El 11 de noviembre de 1861 nació en Sevilla el que llegara a destacar entre los banderilleros Juan Romero Fernández “Saleri”. En sus primeros años hizo un poco de todo, fundidor, barbero, alfarero, para terminar por ejercer en lo que fue su meta, torear. Ingresó en la cuadrilla de Fernando “El Gallo” siendo una de sus especialidades ejecutar el salto de la garrocha. En enero de 1888 fue a México en la cuadrilla de “Cuatrodedos” y, toreando el día 15 en Puebla ganado de San Cristóbal de la Pampa, el cuarto astado, Pampero, muy manso, le cogió al intentar el salto dándole una cornada mortal en la ingle izquierda.
Sebastián Palomo “Linares” y Antonio José Galán cambiaron la salida por la puerta grande por la de la enfermería el 11 de noviembre de 1973 en la plaza de Acho en Lima (Perú). Se lidiaron toros de La Viña cortando Palomo las dos orejas del cuarto que tuvo que pasear la cuadrilla por haber sufrido el espada una grave cornada al entrar a matar. Galán también le cortó las dos orejas al quinto pero fue la cuadrilla la que dio la vuelta al ruedo con los trofeos ya que el matador tuvo que ir a la enfermería por haberse dado un corte en la mano. Cerró el cartel el torero limeño Rafael Puga que lidió al sexto sin los otros matadores en el ruedo y le cortó el rabo entre la aclamación popular.
Festejo en la plaza de Vista Alegre (Madrid) con ganado del conde de Ruiseñada el 11 de noviembre de 1973. Hicieron el paseíllo Adolfo Ávila “El Paquiro” que dio la vuelta al ruedo en el cuarto; Curro Vázquez la dio en el segundo y Miguel Peropadre “Cinco Villas” siguió con su triunfos en esa plaza y paseó la única oreja de la corrida, la cortada al tercero dando la vuelta al ruedo en el sexto.
Los toreros españoles Emilio de Justo y Álvaro Lorenzo confirmaron su alternativa en la plaza de Acho en Lima (Perú) el 11 de noviembre de 2018 en la Feria del Señor de los Milagros. Los toros llevaron el hierro de El Olivar y con el primero, Resabio nº 11 confirmó Emilio de Justo que fue silenciado al igual que en el otro que estoqueó. El segundo de lidia, Lanudo nº 240 fue el de la confirmación de Álvaro Lorenzo que, tras gran faena, consiguió que fuera indultado paseando las dos orejas simbólicas. El torero local y padrino de las ceremonias Alfonso de Lima, dio la vuelta al ruedo en su segundo.
