Julián Bolaños (PSOE) consiguió por tercera vez la mayoría absoluta en las elecciones a la alcaldía de Villafranca de los Caballeros de 2023.
Se ha cumplido el ecuador de esta legislatura. ¿Qué objetivos de los que se propuso ha logrado?
Nosotros el objetivo que nos proponemos es el día a día. En ninguno de los programas electorales que yo he presentado prometemos el oro y el moro. Cometimos la torpeza el primer año que me presenté, que fue en 2015, prometer que íbamos a hacer un centro de empresas y luego al final no fue posible así que preferimos ir haciendo cosas intentando mejorar la vida de nuestros vecinos. No tenemos grandes objetivos más allá del día a día, de intentar ir arreglando calles que tenemos un montón todavía sin urbanizar, ya que el urbanismo ha estado dejado e la mano de Dios muchos años. Lo planes provinciales los utilizamos en eso, mejorar. Los objetivos son esos, el día a día. En cuanto a objetivos se suele hablar en los ayuntamientos de las obras que se han hecho, si han hecho una piscina, o un auditorio, y nosotros esas cosas ya las tenemos, por lo que intentamos hacer políticas sociales que lleguen a nuestra gente sea cual sea la edad, desde la ayuda a domicilio para las personas mayores hasta las actividades para los niños dentro del Plan Corresponsables. Actividades de verano para que se pueda conciliar la vida laboral con la familiar. Tenemos déficits pero vamos haciendo día a día cosas. Hemos tenido que contratar a una empresa para que quite la hierba de muchas zonas del municipio.
¿Qué objetivos le quedan por cumplir?
Me gustaría que no hubiera ninguna baldosa levantada en el pueblo. Que estuvieran todas las calles estupendamente asfaltadas, que estuviera todo perfecto pero muchas veces todo eso es imposible. Que no hubiera barreras arquitectónicas. Por mucho que quiere uno son metas que son difíciles de completar. Esos son los objetivos, seguir apostando por nuestros mayores, nuestros pequeños, por nuestras lagunas.
¿Con qué ingresos cuenta el municipio?
Aquí lo que se recauda es lo mismo. Los ingresos que tenemos son los tributos del Estado y lo que se recauda de la contribución, del IBI. En personal se nos va el 80% del presupuesto. Subimos el IBI el año pasado de una manera importante. No tenemos otra fuente de ingresos más allá de 4 permisos de obra y de los 4 vehículos. El dinero es el mismo. Luego está en que lo empleas. Algunos lo utilizan en organizar festejos taurinos. Yo no soy antitaurino, que conste. Entiendo que es una industria que mueve muchos puestos de trabajo, que hay a gente que le gusta. Yo lo respeto pero en su día decidimos que no íbamos a invertir 18.000 euros todos los años en organizar un festejo taurino cuando aquí no tenemos plaza que no tenemos nada y es a fondo perdido. Yo soy futbolero, del Real Madrid, pero si me dicen que viene el equipo de veteranos del Real Madrid y me cobra 18.000 euros por venir al torneo de feria y que la gente además tenga que pagar su entrada no me parece la verdad.
¿Y los festejos?
A nivel festejos estamos a tope. Carlos, el concejal, es un chico joven que se mueve mucho, trabaja muchísimo. Está dando un aire distinto a muchas cosas. Como el festival Chela Beach, del que celebramos su segunda edición, que fue un éxito total en su primera edición. Salimos lo comido por lo servido pero reunimos a más de 2.000 personas que vinieron al evento y que consumieron aquí en la localidad. Le dimos mucha vida al pueblo que es de lo que se trata. También hemos celebrado el día del Orgullo Gay, el carnaval de verano o la fiesta de las generaciones, aparte de las fiestas patronales, que a nosotros nos gusta mucho la verbena.
