Césped verde y mullido

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A shot of a white bench in a park

Una de las tareas más difíciles es la de mantener el césped en buenas condiciones durante todo el año, y especialmente en los meses de verano, que es cuando tiende a secarse, y cuando, por otro lado, más disfrutamos de él.

Nos tumbamos en la hierba para tomar el sol, para hacer un picnic, una barbacoa, para jugar, para hacer una fiesta… Un césped denso y bien cuidado, como una auténtica alfombra verde, será la envidia de cualquier jardín, pero para eso hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones.

Riego

Es sabido que el mejor momento para el riego del césped es a primera hora de la mañana o bien por la noche, sobre todo, cuando estamos en una época como esta en la que contamos con altas temperaturas. De esta manera, el agua no corre el riesgo de evaporarse antes de que la haya podido absorber la tierra. Hay un error que, sin embargo, caemos en ocasiones y es en el exceso de agua. Tan malo es la falta de riego como el riego excesivo. Es cierto que el riego es, quizá, la parte más costosa del mantenimiento de un buen césped.

Abono

Es lo que aporta los nutrientes necesarios para que se mantenga sano y lustroso. Por es tan importante saber elegir bien el abono adecuado. Tiene que tener nitrógeno, que es el que favorece la regeneración de la hierba. Y potasio, que lo hace más fuerte y lo protege de posibles enfermedades y plagas. Y, por último, el fósforo que coadyuva en el crecimiento de la planta. Si ves que tu césped está radiante, sin necesidad de abonarlo, es porque su contenido en nutrientes es alto y sería suficiente con un riego regular. Por eso, lo primero que tenemos que saber es cuál es el pH del suelo. Y eso se puede conocer fácilmente con sensores digitales. Si el pH tiene unos niveles por debajo de 5.5 es que la tierra no tiene los nutrientes necesarios. Deberíamos abonar la tierra dos veces al año, en primavera y en otoño, y, además, siempre que veamos que el césped adquiere un tono marrón o amarillento. Una vez echado el abono hay que regar bien el césped y tratar de esperar unos días antes de podarlo.

Poda y malas hierbas

Tenerlas bien controladas y cortarlas a tiempo es fundamental para tener un césped sano y para que crezca fuerte. La mayoría de estas malas hierbas se podrán quitar de forma manual. Si ves que se reproducen con facilidad quizá tengamos que recurrir a herbicidas para acabar con su proliferación. También es importante cortar el césped a la misma altura. En los meses de más calor conviene dejarlo crecer un poco para que sea más efectivo el riego. Lo ideal es entorno a unos cinco centímetros. Y en los meses de verano lo ideal seria podarlo una vez a la semana. Recuerda que si ya dispones de contenedor marrón u orgánico, es en este dónde debes tirar los restos de la hierba podada. Y si aún no dispones de dicho contenedor, deberás tirarlo al contenedor de restos orgánicos o bien llevarlo a un punto limpio.

Oxigenar

Recuerda que otro de las exigencias del césped para que luzca bien bonito es airearlo. Se puede hacer con la ayuda de un rastrillo, para que el aire llegue hasta las raíces. En muchas ocasiones la tierra se compacta y esto obstaculiza el crecimiento de la raíz.