Alcaldes de todos los colores políticos representan lo mejor de la política en España

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En el año 2019, Juan del Canto tenía 19 años cuando decidió presentarse como candidato a la alcaldía de su pueblo, Villalazán (Zamora), de poco más de 200 habitantes, muy castigado por el fenómeno de la España Vaciada y el alto envejecimiento de su población.

En aquellas elecciones, primeras en las que él votaba, consiguió ganar por mayoría absoluta y se convirtió en el alcalde más joven de España.

Habían cerrado las escuelas y la tienda; no llegaba internet… pero él ha luchado con la fuerza y la ilusión de la juventud por mejorar las condiciones de vida de sus vecinos, por modernizar a su pueblo y por visibilizar la España rural, ésa que nos da de comer; la de la gente que vive sin descanso como sus padres, ganaderos de profesión.

Le faltaba experiencia, pero tenía equipo, el cariño de la gente y, sobre todo, respaldo popular y un proyecto de futuro.

Lo mismo que tiene Herminia Ballestín, que con 67 es la líder de un grupo de mujeres de Angüés (Huesca), que en 2019 decidieron crear el partido Mujeres por el Municipio de Angüés. Hoy pueden presumir de haber controlado la caída poblacional. Han hecho viviendas para nuevos vecinos, un proyecto de viviendas para jóvenes, han arreglado la escuela y reabierto la biblioteca. En definitiva, han vuelto a darle vida a su pueblo.

En el lado contrario está la experiencia del alcalde más veterano de España: Luis Partida.

Él es el regidor, desde 1979, de Villanueva de la Cañada que, por aquel entonces era un pueblo de poco más de 1.000 habitantes en el que no había médicos ni colegios. Y ahí precisamente centró su atención Luis Partida. Su primera medida fue crear una escuela algo que, sin duda, marcó el camino de un alcalde que se ha volcado con la educación porque hoy, Villanueva de la Cañada ya tiene 20.000 vecinos y cuenta con nueve colegios -algunos internacionales- e institutos y con dos prestigiosas universidades.

Herminia, Juan y Luis, como tantos y tantos alcaldes y alcaldesas por toda España a los que conozco, de todos los colores políticos, representan lo mejor de la política.

La POLÍTICA con mayúsculas; la que está muy por encima de las siglas; la que se basa en la escucha y en la responsabilidad; en el trabajo y en la ilusión; en la vocación y en el servicio; en el respeto a todos y en la lealtad absoluta. Es la política que provoca desvelos con el sufrimiento ajeno y alegrías compartidas porque, como dijo Montesquieu, ‘para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella’

Y esa política tiene que estar basada en mejorar los pueblos y ciudades; en ofrecer prosperidad a los empresarios, a los autónomos y a los emprendedores; posibilidades de futuro a los jóvenes; bienestar a las familias; tranquilidad y acompañamiento a los mayores y sostenibilidad a nuestro entorno.

El 28 de mayo todos los españoles hemos tenido una importante cita con las urnas y hemos celebrado la fiesta de la Democracia. La suerte de unos pocos marcará el futuro de muchos. Por eso, ha sido importante meter el sobre en las urnas el pasado domingo.

*Laura Nistal