La Mesa del Ferrocarril de Ávila reclama ajustes en los trenes para reducir los tiempos de trasbordo en Villalba camino de Madrid

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La Mesa del Ferrocarril de Ávila ha vuelto a insistir en las grandes deficiencias que existen en la provincia en relación con el tema del tren, especialmente con la conexión con Madrid.

El último capítulo de este tema viene por la que de la Mesa en cuento a los tiempos de trasbordo que los usuarios de la línea Ávila-Madrid vienen sufriendo en buena parte de los convoyes que hacen parada en Collado Villalba, unos tiempos que consideran “excesivos” y que, “en la mayoría de los casos” superan los 10 minutos.

Un viaje que ya de por sí es incómodo por el hecho de hacer un trasbordo en la localidad madrileña, cuando antes no se hacía, y que se incrementa por los tiempos de espera, lo que lleva al viaje entre la capital abulense y la española a tener unas tiempos muy largos a pesar de la corta distancia que separa ambas ciudades.

Desde la Mesa del Ferrocarril se ha recordado también que llevan desde el año 2019 exigiendo un ajuste de los trenes, justo desde el momento en el que se cambió la estación de destino de Chamartín a Príncipe Pío, una molestia que, como siempre, asumen los usuarios abulenses del transporte ferroviario sin que Renfe ponga remedio al asunto, a pesar de las continuas reclamaciones.

La solución que se ha propuesto a estos problemas es ajustar los horarios en los trenes de media distancia que circulan desde Collado Villalba tras un tren de Cercanías (un total de 33 en la actualidad: de lunes a viernes, doce de 19; los sábados, nueve de quince; y los domingos, doce de trece), que es la principal razón por la que, según apuntan, se incrementan los tiempos de viaje.

Además, también denuncian un empeoramiento del servicio, como hacen los propios usuarios madrileños, desde el inicio de las obras del túnel entre las estaciones de Chamartín y Atocha, que, en el caso particular de Ávila, afectan a los trenes de Cercanías que viajan hasta San Lorenzo de El Escorial. Otro problema para el que, lamentan, “los gestores ferroviarios del Gobierno central no ponen ninguna solución”.