Decidirse por una carrera universitaria puede transformarse en uno de los momentos de mayor duda para un joven de 17 años. A esa edad, son contados quienes se sienten listos para contestar con certeza los interrogantes que plantea la orientación vocacional: ¿Cuáles son mis habilidades? ¿Qué es lo que me apasiona realmente?.
El enfoque inicial de Frank Parsons, reconocido como el pionero de la orientación vocacional, sugería combinar estos dos elementos. Sin embargo, en el entorno actual —marcado por un desbordamiento de estímulos, presión social y falta de madurez—, implementar esta fórmula se vuelve cada vez más complicado.
Por esta razón, el enfoque se fundamenta en una certeza evidente: no tener claro qué carrera seguir no representa una excepción, sino una situación común que debe ser enfrentada sin nerviosismo. Esto no sugiere un posible fracaso, sino que señala que es fundamental crear un entorno propicio para que surja la elección.
Aspectos importantes para crear un entorno favorable a la decisión
Existen aspectos que son importantes para asistir a los jóvenes en la creación de un ambiente que propicie una decisión académica adecuada, pragmática y alineada con el plan personal:
Concretar la vocación
Una de las principales claves consiste en transformar conceptos abstractos en anhelos específicos. Por ejemplo, cambiar “me agrada ayudar” por “podría cursar Psicología”. También, es fundamental no romantizar el término vocación ni sentirse culpable por no tenerlo claro desde el principio. Muchos profesionales forjan su trayecto sin una vocación bien definida durante su adolescencia.
Considerar la eventualidad de equivocarse
Cometer errores no implica haber fallado. En un año donde todo se transforma —compañeros, rutinas, demandas— es lógico que aparezcan incertidumbres. Si esto sucede, es esencial prestar atención a esas inquietudes y buscar asesoría. En ocasiones, precisamente esa primera vivencia universitaria es la que ayuda a definir la elección definitiva.
Revisar programas académicos y analizar alternativas
Explorar los contenidos concretos de las titulaciones, superando el simple título de la carrera, contribuye a realizar elecciones informadas. Las páginas web de las instituciones educativas resultan ser un recurso valioso para este propósito. De igual manera, la Formación Profesional puede representar una opción adecuada para aquellos que desean un enfoque más especializado o una primera experiencia antes de ingresar en los estudios universitarios.
Desde esta perspectiva, resulta fundamental considerar no únicamente el aspecto técnico de los estudios, sino también la clase de formación integral que proporciona cada institución educativa. Esta concepción holística de la educación posibilita que los estudiantes no solo adquieran conocimientos sobre una profesión, sino que también se desarrollen como individuos capaces de enfrentar, con juicio y responsabilidad, los retos de su entorno.
Distanciarse de las influencias externas
La elección profesional debe basarse en el individuo, y no en opiniones externas. Es crucial evitar expresiones como “en mi familia todos son juristas” o “esta profesión ofrece más oportunidades” para no sucumbir a decisiones influenciadas por aspectos externos, ya sean económicos o familiares.