Los tiempos están cambiando, el estilo de vida también. Esto hace que se desarrollen nuevas actividades de negocio como son, por ejemplo, las llamadas cocinas agrupadas o ‘fantasmas’.
Se trata de cocinas independientes, sin instalaciones adicionales, en las que se elabora comida para repartir a domicilio.
La proliferación de este tipo de negocio, –actualmente en Pozuelo hay tres-, ha hecho que el Grupo Municipal Vox pusiera sobre la mesa en el Pleno, del pasado mes, la regulación del uso urbanístico de este tipo de cocinas.
Somos Pozuelo presentaba una enmienda a la moción proponiendo, en palabras de Patrica Cabal, que “se suspenda de manera inminente la concesión de este tipo de licencias durante dos años”.
Una enmienda que fue rechazada por el Grupo Municipal Vox, que está preocupado porque “esta falta de regulación genera conflictos de convivencia entre los vecinos, por las molestias que se derivan de la propia actividad, como son los ruidos, los olores, el tráfico intenso o la alta generación de residuos”.
Razones que fueron apoyadas por Elena Moreno García, del Grupo Municipal Socialista. “Deberían ser negocios respetuosos con el entorno, con filtros de olores, control de ruidos, que se realicen estudios de movilidad para que no afecten a la vida de la zona. Es importante alejar lo más posible estos locales de los edificios de viviendas. Y no hablamos de restringirlos sino controlar su ubicación”, aclaraba Moreno García.
El concejal del Grupo Municipal popular, Francisco Melgarejo, expresaba a los miembros del Pleno que la presentación de esta moción era innecesaria ya que “la actividad de las cocinas industriales en Pozuelo ya está regulada”.
La moción fue rechazada con 14 votos en contra, 11 del Grupo Municipal Popular y 3 de Ciudadanos; y 10 votos a favor, 4 del Grupo Municipal Vox, 1 del PSOE, 1 de Ciudadanos, 1 del concejal no adscrito, y la abstención de Somos Pozuelo.
