Cada vez son más las actividades terapéuticas que se ofrecen donde los animales tienen mucho que aportar al bienestar de nuestra especie, la humana. Tanto en niños como en los adultos. Por ejemplo, la asociación ‘Perros y letras’ organiza una actividad terapéutica con perros y la lectura. Hablamos con su directora, Elena Domínguez, que es psicóloga y nos cuenta que, por ejemplo, el Ayuntamiento de Tres Cantos apostó por este tipo de terapia, que es un programa de lectura asistida con perros, y que se lleva a cabo en colegios públicos de la localidad. ‘Perros y letras’ también actúa en centros de mayores, a través del Ministerio de Cultura, y en centros penitenciarios.
“La idea surgió para ayudar a los niños en sus habilidades lectoras. Pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que también incide en la motivación, la autoestima y la seguridad que adquieren”, explica Domínguez. Y esto es posible, añade: “porque el perro está entrenado para escuchar”. Esto, lleva a los niños y a mayores a sentirse cómodos delante del perro al que le cuentan sus cosas, sus impresiones, y se establece una complicidad y un vínculo entre ambos que hace que, al término de la sesión, uno se vaya mucho más liviano y tranquilo. “Es impresionante ver lo bien que se sienten los niños al ver que los perros les escucha. A ellos le cuentan todo, le expresan todo lo que tienen dentro. Pero es que los mayores también se abren mucho cuando tienen al perro delante”, apunta Domínguez.

Cada psicóloga acude a las sesiones con su propio perro, que es evaluado cada dos años para certificar que cumplen con los requisitos que se pide para este tipo de terapia o programa. También en Palma de Mallorca, cada dos semanas se repite una escena que conmueve en una de la residencia y centro de día Fontsana Son Armadams, donde los residentes se sientan en semicírculo, sonríen y esperan a Maya y Sweety, dos perras entrenadas para acompañar, estimular y llenar de ternura el día. De esta manera han incorporado la terapia asistida con perros a su programa de actividades, en colaboración con la Fundación S`Hort Vell, especializada en intervenciones con animales.
Un encuentro que despierta sonrisas
En las sesiones se combinan ejercicios de memoria, movimiento y afecto. Pero lo más importante ocurre sin palabras: el vínculo que se crea con los animales. “No se trata solo de jugar con los perros, sino de crear un vínculo. Ellos no entienden nuestras palabras, pero sí las emociones que hay detrás”, explica Caterina Zamburlini, especialista en intervención asistida con animales de la Fundación S’Hort Vell.
En Fontsana Son Armadams, cada visita de Maya y Sweety deja un pequeño milagro cotidiano: la emoción de una caricia, una sonrisa espontánea, un recuerdo que vuelve. Como dice Zamburlini, “un perro no cura, pero sí consigue que quien lo acaricia se sienta mejor.” Para estos mayores, la experiencia va mucho más allá de una actividad recreativa: “Los perros no viven en el futuro ni en el pasado, viven en el presente. Eso lo he aprendido de ellos: a estar aquí, ahora, y disfrutar de cada momento.”, explica uno de ellos.
Una actividad estimulante
“La demanda de terapias con animales ha crecido muchísimo”, afirma Silvia Barjacoba, trabajadora social y terapeuta de la Fundación S’Hort Vell. “Los beneficios son reales:
los usuarios se mueven más, interaccionan entre ellos y recuperan emociones que creían dormidas”. “Cuando llegamos a la residencia, el estado de ánimo es uno, y cuando nos vamos, es completamente distinto. Las personas están más contentas, más despiertas, más cariñosas”, agrega Barjacoba.
El contacto con los animales activa recuerdos, mejora la movilidad y estimula la mente. En personas con Alzheimer u otras demencias, los efectos son especialmente visibles. “Hay usuarios que no suelen reaccionar ante otros estímulos y, sin embargo, al acariciar al perro, mueven la mano o intentan incorporarse. Es algo realmente emocionante”, añade Barjacoba. “Las perras entienden el lenguaje del afecto, y eso es algo que traspasa cualquier deterioro cognitivo”, concluye.
Con esta nueva actividad, se refuerza el compromiso con el bienestar emocional y la calidad de vida de las personas mayores.