‘La Habitación de Minerva’ de Rosa Garrido

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Una obra de suspense y terror con una pizca de realismo mágico. «Porque nadie da crédito a lo que sucede en las pesadillas o a lo que dicen los dementes o lo moribundos».

La primera novela de Rosa Garrido, La habitación de Minerva, fue publicada durante el confinamiento y, pese a ver la luz en plena pandemia, ha tenido muy buena acogida. Fue presentada en la Biblioteca Municipal Lope de Vega de Tres Cantos hace poco más
de un año —cuando las medidas sanitarias lo permitieron— y ha recibido el 2022 estrenado nueva edición.

Protagonizada por mujeres valientes y fuertes, nos muestra el coraje de una madre en la lucha por su hija frente a lo desconocido.

La habitación de Minerva contiene un ápice de realidad: alguien muy parecido a uno de los personajes de la novela le dio la inspiración a la autora cuando le dijo, siendo sus hijos muy pequeños, que los había visto extasiados mirando al vacío y que, sin duda, estaban contemplando algo que los adultos no pueden ver.

Sinopsis

¿Te has preguntado alguna vez qué ven los bebés cuando se quedan abstraídos e inmóviles, mirando al vacío? Quizás algo que tú no puedes o no debes ver. Eso le ocurre a Minerva.

Su madre la descubre así en varias ocasiones, pero ella, la científica, la positivista, se niega a creer en lo que decía la niñera Marcia, que los niños son capaces de percibir realidades que los adultos ni adivinamos. Pero si únicamente existe lo medible y lo racional, ¿por qué a ella la persigue en sus pesadillas un ser deforme y mudo?

Rechazará con todas sus fuerzas la oscura teoría de la niñera, hasta que descubre que el objetivo del engendro es su hija: Minerva.

Autora

Rosa Garrido nació en Vitoria-Gasteiz en mayo de 1975. Su corazón se reparte entre esa preciosa ciudad, las tierras jienenses, de donde procede su familia y Tres Cantos, lugar en el que reside y trabaja desde hace ocho años.

A pesar de tener un espíritu más proclive a las ciencias que a las humanidades, los hados la llevaron a estudiar Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid y, de un modo u otro, las letras la han acompañado durante toda su vida. Estas rondaban su cabeza desde muy pequeña, pero nunca se concedió escribirlas hasta que la niñera de sus hijos, sin proponérselo, le dio el empujón que necesitaba: una particular teoría que desembocó en esta, su primera novela.