FRANCISCO DE MANUEL EN EL PODIO DE LOS TRIUNFADORES

644
????????????????????????????????????

ALTERNATIVA Y TRIUNFO DE FRANCISCO DE MANUEL EN COLMENAR

 El “cartel de la Feria” o el “cartel estrella”, así denominaron los aficionados al anunciado el 30 de agosto como tercer festejo de la Feria de la Virgen de los Remedios de Colmenar Viejo. La entrada en los tendidos con lleno dentro de las medidas restrictivas, dio fe de la buena acogida que tuvo el cartel desde su presentación.

Justita, tal vez demasiado, la presentación del ganado de Núñez del Cuvillo que, además, tampoco estuvo sobrado de fuerza de hecho, el segundo de la tarde, primero de Morante volvió a los corrales y se sustituyó por un sobrero de Domingo Hernández que tuvo aspereza. Como pasa siempre o “casi siempre” según se llega a lo alto del escalafón de matadores, va mermando el toro.

En la puerta de cuadrillas de “La Corredera” Morante de la Puebla (butano y azabache), Roca Rey (malva y oro) y Francisco de Manuel (blanco y oro) que tomaba la alternativa.

Abrió plaza Rescoldito, nº 7, de 510 kilos,  nacido en octubre de 2015 de pelo melocotón (datos para la historia y las estadísticas). Fue recibido por Francisco de  Manuel con suaves lances a la verónica, ganado terreno hasta cerrar la tanda con media en el centro del platillo. Vistosas las chicuelinas al paso para ponerle en suerte y que se le midiera en un puyazo que no llegó a tanto. De nuevo se lució con la capa en las tijerillas del quite que remató con una airosa larga. Iván García dejó arriba dos buenos pares.

Morante cede los trastos a Francisco de Manuel

Una vez investido matador por el Morante, se dirigió a donde se encontraba su padre, el torero venezolano Manolo Fuentes, para dedicarle un sentido brindis. Comenzó la faena de rodillas corriendo bien la mano en los redondos cambiando el viaje por detrás un par de veces. Duró poco el toro y tuvo que sacar el torero su buen concepto de colocación y temple además de variedad para confeccionar una faena que culminó otra vez de rodillas. Escupió la espada el toro y se atascó Francisco con el descabello. Saludos. Salió espoleado Francisco de Manuel en el sexto (Morante había cortado una oreja y Roca Rey dos en el quinto). De rodillas enjaretó un racimo de verónicas para seguir por ese paso ganando terreno ya de pie. De nuevo se hace notar Iván García al cerrar al toro corriendo hacia atrás sin dar un capotazo. Empujó el toro en el puyazo y volvió a lucirse el matador con el capote a la espalda. Esta vez fue Juan Carlos Rey el que se asomó dos veces al balcón y saludó junto a su compañero. Brindó al público la faena y, esta vez, con más toro Francisco fue dejando en el ruedo una lección de Tauromaquia, girando la cintura, buscando el pitón contrario y dejando la muleta puesta para enlazar los muletazos. Largo el trasteo en el que se mostró muy valiente al final, con los pitones rozando la taleguilla para cerrar con unas ajustadísimas bernadinas. Se volcó en el morrillo al segundo viaje y enterró todo el acero. Dos orejas que le situaban por encima de sus compañeros de cartel según la opinión general.

Muletazo muy natural del recién doctorado

Morante de la Puebla se encontró con el áspero e incierto sobrero que no le permitió más que detalles y momentos de torería mezclados con otros de lagunas. Hubo pitos de los disidentes durante el trasteo. Se salió de la suerte en las dos entradas, debió pensar que el toro no se merecía más y se le silenció. El colorado cuarto se llevó como saludo una verónicas en las que el juego de brazos y el giro de cintura formaron escenas plásticas para carteles y aún hubo más lentitud en el quite también por ese palo. Se dobló con aires gallistas, artista y pinturero con muletazos largos y de mucho sabor en una faena en la que los molinetes fueron eso, enroscándose al toro al que dio sitio, tiempo y distancia. La entera hizo que se desbordara la euforia morantista y paseó una oreja concedida con justicia.

Profundidad en el redondo de Morante

Roca Rey era el mayor atractivo del cartel y lo sabía. Consciente de esa responsabilidad salió a recibir a su primero con unas cordobinas que se jalearon y salió dispuesto tras el picotazo para ajustarse en las chicuelinas del quite. La faena de muleta la planteó en los medios ante un toro reservón y tardo. Hizo lo posible porque lo faena tuviera altura pero el torete no daba más de sí y los últimos muletazos fueron muy cerca de los pitones para completar un circular de espaldas y unos redondos a pies juntos. El pinchazo antes de la entera dejó el premio en una ovación. Le quedaba la opción del quinto y quiso meterse al público en el bolsillo desde que se fue a recetar un racimo de verónicas ganando terreno hasta los medios. Le llevó al jaco galleando con el capote a la espalda. La vara fue medidita o si prefieren, la varita fue medida. Se lució Juan José Domínguez en el segundo tercio. Comprobado el tranco del toro, brindó al público y se fue a los medios para citar de rodillas y torear en redondo. No paró el personal de aplaudir en una faena de buen concepto con vistosos remates, uno ligando el afarolado con el de pecho. Larga faena, algo reiterativa y monótona en algunas fases, terminada con una trincherilla, uno en redondo y el de pecho sin enmendarse y unos circulares de espaldas antes de dejar una entera que tiró al toro sin puntilla. Las dos orejas le abrían la puerta grande por la que salió con Francisco de Manuel.

Muy ajustado Roca Rey en esta bernadina

Julián Agulla