El afán por la higiene y la limpieza de los gatos lo saben bien quienes tienen a este pequeño felino como mascota. Los gatos son animales que se limpian constantemente, lamiendo su pelaje.
Uno de los grandes problemas que este hábito conlleva es que terminan ingiriendo pequeñas bolas de pelo, que pueden afectar a su aparato digestivo, ya que estas bolas se quedan bloqueando el estómago, esófago y el intestino.
Este problema se ve agudizado aún más, cuando el gato se encuentra en época de mudar el pelo, que habitualmente es en primavera y en otoño. En muchas ocasiones el animal tiene su propia manera biológica de expulsar estas bolas de pelo y es a través del vómito. Sin embargo, hay gatos que no son capaces de expulsarla de esta manera, y hay que ayudarle a hacerlo. Para ello, además de darle una alimentación rica en fibra, es darles malta.
Pero… ¿qué es la malta?
Es un producto que está elaborado a base de aceites y grasas naturales, además de extracto de malta -de ahí su nombre-, derivado de la cebada, fibra, derivados de los lácteos y levadura. Su función es la de ayudar a favorecer el proceso digestivo y el tránsito intestinal del gato.
La malta tiene un color parecido a la miel, con una consistencia algo más densa. En el mercado existen muchísimas marcas y con formatos bien distintos. Pero lo más habitual es encontrarla en forma de tubo, como el de la pasta de dientes. Muchas llevan vitaminas añadidas como la A, que ayuda al uno de los grandes problemas que felino a mantener una buena vista; la E, que es un antioxidante; y la B, que ayuda a desarrollar un pelaje bonito y brillante.
¿Cuál es su función?
La malta es algo parecido a un laxante, y lo que hace es ayudar al gato a que elimine esta concentración de pelo, que ingiere cuando se lame, a través de las heces, facilitando el proceso digestivo. Por eso es muy importante cepillar diariamente a tu mascota, -o como mínimo dos veces a la semana-, ya que muchos pelos quedan sueltos entre su pelaje y esto también lleva a que proliferen gérmenes y otro tipo de parásitos.
¿Cómo se la damos?
Desde que el gato empieza a comer solido con regularidad ya podemos empezar a ir familiarizándole con la malta. Hay gatos a los que le gusta el sabor de este producto y se lo toman fácilmente y otros que lo rehuyen. A lo mejor tienes que mezclarlo con la comida para tratar de engañarle. Aunque quizás por su textura no la termine de tomar. Pero hay otra opción, y es ponerle un poquito de malta en la comisura de la boca ya que tratará de quitársela a lametazos y terminará ingiriéndola.
En cuanto a la cantidad que hay que darle, depende del pelaje del gato. Si tiene pelo corto con dos tomas a la semana estaría bien. Y si el animal tiene el pelo más largo habría que ampliar a cuatro tomas. En épocas de muda del pelo podemos ampliar la dosis y darle malta diariamente.