EFEMÉRIDES, 22 de Mayo – Tauromaquia

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Tal día como hoy 22 de mayo, pero del año 1815, tomó la alternativa en Córdoba el espada local Francisco González Díaz “Panchón” que había sido banderillero en la cuadrilla del José Romero. Fue el padrino de la ceremonia José María Inclán.

El espada Francisco Arjona Reyes “Currito” fue el padrino en la confirmación de alternativa en Madrid del torero sevillano José Centeno y Laboise el 22 de mayo de 1877. Los toros fueron de Agustín Solís anunciándose como Meleno el de la cesión.

El 21 de mayo de 1890 recibió la alternativa en Madrid el torero el torero Juan Jiménez Ripoll “El Ecijano”. El toro de la ceremonia se anunció como Judío, de la ganadería de José Torres Díez de la Cortina y le fue cedido por Rafael Guerra Bejarano “Guerrita”.

Juan Jiménez, Ecijano

La plaza de Vista Alegre en el barrio de Carabanchel (Madrid) se anunció una hazaña histórica para el 22 de mayo de 1971. Sebastián Palomo “Linares” se encerraba con seis toros por la tarde y otros seis por la noche. En el festejo de la tarde salió a hombros al cortar seis orejas y un rabo suspendiéndose el de la noche por la fuerte lluvia. Palomo fue ovacionado en el primero de Miura y dio la vuelta al ruedo en el tercero, Serrucho, de Antonio Pérez de San Fernando; le cortó una oreja al quinto, Chaparrito, de Victorino Martín y otra al sexto de Núñez Hermanos. Le cortó las dos orejas al segundo, Cigarrero, de Eusebia Galache y las dos y el rabo al cuarto, Cartujano, de los Herederos de Carlos Núñez. Un mes después completaría la hazaña de estoquear las dos corridas.

Triunfo de Palomo Linares en La Chata

Sebastián Palomo “Linares” volvió a protagonizar un hecho histórico en la Plaza de Las Ventas de Madrid el 22 de mayo de 1972. Se lidiaron toros de Atanasio Fernández formando el cartel Andrés Vázquez que le cortó la oreja al primero; Palomo que paseó las dos del segundo y las dos y el rabo del quinto, Cigarrón nº 21 premiado con la vuelta al ruedo. Cerró la tarde el mexicano Curro Rivera que cortó cuatro orejas. Puerta grande para Palomo y Rivera.

Casi cuatro décadas sin concederse un rabo en Madrid