El verano es la época por excelencia para hacer escapadas, vacaciones largas o visitas familiares. Y cada vez más personas optan por llevar consigo a sus mascotas, miembros indiscutibles de la familia. Sin embargo, viajar con animales requiere planificación, responsabilidad y el cumplimiento de ciertas normas para garantizar su seguridad y bienestar, especialmente durante los desplazamientos en coche, tren o avión.
En coche: seguridad ante todo
El vehículo privado es el medio más habitual para viajar con perros y gatos. Pero no basta con meter al animal en el maletero o dejarlo suelto entre los asientos. La ley de tráfico establece que los animales deben ir debidamente sujetos para no interferir con la conducción ni poner en peligro al resto de ocupantes.
Sistemas recomendados:
- Transportín: Ideal para gatos y perros pequeños. Debe colocarse en el suelo, detrás de los asientos delanteros o en el maletero si es amplio y ventilado.
- Arnés con cinturón de seguridad: Para perros medianos o grandes. Se engancha al cinturón del coche y evita desplazamientos bruscos.
- Rejillas divisorias: En coches grandes, se puede habilitar el maletero como espacio exclusivo para el perro, separándolo con una rejilla homologada.
Además, es fundamental hacer paradas cada 2 o 3 horas, ofrecer agua regularmente y evitar viajar durante las horas más calurosas del día.
En tren: consulta las normas de cada compañía
Viajar en tren con animales es posible, aunque cada compañía tiene sus condiciones. En España, Renfe permite el transporte de mascotas de hasta 10 kg en trenes AVE y Larga Distancia, siempre dentro de un transportín. En Cercanías, se pueden llevar incluso sin jaula, pero con correa y bozal si es un perro.
Conviene reservar con antelación y llevar siempre la documentación sanitaria del animal, además de objetos que le aporten seguridad, como una manta o su juguete favorito.

En avión: máxima planificación
Las aerolíneas tienen políticas muy distintas respecto al transporte de mascotas. Algunas permiten llevar animales pequeños en cabina (dentro de un transportín que quepa bajo el asiento), mientras que otros deben viajar en bodega. En ambos casos, es obligatorio presentar la cartilla de vacunación y, si se viaja al extranjero, contar con el pasaporte europeo de mascotas y verificar los requisitos del país de destino.
En vuelos largos, conviene consultar con el veterinario la opción de usar feromonas tranquilizantes o incluso medicación leve, si el animal es muy nervioso.
Consejos prácticos para todos los medios
- Identificación: Es imprescindible que tu mascota lleve microchip y una placa con tu número de teléfono.
- Documentación: Cartilla veterinaria actualizada, pasaporte si se viaja fuera de España.
- Hidratación: Lleva un bebedero portátil y agua fresca.
- Comida: Evita comidas abundantes justo antes del viaje.
- Kit básico: Incluye bolsas para recoger excrementos, toallitas, una manta y algún juguete.
Si el viaje va a ser muy largo o el destino no es adecuado para el animal (por temperaturas, alojamientos o actividades), es recomendable valorar opciones como dejarlo al cuidado de alguien de confianza o en una residencia especializada. Porque viajar con mascotas puede ser una experiencia maravillosa, pero siempre que pongamos su seguridad y bienestar en el centro de nuestras decisiones.