Cuando era chico en San Antón echábamos el sarmiento y hacíamos la hoguera. Ahora llevamos la leña nosotros, es otro tipo de madera. Hemos ido rescatando tradiciones para que la gente salga, socialice y se distraiga. Da igual quien sea el santo nosotros llevamos la parrilla para hacer comida y la gente se apunta. El menú es sencillo, chorizo o panceta. Lo que se recauda se lo damos a la Hermandad del Santo. En nuestro equipo la verdad es que hay pocos creyentes, si es que hay alguno, pero tenemos todo el respeto por la religión. Se dice que había una ermita dedicada a San Juan hace más de 200 años que desapareció. Ni los más viejos del lugar sabían lo de la ermita pero se sabe por los escritos y que es ahora la Plaza de San Juan. El caso es que vinieron un día dos o tres vecinas a pedirnos que hiciéramos una hornacina, un nicho o algo para poner una imagen de San Juan que tenían guardada en su casa. Lo que hicimos fue un humilladero, que es una columna que tiene su imagen dentro. Somos respetuosos con las tradiciones y con la gente del pueblo.
¿Cuál cree que es el mayor atractivo de su municipio?
Las lagunas. Reivindicamos lo que creemos que es justo. Las lagunas están ahora estupendas de agua, firmaba que estuvieran así para 5 o 6 siglos. Ahora estamos con el tema del alcantarillado de las lagunas, que es una obra que está financiada por fondos europeos y que tiene un presupuesto de 4 millones de euros. El Ayuntamiento ha tenido que poner muy poquito, apenas dejarles un terreno donde va a ir montada la estación de succión y de bombeo. Una obra que se está haciendo para proteger el entorno natural, porque hay siempre problemas con las filtraciones de las aguas fecales. Muchas de las urbanizaciones de las lagunas no tienen fosas estancas, por lo que intentamos evitar males con esta obra de alcantarillado.
El nivel de agua de las lagunas ahora mismo está maravilloso, ya que venimos de haberlas visto secas completamente. Fue a raíz de la Filomena que se recuperaron, toda esa nieve que cayó hizo que el terreno se esponjara y el río estuvo corriendo lo que hizo que todo el agua que entraba del río se quedara en la superficie. A nosotros por lo tanto la Filomena nos vino muy bien, a otras zonas no tanto, pero a nosotros allí nos vino fenomenal.
Me comentaba un agente medioambiental muy ligado a la plataforma Lagunas Vivas, que recoge todo el tejido de asociaciones y en el que está metido todo Villafranca para defender el derecho al agua, que todavía estaba entrando agua del río a las lagunas en pleno julio, que eso es muy raro de ver. Aunque la que entra es poca es más de la que se evapora por el calor de estas fechas.
¿Cómo ve su futuro?
Estos son mis últimos 2 años en la alcaldía. Ya no me presento más. Esto tenía, en mi opinión, que estar limitado como mucho a 8 años. El que lo hace bien que esté esos 8 años y el que lo hace mal se verá separado por las urnas del cargo. Tendrían, como digo, que estar los mandatos limitados. En los pueblos no se pega la gente por ir en las candidaturas. Da igual el partido. Conformar una lista con 11 personas más algún suplente es complicadísimo. Sí que hay mucha gente muy válida y capaz pero a la gente no la puedes obligar. Hay que dar mucho mérito a las personas que se ofrecen aunque sea para ir el último. Yo he tenido mucha suerte de juntarme con un grupo de personas con ganas de trabajar, gente muy competente, con la que tuve la suerte de ganar el 2015 y repetir la candidatura en 2019, don de revalidamos la victoria. La mejor manera de someterte a un examen son las elecciones. Los concejales trabajan mucho y por poco dinero, cobran 220 euros nada más y trabajan las mismas horas que yo o más. Es complicado encontrar gente que quiera hacer un trabajo tan sacrificado de manera altruista, por lo que yo estoy muy agradecido a todos los que me han acompañado estos años en el equipo.
¿Qué cualidad definiría su mandato?
