para prevenir su venta a menores de 18 años y en horario no permitido, según la ley.
Más de 40 parques y jardines, así como otros lugares frecuentados por jóvenes, son supervisados por la Policía Local para evitar el consumo de alcohol en áreas públicas.
Se emitirán multas por comportamientos que transgredan la normativa municipal sobre conductas incívicas y actos vandálicos.
De carácter divulgativo es la tercera área de acción de esta campaña. La normativa actual sobre la venta de bebidas alcohólicas y las repercusiones de no cumplirla se comunicarán a los dueños de los negocios implicados.
Unidades caninas y de vigilancia aérea de la Policía Local de Majadahonda también forman parte del operativo policial planificado para esta campaña.
De acuerdo con Antonio Rodríguez, concejal de Seguridad, “el consumo de alcohol en la vía pública genera suciedad y deterioro del entorno urbano, además de poder causar ruidos y molestias a los vecinos, que ven alterada su tranquilidad y descanso, especialmente durante la época veraniega. El año pasado, durante la campaña contra el botellón se llevaron a cabo 123 identificaciones de personas y se levantaron 28 actas por diversas infracciones como tenencia de estupefacientes, alteración del orden público y consumo de alcohol en la vía pública ”.
Incrementadas durante la temporada estival, las inspecciones en los establecimientos de entretenimiento en Majadahonda por parte de la Policía Local tienen como objetivo supervisar el cumplimiento de los horarios y el nivel de decibelios permitido.
Respetar los horarios, moderar el volumen de la música, evitar alzar la voz en exteriores, así como reducir el ruido durante el montaje y desmontaje de las terrazas, constituyen algunas de las recomendaciones dirigidas tanto a los clientes como a los propietarios de restaurantes y bares.