EFEMÉRIDES, 22 de Noviembre – Tauromaquia

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El 22 de noviembre de 1952 nació en la Soria el matador de toros José Luis Palomar Romero. Recibió la alternativa el 4 de marzo de 1978 con José Mª Manzanares de padrino y Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea” de testigo con toros de Baltasar Ibán. Confirmó en Madrid con ganado de Ramón Sánchez y Dámaso González de padrino repitiendo “Niño de la Capea” como testigo.

Busto de José Luis Palomar en la puerta de la plaza de Soria

Se lidiaron siete toros de Manuel Santos Galache el 22 de noviembre de 1968 en la plaza de Marbella (Málaga). El rejoneador Rafael Peralta fue premiado con una oreja. En la lidia de a pie, Jaime Ostos cortó la única oreja a su segundo y Andrés Vázquez y Andrés Hernando fueron ovacionados en sus toros.

Muletazo por alto de Jaime Ostos

El matador de toros Fernando Domínguez falleció en su ciudad natal, Valladolid, el 22 de noviembre de 1976, cuando contaba 69 años de edad. La alternativa la había tomado en Valencia el 18 de marzo 1933; Vicente Barrera fue el padrino y le cedió la lidia del toro Mohoso de Manuel Camacho en presencia de los testigos Domingo Ortega y Victoriano de la Serna. La confirmación en Madrid fue el 16 de mayo del mismo 1933 de manos de Marcial Lalanda que le cedió el toro Pocapena de Francisco Coquilla con Domingo Ortega de testigo.

Escultura de Fernando Domínguez realizada por Pablo Lozano Perea

AFLIGIDO.- Novillo herrado con el número 86, negro de capa, perteneciente a la divisa azul de “Jandilla”, cuyo representante es Don Francisco de Borja Domecq Solís. Se lidió en un festival celebrado en Nîmes (Francia) el 22 de noviembre de 1992. El público solicitó para esta res, y lo consiguió, el indulto. Correspondió en suerte al matador de toros Dámaso González, que se vio premiado con los máximos trofeos simbólicos.

CANASTERO, Toro de la ganadería mexicana de Julio Delgado, herrado con el número 28 y anunciado con un peso de 459 kilos al abrir plaza en “La México” el 22 de noviembre del año 2009 en el tercer festejo de la Temporada Grande. Con él, tomó la alternativa el mexicano forjado en España, Ernesto Javier Tapia “Calita” que vistió el clásico blanco y oro y que se presentaba ante la afición capitalina ya que no toreó en la Monumental de novillero. Flojeó el toro más de lo previsto pero el torero pudo demostrar su ligazón y temple en faena que llegó al público y que no remató con la espada por lo que su labor fue silenciada. Manolo Mejía y José María Manzanares fueron padrino y testigo del evento.

Doctorado de Calita