Entrevista a Javier Aguilera Bermejo, presidente de Aseyacovi: “Colmenar Viejo tiene un futuro espectacular»

Entrevista a Javier Aguilera Bermejo, presidente de Aseyacovi: “Colmenar Viejo tiene un futuro espectacular»

La Asociación de Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Colmenar Viejo (Aseyacovi) estrena nuevo presidente, Javier Aguilera Bermejo, que ha recibido en la sede con la que cuentan en la calle de la Soledad a La Prensa de la Comarca para hablarnos de sus planes de futuro al frente de la organización y de la situación actual del empresariado colmenareño.

Estrena usted cargo al frente de Aseyacovi ¿Qué supone para usted este nuevo reto?

Soy socio de Aseyacovi desde el año 2004-2005, al poco tiempo de iniciar nuestra actividad empresarial en el polígono La Mina de Colmenar Viejo. Nos contactaron desde la asociación e inmediatamente decididos inscribirnos, porque siempre he considerado que el asociacionismo empresarial es fundamental para que la voz de cada uno de nosotros pueda llegar a donde debe llegar. Nuestros problemas, nuestras inquietudes, nuestras propuestas y nuestras felicitaciones, que a veces también hay que darlas.

Hace siete años, José Carlos Sánchez, el anterior presidente, me propuso formar parte de su junta directiva y ni me lo pensé. Creí entonces que era el momento de formar parte activa de este asunto y de intentar aportar algunas de las cuestiones que puedo ofrecer desde mi posición.

Ha estado en la directiva en varios cargos, por lo que, ahora que es presidente, ¿seguirá en una línea continuista o viene con ideas nuevas?

Ni una cosa ni la otra. Daremos continuidad absolutamente a las líneas generales en las que hemos venido trabajando con las dos Juntas Directivas anteriores, en las que he sido secretario general y vicepresidente, líneas como es el potenciar la zona azul por el beneficio del centro del pueblo y sus comercios.

Por otra parte, una de las características que me definen es que he desarrollado toda mi carrera en el ámbito internacional, actualmente como distribuidor de una firma sueca con una multinacional noruega y lo que pretendo es trasladar esa experiencia de internacionalización, de tecnología, de novedades y, en definitiva, de apertura de mente, a nuestro entorno local que, evidentemente, nada tiene que ver. Pero desde luego intentaremos importar, como decía Emilio Duró en nuestra primera gala: vamos a copiar, no inventemos, copiemos y copiemos bien con la idea de incluso mejorar la copia. Intentaremos traer algunas de las tecnologías del siglo XXI a nuestra localidad.

¿Cómo se ha adaptado la asociación y sus asociados a la nueva situación generada por la Covid-19?

Nos hemos adaptado como buenamente hemos podido. Esta pandemia mundial ha afectado a todo el mundo. Ha venido sin avisar y ha pillado con el pie cambiado a todo el mundo, tanto a políticos y empresas como a la gente en general.

Nos hemos adaptado tomando las medidas correspondientes que nos iban dictando cada semana, prácticamente. Hemos suspendido cualquier reunión presencial durante todo este tiempo y nos hemos puesto a disposición de nuestros asociados, sobre todo, ayudándoles a incorporar a sus establecimientos las medidas de protección que eran necesarias.

En un primer momento subvencionamos la compra de mascarillas. Esta es una de las cuestiones que avalan ser asociado de Aseyacovi. Adquirimos mascarillas en un volumen bastante potente y se distribuyeron en pequeñas cantidades entre nuestros asociados a un precio bastante razonable, considerando que ahora existe sobre ellas un control de precios, pero al principio lo que le pedían a la gente era una barbaridad.

 ¿Qué actividades realizan para sus asociados?

Desafortunadamente en este último año y medio hemos hecho mucho ‘Teams’, mucho encuentro virtual, pero tenemos actividades que se desarrollan todos los meses, como es el Encuentro de Empresarias, que en julio ha llegado al número 88 y que llegará al 90 en el próximo mes de octubre. Noventa meses en los que se vienen reuniendo las empresarias del municipio, que es algo que es digno de mención, por muchos aspectos, pero en este caso concreto por la continuidad y el éxito que han tenido.

Por otra parte, tenemos convenios de colaboración con diferentes entidades. Apoyamos a las empresas con proyectos de innovación y somos, en cierto modo, un centro catalizador de las necesidades de los asociados.

Aparte de lo que ya has comentado, ¿qué ventajas puede tener un asociado a Aseyacovi con respecto a otro que no lo es?

