Se han inaugurado en las salas Van Drell, Gutiérrez Montiel y Pedro Navares, del centro cultural Adolfo Suárez, las exposiciones ‘Memoria viva: esculturas que reviven los oficios de antaño’; ‘Interiores’ y ‘Grabados’.
Con la celebración de Santa Águeda, el artista Jesús García García invitó al público a descubrir la conexión entre historia, arte y tradición mediante una colección de esculturas singulares elaboradas en madera.
Cada obra refleja la esencia de antiguas profesiones como la agricultura o la fabricación de arneses, incorporando en su diseño utensilios y herramientas auténticas de esos oficios.
El propósito de estas esculturas es expresar la relevancia de cuidar nuestra memoria compartida. ‘Memoria Viva’ no se limita a ser una exhibición, sino que se convierte en una experiencia sensorial que invita a meditar sobre el significado de nuestras costumbres, el trabajo de quienes nos han antecedido y la hermosura que se puede descubrir en la combinación de arte y recuerdo.
Una experiencia visual y emocional podrán degustar los visitantes, descubriendo en cada rincón la abundancia de los detalles y la concordancia entre lo clásico y lo moderno.
Muestra fotográfica
Desirée Minero Naval (Dress Naval) es la creadora de la muestra fotográfica ‘Interiores’, la cual busca generar un proceso de reflexión en quien la observa. Mediante la imagen, invita a descubrir su mundo interno, indagando en emociones, pensamientos y momentos de fragilidad. “Cada fotografía es una ventana a mi mente, reflejo de la riqueza y la complejidad compartida por los seres humanos. Es una experiencia intima mediada, transformada, por el arte visual”, afirmó la creadora.
José Manuel Rodríguez de Córdoba y Martine Vallée Schatteman comparten la exhibición ‘Grabados’ en la sala Van Drell.
La exhibición que ofrece Martine Vallée, grabados de excepcional destreza en colografía y aguafuerte de tamaño moderado, nos ofrece una perspectiva personal sobre el drama de la inmigración, que es completamente pertinente en la actualidad. Fotografías de embarcaciones desiertas, sin seres humanos a la vista, nos incitan a meditar sobre las necesidades y limitaciones de personas parecidas a nosotros, no tan distantes.
La creación de José Manuel Rodríguez de Córdoba se presenta como diversa y accesible en su estética. La percepción juega un papel fundamental, ya que el resultado, ya sea con éxito o no, revela una autentica sinceridad artística que se puede encasillar en “figuración abstracta”. Se busca que la exposición sea lúdica, cercana y cotidiana, sin excesos.