Se ha llevado a cabo durante los últimos meses, en coordinación entre la Concejalía de Medio Rural y la Concejalía de Medio Ambiente, junto con la colaboración del Guarda Rural de la Dehesa de Navalvillar, la realización de tareas de reparación, acondicionamiento e impermeabilización de los abrevaderos de la Dehesa.
Estos bebederos suministran agua a cerca de 1.000 ejemplares de ganado bovino y equino durante la temporada de aprovechamiento de pastos, que finalizarán el próximo 22 de septiembre.
“En nuestro compromiso por apoyar al sector ganadero colmenareño y optimizar el uso del recurso natural más valioso que tenemos, hemos llevado a cabo un plan especial de mantenimiento de los pilones de agua de la Dehesa de Navalvillar, para que estén en las mejores condiciones posibles para los animales. Además, para facilitar el acceso a los pequeños anfibios, se ha aprovechado la ocasión para construir unas rampas anexas junto a los pilones que favorecen el cuidado de sus hábitats”, ha comentado Felipe Mansilla, quinto teniente de alcalde y concejal de Medio Rural.
La Dehesa de Navalvillar, un espacio natural con más de 1.000 hectáreas considerado el pulmón verde de Colmenar Viejo, posee en total 26 cañadas que proveen de agua al ganado y a la biodiversidad presente en la Dehesa, gran parte de la cual está en peligro de desaparecer. 20 de estos bebederos cuentan con conexión a la red de agua potable pública, en caso de una disminución en el caudal del manantial, para poder seguir abasteciéndose correctamente.
El mantenimiento de estos pilones ha implicado la eliminación del mortero, el vaso y las juntas de unión de las piedras, seguido de la aplicación de cemento impermeable con una lámina elástica y flexible para hacerlos resistentes al agua. Se ha procurado mantener la apariencia de estos antiguos pilones de piedra en la medida de lo posible.
Actualmente, en la Dehesa de Navalvillar se encuentran disponibles 5 fuentes de agua potable para el aprovechamiento colectivo de residentes y turistas.