Me alegra que me hagas esa pregunta, porque hemos tenido la primera Junta Directiva tras la renovación y, en cierto modo, el ‘late motiv’ de estos cuatro años que vienen es que Aseyacovi se visibilice como concepto, como marca y como referente para darle valor y que las empresas de Colmenar Viejo se animen a formar parte de ella porque les aporte un valor.

Pretendemos organizar actividades enfocadas en lo práctico, es decir, que queremos ser muy pragmáticos. Queremos poner un distintivo en cada comercio que para el cliente signifique una garantía, un descuento, unas condiciones especiales, un mejor servicio. Algo que le diferencie y ese es el punto en el que vamos a trabajar de una manera muy intensa.

El objetivo es que dentro de cuatro años un asociado nos venga y nos diga que es miembro de Aseyacovi, no porque tiene que serlo, sino porque le aporta mucho. Queremos ser su altavoz ante las administraciones, que vean que tienen a unos expertos a su servicio que lo ayudan, lo apoyan, lo asesoran y tantas otras cosas. Y en eso es en lo que estamos empezando a trabajar.

Hablando de las administraciones, ¿cómo es la relación de Aseyacovi con el Ayuntamiento de Colmenar Viejo?

Con el Ayuntamiento de Colmenar Viejo la relación ha sido siempre impecable, como no podía ser de otra manera. Y lo es con el Equipo de Gobierno y con el resto de los partidos políticos. Siempre hemos hecho ronda de reuniones con todos los grupos, porque en el fondo nosotros somos una asociación empresarial que vela por los intereses de sus asociados, pero no tenemos ninguna bandera ni estamos representando a ninguno de ellos. Nosotros transmitimos lo que nosotros queremos o pretendemos porque es lo que nuestros asociados, a través de las comisiones sectoriales que tenemos, nos van contando cada mes.

¿Y qué relación tenéis con las asociaciones empresariales de localidades de vuestro entorno?

Piensa que este año hacemos el cuarenta aniversario de Aseyacovi y eso no es fácil. Mantenerse durante cuarenta años no es una cuestión baladí. Esto nos ha llevado a tener relación con todas las asociaciones del entorno, muchas de las cuales son más pequeñitas que nosotros, por lo que tenemos una relación de apoyo; y, en otros casos, como es el de la asociación de Alcobendas, una organización muy grande, tenemos una relación muy directa con su Junta, intercambiamos informaciones y tratamos de copiar lo que les ha funcionado a ellos, como comenté antes sobre las palabras de Emilio Duró.

¿Cómo podrías definir la situación actual de las empresas y los comercios de Colmenar Viejo?

Si nos centramos en la situación actual en términos estrictos, deprimente. No puedo decir otra cosa, porque es como está el mundo en general. Llevamos un año y medio de fatiga económica, personal y sanitaria con esta crisis que no ha tenido precedentes, con nuestra empresas y comercios cerrados, sin facturar, pero teniendo que mantener los gastos estructurales, con alguna ayuda a través de los ERTES o de los ICO para ir tirando durante el año 2020, pero que como bien sabemos todos no son ningún regalo, sino que hay que devolverlos. La situación es muy delicada.

¿Mensaje de esperanza? Sí, absolutamente. Hay signos de recuperación económica en la mayor parte de los sectores, pero desafortunadamente hay que hacer mención de todos aquellos empresarios y emprendedores que han estado luchando durante años y esta tormenta se los ha llevado por delante. No quiero dejar de tener este mensaje porque es importante.

Esperemos que todo vaya bien y este Covid-19 nos dé un poco de tregua, aunque parece que nos estamos metiendo de lleno en una quinta ola y no se si conseguiremos aguantar muchas más. De la mano de la vacunación, esperemos que podamos acabar con esto. A partir de ahí, nosotros seguiremos trabajando con más ahínco si cabe para echar una mano a todos ellos, a los asociados y a los no asociados.

¿Cree que hay futuro y que el empresariado colmenareño está implicado en luchar por él?

Absolutamente sí. Dentro del empresariado de Colmenar Viejo hay empresas muy potentes, con muchos años de existencia, grupos muy consolidados en diferentes sectores que son además referente a nivel nacional. Durante este periodo se han reestructurado de cara al futuro.

Futuro siempre hay. No hay discusión. Pero bien es cierto que estas circunstancias hay que torearlas y capearlas. El problema es quién es el que siempre paga esto, que suele ser el pequeñito, el que siempre se queda por el camino.

En cualquier caso, Colmenar Viejo tiene un futuro espectacular, fundamentalmente porque somos una población en crecimiento, lo que significa mucha más gente viviendo, mucha más gente consumiendo, mucha más gente que viene a visitarles, mucha más necesidad de servicios… Y es importante que podamos suministrarles de comer, de beber, de vestir, etc. Y no podemos olvidar que el emplazamiento que tiene Colmenar Viejo es absolutamente estratégico a las faldas de la sierra, con un entorno espectacular que da muchísimas opciones desde el punto de vista turístico o el centro comercial que atrae a gente de todo el entorno… Y si podemos atraerlos con esto, convenzámoslos para que se queden, nos visiten, coman, etc.

