Sin perder la ocasión

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Fachada principal de la plaza de toros de Manzanares (Ciudad Real)

Sin perder la ocasión

Es lo que tiene cuando no hay temporada oficial que uno ya conoce los itinerarios que va a seguir durante todo el año taurino. El condicionante provocado por la pandemia del Covid-19 hace que los festejos se programen fuera de las fechas tradicionales en las fiestas de capitales y pueblos. Las iniciativas están siendo bastantes, seguro que pocas según los aficionados y muchas para lo que algunos quisieran, esos precisamente que se sientan en los sillones donde están los que cobran su ¿sueldo? de los impuestos que pagamos todos, incluidos los aficionados a los toros.

En principio, había la creencia de que los festejos que pudieran darse, se los repartirían las figuras del toreo y, lógicamente, las ganaderías de postín pero luego, la realidad es que se están dando carteles con toreros del llamado segundo escalafón, incluso del tercero, que bien combinados y con las ganaderías apropiadas, están teniendo el tirón suficiente como para que todos estemos “medianamente contentos” porque, con la que tenemos encima, no es posible contentarse más.

No comenzó septiembre con buenas sensaciones porque, desde la Comunidad de Madrid, se suspendieron festejos que habían autorizado pocas fechas antes; decisiones seguro que muy medidas, consensuadas y meditadas pero que chocan con la autorización de otros eventos donde has más cercanía entre los asistentes y se pueden controlar menos las medidas de seguridad y, no digamos, con la ocupación de los trasportes públicos donde metro, autobuses y trenes de cercanías van “cargados” casi igual que hace un año que no estaba el virus suelto. De momento los festejos del día 4 de septiembre en Aranjuez y del 5 en San Sebastián de los Reyes se quedaron en “proyecto” con los gastos que hayan supuesto a los organizadores como son los permisos y los transportes del ganado de la finca a la plaza y el regreso, por mentar algo fácil de entender. Y, según dice la mayoría, los ERTES sin llegar.  En el Real Sitio no pudimos ver la goyesca en la que Daniel Luque se encerraba con seis toros de distintas ganaderías para poder situarse dentro del “grupo de cabeza” del pelotón y en Sanse, no pudieron hacer el paseíllo Morante, El Juli y Manzanares. Se habló, muy por lo bajini, de que la presencia del de La Puebla y su sentimiento político pudiera estar detrás de todo. ¡Cosas de “radio macuto”! ¿Quién podía pensarlo?

Cartel de Aranjuez ¿para cuando?

Tampoco se autorizó la corrida en Valdetorres del Jarama, como todas, con el deseo de las autoridades de que “puedan darse cuando mejore la situación sanitaria”.

Hay que salir de la Comunidad de Madrid para ver toros, está más que visto de momento. En Manzanares (no el Real, por supuesto) se programó un homenaje a Sánchez Mejías el día 5  donde se jugaron toros de Las Monjas. Total, dos horitas de camino para ver un cartel atractivo encabezado por Enrique Ponce que comenzó cortando una oreja al primero; el linarense Curro Díaz se la cortó al quinto pero la sorpresa nos la dio Sergio Serrano, al que vimos de novillero y nos despertó muchas esperanzas pero que se fue diluyendo dejando su sello prácticamente en la corrida que todos los años mataba en su Albacete natal. Madrid es fundamental en estos casos y lo fue para Sergio que demostró estar cuajado y en gran momento en septiembre del año pasado en una corrida de desafío ganadero donde demostró valor y firmeza ante astados de Saltillo y Araúz de Robles. En Manzanares le cortó las dos orejas al tercero y las dos y el rabo al sexto, Soñador nº 21 un excelente ejemplar que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Y de Manzanares a Villanueva del Arzobispo (Jaén),  cambiando de Comunidad y la plaza llena con el aforo permitido y con todas las medidas sanitarias. No había lidiado Victorino Martín en esta plaza por lo que había mucha expectación y no defraudó la ganadería y no defraudaron los toreros. Curro Díaz “jugaba en casa” y le cortó una oreja al primero para encarrilar la tarde; Rubén Pinar, un torero recuperado por su bien y el de los aficionados, indultó al quinto, un gran toro, completo, Muralista-95 y el tercero de la terna, Alberto Lamelas le cortó una oreja a cada uno de su lote. En total, gran tarde de toros y Pinar y Lamelas a hombros por la puerta grande.

El hierro de Victorino Martín sobre los colores de la divisa

Comenzaban por estas fechas los festejos en Arles (Francia) país y afición donde, una vez más, nos dan lecciones y, por ello se dividió el grupo con la promesa de “contarlo” porque el día 13 había otra cita en Baza (Granada) con otro buen planteamiento de organización y autoridades y eso que hubo “intentos” para que se suspendiera. Los toros de Román Sorando fueron a menos pero aún con eso, permitieron que Ponce y “El Fandi” cortaran tres orejas; el de Chiva dando pausas, con elegancia y casi perfección y el granadino dando todo lo que lleva, haciendo vibrar a la gente en los tercios de banderillas y demostrando que tiene mucho repertorio, haciendo gala de un valor más allá de lo prudente. Emilio de Justo no fue el convidado de piedra, tuvo un toro que no se entregó y le toreó con verdad y disposición y mató de una estocada fulminante paseando una oreja; el sexto fue el “garbanzo negro”, desrazado y huyendo no permitió más que un macheteo eficaz.

Ah!, y a todo esto, sin que se hayan tenido noticias de algún contagio en los festejos taurinos. De haber habido alguno ya se hubieran encargado los que sabemos de airearlo a los ocho vientos y, casi seguro, abriendo con esa noticia los telediarios y, tal vez, algunas ruedas de prensa.

Julián Agulla