Tres Cantos trabaja por segundo año consecutivo en el control de la población de la cotorra argentina

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Por segundo año seguido, la Concejalía de Salud Pública del Ayuntamiento de Tres Cantos, ha desarrollado una serie de trabajos para controlar la población de cotorras argentinas y de sus nidos en la localidad, una estrategia enmarcada dentro de la campaña de control de aves que lleva a cabo el Consistorio tricantino.

La semana pasada se produjo la última intervención en la que se procedió a la retirada de tres nidos y de un total de 22 ejemplares de este tipo de ave considerada como invasora según el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto.

Para llevar a cabo estas tareas se cuenta con la autorización de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid y el objetivo es el de controlar que no proliferen, ya que su presencia, según está comprobado, causa daños tanto a la fauna como a la flora autóctona.

Dentro de esta campaña, desde el Ayuntamiento también se ha solicitado la colaboración ciudadana, de modo que, todos aquellos vecinos que vean nidos de cotorra argentina, ya sea en espacios públicos como privados, pueden informar para su retirada y control enviando un mensaje a saludpublica@trescantos.es.

La cotorra argentina

La cotorra argentina, cuyo nombre científico es ‘Myiopsitta monachus’, es una ave que suele medir en torno a los 30 centímetros y tener un peso de unos 140 gramos aproximadamente. Bien conocida por todos por su vistoso color verde y su pico aguileño, es originario de América del Sur, pero, desde hace años, a causa de ser utilizada como mascota, ha ido proliferando por otras zonas del mundo.

En España, concretamente, fue introducida como tal, según los registros que se tienen, en el año 1986 y comenzó a extenderse y a reproducirse rápidamente después de que varios ejemplares fueran soltados de forma deliberada por sus dueños.

A partir de ese momento no ha parado de crecer en nuestro país –contabilizándose en el caso de la Comunidad de Madrid una cifra superior a los 10.000 ejemplares-, lo que supone, como decíamos, un peligro claro para la fauna y la flora autóctona.