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Estrena usted cargo al frente de Aseyacovi ¿Qué supone para usted este nuevo reto?

Soy socio de Aseyacovi desde el año 2004-2005, al poco tiempo de iniciar nuestra actividad empresarial en el polígono La Mina de Colmenar Viejo. Nos contactaron desde la asociación e inmediatamente decididos inscribirnos, porque siempre he considerado que el asociacionismo empresarial es fundamental para que la voz de cada uno de nosotros pueda llegar a donde debe llegar. Nuestros problemas, nuestras inquietudes, nuestras propuestas y nuestras felicitaciones, que a veces también hay que darlas.

Hace siete años, José Carlos Sánchez, el anterior presidente, me propuso formar parte de su junta directiva y ni me lo pensé. Creí entonces que era el momento de formar parte activa de este asunto y de intentar aportar algunas de las cuestiones que puedo ofrecer desde mi posición.

Ha estado en la directiva en varios cargos, por lo que, ahora que es presidente, ¿seguirá en una línea continuista o viene con ideas nuevas?

Ni una cosa ni la otra. Daremos continuidad absolutamente a las líneas generales en las que hemos venido trabajando con las dos Juntas Directivas anteriores, en las que he sido secretario general y vicepresidente, líneas como es el potenciar la zona azul por el beneficio del centro del pueblo y sus comercios.

Por otra parte, una de las características que me definen es que he desarrollado toda mi carrera en el ámbito internacional, actualmente como distribuidor de una firma sueca con una multinacional noruega y lo que pretendo es trasladar esa experiencia de internacionalización, de tecnología, de novedades y, en definitiva, de apertura de mente, a nuestro entorno local que, evidentemente, nada tiene que ver. Pero desde luego intentaremos importar, como decía Emilio Duró en nuestra primera gala: vamos a copiar, no inventemos, copiemos y copiemos bien con la idea de incluso mejorar la copia. Intentaremos traer algunas de las tecnologías del siglo XXI a nuestra localidad.

¿Cómo se ha adaptado la asociación y sus asociados a la nueva situación generada por la Covid-19?

Nos hemos adaptado como buenamente hemos podido. Esta pandemia mundial ha afectado a todo el mundo. Ha venido sin avisar y ha pillado con el pie cambiado a todo el mundo, tanto a políticos y empresas como a la gente en general.

Nos hemos adaptado tomando las medidas correspondientes que nos iban dictando cada semana, prácticamente. Hemos suspendido cualquier reunión presencial durante todo este tiempo y nos hemos puesto a disposición de nuestros asociados, sobre todo, ayudándoles a incorporar a sus establecimientos las medidas de protección que eran necesarias.

En un primer momento subvencionamos la compra de mascarillas. Esta es una de las cuestiones que avalan ser asociado de Aseyacovi. Adquirimos mascarillas en un volumen bastante potente y se distribuyeron en pequeñas cantidades entre nuestros asociados a un precio bastante razonable, considerando que ahora existe sobre ellas un control de precios, pero al principio lo que le pedían a la gente era una barbaridad.

 ¿Qué actividades realizan para sus asociados?

Desafortunadamente en este último año y medio hemos hecho mucho ‘Teams’, mucho encuentro virtual, pero tenemos actividades que se desarrollan todos los meses, como es el Encuentro de Empresarias, que en julio ha llegado al número 88 y que llegará al 90 en el próximo mes de octubre. Noventa meses en los que se vienen reuniendo las empresarias del municipio, que es algo que es digno de mención, por muchos aspectos, pero en este caso concreto por la continuidad y el éxito que han tenido.

Por otra parte, tenemos convenios de colaboración con diferentes entidades. Apoyamos a las empresas con proyectos de innovación y somos, en cierto modo, un centro catalizador de las necesidades de los asociados.

Aparte de lo que ya has comentado, ¿qué ventajas puede tener un asociado a Aseyacovi con respecto a otro que no lo es?

Me alegra que me hagas esa pregunta, porque hemos tenido la primera Junta Directiva tras la renovación y, en cierto modo, el ‘late motiv’ de estos cuatro años que vienen es que Aseyacovi se visibilice como concepto, como marca y como referente para darle valor y que las empresas de Colmenar Viejo se animen a formar parte de ella porque les aporte un valor.

