El proyecto de mejora de la finca La Cabezuela es promovido por el Ayuntamiento de Soto del Real, un espacio natural de significativo valor ecológico que se transformará en un modelo de sostenibilidad, concienciación ambiental y entretenimiento consciente.
Debido a su significativo valor ecológico, la finca La Cabezuela necesita autorizaciones específicas para llevar a cabo cualquier actividad.
Por esta razón, el pleno municipal declaró el proyecto como de interés social y será enviado a la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal de la Comunidad de Madrid para obtener su aprobación.
Este plan facilitará maximizar su aplicación en ámbitos educativos, recreativos y ambientales, asegurando en todo momento la preservación y el cuidado de la diversidad biológica del entorno.
Un proyecto basado en la participación ciudadana
De forma participativa se ha llevado a cabo el desarrollo del proyecto de La Cabezuela, iniciándose con una conferencia en la que se expuso la idea inicial, la cual se ha formulado en encuentros posteriores con los vecinos interesados.
A través de esta cooperación, se ha conseguido un proyecto que sin lugar a dudas será un espacio de disfrute para los residentes de Soto del Real y que con el paso del tiempo se transformará en un importante atractivo para aquellos que deseen conectar con la naturaleza.
“Queremos que La Cabezuela sea un lugar donde la naturaleza y la tradición se encuentren. Es un proyecto para nuestros vecinos, pero también para mostrar el valor de nuestro entorno”, enfatizó Nacho García, edil de sostenibilidad y medio ambiente de Soto del Real.
Áreas clave para el aprendizaje y el disfrute
La aprobación facilitará el desarrollo de La Cabezuela, transformando la propiedad en un modelo en términos de medio ambiente y educación, con áreas asignadas a prácticas agropecuarias ancestrales, sendas naturales y enseñanza al aire libre.
Se podrán crear espacios de interpretación del paisaje, huertos con especies nativas y un bosque autóctono destinado a promover la diversidad biológica.
Asimismo, el plan incluye estrategias de conservación y sostenibilidad, abarcando refugios para la fauna autóctona, espacios recreativos que se integran con el ambiente, y la siembra de árboles nativos para fortalecer el ecosistema.
El propósito de esta iniciativa no se limita a conservar el medio ambiente, sino que también pretende promover la conciencia ambiental mediante la educación. Este lugar podrá acoger proyectos como el programa «Un árbol, un niño», jornadas de limpieza, excursiones guiadas y actividades del programa de voluntariado del municipio.
“La educación ambiental es clave para construir un futuro sostenible. Este proyecto es una oportunidad para que niños y adultos aprendan a cuidar y respetar el medio ambiente de manera activa”, comentó Nacho García.