La cualidad que tenemos es la cercanía. Atendemos a la gente sea cuando sea como cuando vas a tomar algo a una terraza por ejemplo y te llega la gente y te aborda para comentarte algo. Ahora soluciones para todo no tengo, seamos realistas, pero para escuchar los problemas de la gente estaremos ahí.
Hay que reconocer cuando uno se equivoca. Por ejemplo teníamos un festival de teatro al aire libre en el colegio Cervantes. Montamos el escenario, llevamos las sillas y todo lo necesario. El caso es que lo tuvimos que cambiar de ubicación porque cometí el error de dar permiso a que vinieran los del Circo Parada, que llevan viniendo toda la vida. Como se sitúan enfrente de donde se hacía el festival de teatro lo tuvimos, el festival, que trasladar al auditorio, para que no se molestasen y solapasen en el sonido. Los operarios tuvieron que desmontar el atrezo del escenario del teatro, y tuvo lógicamente que pedir perdón.
También la atención a los mayores. El reconocimiento a las personas mayores se viene haciendo desde hace mucho tiempo. El día 26 de julio nos acordamos de los mayores en el día de los abuelos en el hogar del pensionista. Aparte de eso a las 6 personas más mayores del pueblo, 3 hombres y 3 mujeres, les hacemos un reconocimiento llevándoles un ramo o de flores a su casa, les felicitamos y nos sentimos todos muy satisfechos. Tenemos a dos señoras con 99 años, que se llevan meses entre ellas, a las que ya les hicimos el reconocimiento.
¿Qué servicios tiene la localidad?
Tenemos una escuela de música con 240 matrículas a unos precios muy asequibles en un pueblo que no llegamos a los 5.000 habitantes. Es muy deficitaria pero entendemos que la cultura, la música, raro es en este pueblo que no haya un instrumento en cada casa, es muy importante. No lo consideramos un gasto sino una inversión. Tenemos una banda my importante en la localidad que se abastece precisamente de la escuela. Tenemos 10 u 11 escuelas deportivas distintas, tenemos hasta esgrima. Escuela de idiomas, pintura, escultura, todo eso lo ofertamos para los vecinos las vecinas del municipio. Tenemos una guardería con unos precios muy bajos. por 90 euros dejas a los niños a primera hora de la mañana y lo recoges ya comido y todo. Y es que entendemos este servicio como un bien necesario.
¿Cuál ha sido el momento más delicado de su mandato?
Yo creo que como en el resto de España, la pandemia. Yo venía todos los días al Ayuntamiento y la verdad es que estaba muy acongojado. Estaba en el teléfono atendiendo a gente que por ejemplo no había podido arreglar los papeles del paro, que no los atendían en ninguna oficina, lógicamente por la situación, y los teléfonos estaban que ardían. Desde los ayuntamientos intentábamos arreglarles los papeles. Además teníamos que llamar las familias cuando fallecía una persona. Aquí tuvimos 62 fallecidos durante la pandemia, no todos por el COVID. Mi madre falleció en esa época, aunque no por el COVID. Se fue con la misma despedida que los demás en ese tiempo. Fue durísimo. Además había mucha tensión con la oposición porque no ayudaron nada. Me llegaron a llamar insensible. Los operarios municipales se quejaron porque no teníamos EPIS y estaban enterrando a la gente con medidas de protección muy precarias. Los familiares lógicamente derramaban sus lágrimas y moqueaban y suponía un riesgo de contagio. Hubo que cerrar el cementerio y hacer el responso en la puerta con los 3 familiares que se permitía ir en esa época. Después se les entregaba en soledad, sin que los familiares pudieran estar presentes por medidas de protección. Eso fue lo más doloroso. Eso sí la gente arrimó el hombro y estuvo ayudando en lo que pudo, por ejemplo cosiendo mascarillas. Cuando vino la UME a desinfectar con lejía y cloro las barandillas y las calles del pueblo fue un alivio muy grande aunque su trabajo fuese simbólico. Vinieron durante dos semanas y luego se hizo cargo GEACAM.