Pretendemos organizar actividades enfocadas en lo práctico, es decir, que queremos ser muy pragmáticos. Queremos poner un distintivo en cada comercio que para el cliente signifique una garantía, un descuento, unas condiciones especiales, un mejor servicio. Algo que le diferencie y ese es el punto en el que vamos a trabajar de una manera muy intensa.

El objetivo es que dentro de cuatro años un asociado nos venga y nos diga que es miembro de Aseyacovi, no porque tiene que serlo, sino porque le aporta mucho. Queremos ser su altavoz ante las administraciones, que vean que tienen a unos expertos a su servicio que lo ayudan, lo apoyan, lo asesoran y tantas otras cosas. Y en eso es en lo que estamos empezando a trabajar.

Hablando de las administraciones, ¿cómo es la relación de Aseyacovi con el Ayuntamiento de Colmenar Viejo?

Con el Ayuntamiento de Colmenar Viejo la relación ha sido siempre impecable, como no podía ser de otra manera. Y lo es con el Equipo de Gobierno y con el resto de los partidos políticos. Siempre hemos hecho ronda de reuniones con todos los grupos, porque en el fondo nosotros somos una asociación empresarial que vela por los intereses de sus asociados, pero no tenemos ninguna bandera ni estamos representando a ninguno de ellos. Nosotros transmitimos lo que nosotros queremos o pretendemos porque es lo que nuestros asociados, a través de las comisiones sectoriales que tenemos, nos van contando cada mes.

¿Y qué relación tenéis con las asociaciones empresariales de localidades de vuestro entorno?

Piensa que este año hacemos el cuarenta aniversario de Aseyacovi y eso no es fácil. Mantenerse durante cuarenta años no es una cuestión baladí. Esto nos ha llevado a tener relación con todas las asociaciones del entorno, muchas de las cuales son más pequeñitas que nosotros, por lo que tenemos una relación de apoyo; y, en otros casos, como es el de la asociación de Alcobendas, una organización muy grande, tenemos una relación muy directa con su Junta, intercambiamos informaciones y tratamos de copiar lo que les ha funcionado a ellos, como comenté antes sobre las palabras de Emilio Duró.

¿Cómo podrías definir la situación actual de las empresas y los comercios de Colmenar Viejo?

Si nos centramos en la situación actual en términos estrictos, deprimente. No puedo decir otra cosa, porque es como está el mundo en general. Llevamos un año y medio de fatiga económica, personal y sanitaria con esta crisis que no ha tenido precedentes, con nuestra empresas y comercios cerrados, sin facturar, pero teniendo que mantener los gastos estructurales, con alguna ayuda a través de los ERTES o de los ICO para ir tirando durante el año 2020, pero que como bien sabemos todos no son ningún regalo, sino que hay que devolverlos. La situación es muy delicada.

¿Mensaje de esperanza? Sí, absolutamente. Hay signos de recuperación económica en la mayor parte de los sectores, pero desafortunadamente hay que hacer mención de todos aquellos empresarios y emprendedores que han estado luchando durante años y esta tormenta se los ha llevado por delante. No quiero dejar de tener este mensaje porque es importante.

Esperemos que todo vaya bien y este Covid-19 nos dé un poco de tregua, aunque parece que nos estamos metiendo de lleno en una quinta ola y no se si conseguiremos aguantar muchas más. De la mano de la vacunación, esperemos que podamos acabar con esto. A partir de ahí, nosotros seguiremos trabajando con más ahínco si cabe para echar una mano a todos ellos, a los asociados y a los no asociados.

¿Cree que hay futuro y que el empresariado colmenareño está implicado en luchar por él?

Absolutamente sí. Dentro del empresariado de Colmenar Viejo hay empresas muy potentes, con muchos años de existencia, grupos muy consolidados en diferentes sectores que son además referente a nivel nacional. Durante este periodo se han reestructurado de cara al futuro.

Futuro siempre hay. No hay discusión. Pero bien es cierto que estas circunstancias hay que torearlas y capearlas. El problema es quién es el que siempre paga esto, que suele ser el pequeñito, el que siempre se queda por el camino.

En cualquier caso, Colmenar Viejo tiene un futuro espectacular, fundamentalmente porque somos una población en crecimiento, lo que significa mucha más gente viviendo, mucha más gente consumiendo, mucha más gente que viene a visitarles, mucha más necesidad de servicios… Y es importante que podamos suministrarles de comer, de beber, de vestir, etc. Y no podemos olvidar que el emplazamiento que tiene Colmenar Viejo es absolutamente estratégico a las faldas de la sierra, con un entorno espectacular que da muchísimas opciones desde el punto de vista turístico o el centro comercial que atrae a gente de todo el entorno… Y si podemos atraerlos con esto, convenzámoslos para que se queden, nos visiten, coman, etc.

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