En las piscinas municipales de Majadahonda, la iniciativa ‘Chapuzón seguro’ se inicia para evitar percances y complicaciones de salud en verano, temporada de gran concurrencia a estos espacios.
Se busca que todos los habitantes de Majadahonda puedan divertirse y relajarse en el agua sin contratiempos.
Para empezar, se aconseja evitar permanecer mucho tiempo bajo la radiación solar, especialmente en las horas centrales del día, haciendo uso de sombreros, sombrillas y lociones con el nivel adecuado de filtro solar.
Este consejo es esencial, sobre todo, para los niños, los ancianos y para personas que padezcan alguna enfermedad, especialmente cutánea.
Los horarios y reglas de las piscinas, tanto en Majadahonda, deben ser respetados según la invitación del Ayuntamiento. Correr está prohibido en el entorno de las piscinas.
Es importante revisar la profundidad antes de lanzarse de cabeza y evitar juegos peligrosos en el agua. Además, se recomienda no empujar a otros y asegurarse de que no haya nadie debajo al saltar.
Sobre los menores
El Ayuntamiento recuerda que en cuanto a la vigilancia de menores, los socorristas no deben considerarse como niñeras, por lo que es necesario que los niños más pequeños estén siempre acompañados por un adulto familiar.
La supervisión del uso de manguitos y flotadores por parte de los niños tendrá que se revisará por los adultos.
Es importante que este equipamiento cumpla con los estándares de seguridad, incluyendo en su información el nombre de la empresa responsable, el marcado CE – requisito para su venta en la Unión Europea – y las normas UNE o EN.
Se aconseja además no entrar en el agua inmediatamente después de comer y consultar al socorrista en caso de tener alguna duda, siguiendo sus indicaciones para evitar situaciones de riesgo.
Para evitar tragedias en las piscinas, durante la temporada de verano se lanza la campaña ‘Chapuzón Seguro’, especialmente dirigida a reducir los riesgos de ahogamientos, en especial entre los ancianos y los menores.
Desde el consistorio de Majadahonda se destaca la norma 10/20: observar al niño cada 10 segundos y cerciorarse de que se pueda llegar a él en menos de 20 segundos.